Piratada
El g¨¦nero, o la moda, de piratas floreci¨® en el Hollywood de los a?os cuarenta y cincuenta. Hay filmes sobre piratas para dar y tomar durante estas dos d¨¦cadas, sin duda empujados por el ¨¦xito de El capitan Blood, de Michael Curtiz, y de El motin de la Bounty, de Frank Lloyd, en la d¨¦cada anterior. El ¨¦xito y la audiencia del g¨¦nero, o subg¨¦nero, o moda, fueron enormes, y en ¨¦l se cubrieron casi todos los patrones y f¨®rmulas establecidas, desde el drama a la comedia, pasando por la pura aventura, la farsa, el western oce¨¢nico y, como no, trat¨¢ndose de aquellos a?os y de los estudios de la Metro Goldwyn Mayer, obsesionados por lo h¨ªbrido, lo ex¨®tico y lo suntuoso, el musical.Meter en un mismo pellejo a Errol Flynn y a Gene Kelly, al espadach¨ªn y al pies ligeros, lo hicieron en 1947 y 1948 Vincente Minnelli y George Sidney en El pirata y Los tres mosqueteros respectivamente. Musicales -al menos de concepci¨®n, aunque no tengan n¨²meros musicales, como el filme de Sidney- de capa y espada hubo otros, pero estos son tal vez los m¨¢s renombrados. El pirata es igualmente un filme h¨ªbrido, pero m¨¢s abiertamente, seg¨²n el gusto del exquisito y barroco Minnelli, proclive a los excesos y sin pudor alguno por su gusto hacia las f¨®rmulas suntuosas, exageradas e incluso con un deje de disparate.
El cine musical cl¨¢sico de Hollywood tom¨® de prestado a las tradiciones de los escenarios de Broadway el regusto del juego por el juego mismo. De ah¨ª la fuerza optimista que irradian los grandes filmes musicales cl¨¢sicos. Vincente Minnelli, en este aspecto, fue un innovador y un heterodoxo, pues desvi¨® al musical de sus ra¨ªces exclusivamente luminosas y euf¨®ricas, e introdujo en ¨¦l las nieblas, la solemnidad, la gravedad, las sombras y el drama, incluso en sus variantes melodram¨¢ticas y rocambolescas. Hoy esto es pan cotidiano, pero no lo era en 1947. De ah¨ª el revulsivo que, en su tiempo, fueron los filmes musicales de Minnelli, y de ah¨ª tambi¨¦n la desmesurada fama de algunos de ellos, como El pirata, por el que el tiempo pas¨®, dej¨® huellas y se llev¨® algunas excelencias, que eran m¨¢s superficiales de lo que en un principio parec¨ªa.
Pero otras excelencias quedaron, y a¨²n permanecen en este irregular, hermoso y grandilocuente filme, con instantes preciosos para el recuerdo, cuyo saldo sigue siendo sorprendente, a tenor de algunos espl¨¦ndidos n¨²meros musicales de Cole Porter a cargo de Gene Kelly y Judy Garland, del tono raro del relato, de la combinaci¨®n de los ritmos de baile tradicionales con el forzamiento ex¨®tico del marco de las Antillas Espa?olas en el siglo XVIII, y algunas otras excentricidades de Minnelli, hoy ya, por desgracia, con sabor dom¨¦stico, ya sabidas.
El pirata se emite hoy a las 21.45 por la segunda cadena.
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