_
_
_
_
Tribuna:Estampas de una d¨¦cada
Tribuna
Art¨ªculos estrictamente de opini¨®n que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opini¨®n han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opini¨®n de personas ajenas a la Redacci¨®n de EL PA?S llevar¨¢n, tras la ¨²ltima l¨ªnea, un pie de autor ¡ªpor conocido que ¨¦ste sea¡ª donde se indique el cargo, t¨ªtulo, militancia pol¨ªtica (en su caso) u ocupaci¨®n principal, o la que est¨¦ o estuvo relacionada con el tema abordado

Rolling del amor hermoso

Manuel Vicent

Sab¨ªa que estos se?ores tra¨ªan consigo unos gorilas de cien kilos en canal, debidamente amaestrados, que en cierta ocasi¨®n aplastaron con un bate de b¨¦isbol el cr¨¢neo de un muchacho hasta rematarlo ante las c¨¢maras. Eso la ten¨ªa muy excitada. Pensaba que la podr¨ªan violar contra una valla, que la manada de b¨²falos har¨ªa sobre ella una ceremonia ritual, y entonces el collar de perlas maj¨®rica, el camafeo de marfil y los pendientes de oro, arrancados a dentelladas, rodar¨ªan por la grada y ser¨ªan aplastados por un reba?o calzado con botas de baloncesto. A¨²n as¨ª, aquella madre de familia numerosa, que tiene ya dos hijos colocados en la Administraci¨®n del Estado, y el marido subsecretario, no quer¨ªa perderse el espect¨¢culo de los Rolling Stones. Hab¨ªa o¨ªdo hablar de esas estampidas animales que se producen en los conciertos de rock. De pronto, se desprende una avalancha desde el segundo anfiteatro y caen mil fan¨¢ticos sobre tu h¨ªgado. O la polic¨ªa se siente atacada por el mal de ojo de alg¨²n melenudo, comienza a cargar contra todo lo que se mueve y en un momento ya est¨¢s bajo los cascos de la caballer¨ªa. O tambi¨¦n puede pasar que llegue un drogado, te abra el vientre con un cuchillo de cocina y ofrezca tus menudillos a su dios. Ella opt¨® por dejarse los aderezos de oro en el joyero y se visti¨® con unos trapos de Ibiza.En los altos despachos de los ministerios, en las dulces salas de estar del barrio Salamanca, en los roperos parroquiales, en los probadores de las boutiques de Serrano, en el t¨¦ de Embassy, no se hablaba de otra cosa. Iban a llegar a Madrid los Rolling Stones. Eso no hab¨ªa que perd¨¦rselo. Algunas damas ilustres decidieron engarzarse una pluma de pato en la oreja; aquel director general pens¨® en llevar una mejilla traspasada con un imperdible, y el notario le pidi¨® a su hijo los vaqueros cortados, los garfios, brazaletes, colmillos de jabal¨ª, calcetines de lana, zapatillas de deporte y el chaleco con chinchetas. Ciertos modistos de alta costura hab¨ªan trabajado hasta el amanecer hilando prendas desenfadadas, que no desentonaran demasiado en medio de la chusma; algo c¨®modo, ya sabes, suelto de sisa, con un nudo aqu¨ª, que te deje libre el solomillo. Detr¨¢s de las largas mesas de nogal, en los consejos de administraci¨®n, despu¨¦s de hablar un rato de lignitos, saldos de cuentas, reservas de capital y cr¨¦ditos bancarios, tambi¨¦n hubo alg¨²n consejero delegado que sac¨® el librillo de papel Abadie y se puso a calentar la china con el Dupont de oro macizo.

-Han llegado los Rolling. ?Le apetece a usted un canuto?

-Bueno.

-?El se?or presidente va a ir al concierto?

-No lo dude. ?C¨®mo se fuma este chisme?

-D¨¦ usted una calada lenta, se?or presidente.

Ah.

-Ahora retenga el humo en los pulmones lo m¨¢s posible. Es el rito. Tiene que ser todo muy suave. Despu¨¦s pase la colilla al primer vocal.

-Esto sabe a aquel cuarter¨®n de entreguerras.

-?C¨®mo ve la crisis?

-Oh, muy interesante. Son buenos chicos estos Rolling.

Cuando los Rolling comenzaron a agitar la pelvis hace veinte a?os, los que hoy son jefes de negociado, registradores de la propiedad, diputados, ejecutivos, subsecretarios, consejeros delegados, presidentes de consorcio y madres de familia numerosa bailaban con la panda en la veranda del chal¨¦ en la sierra, descubr¨ªan los primeros desnudos en las calas, asaban sardinas de madrugada en la playa despu¨¦s de la juerga, iban en motocicletas por Moncloa con una paname?a en el portaequipajes o preparaban oposiciones en babuchas, con la pretina del pantal¨®n desabrochada, memorizando un tema de Derecho Civil por el pasillo, mientras el rock de estos muchachos llenaba ,el patio interior desde el tocadiscos de aquella vecina de los leotardos, que hac¨ªa yoga en el alf¨¦izar de la ventana y se pon¨ªa cabeza abajo, colgada de las corvas en la cuerda del tendedero, como una pieza m¨¢s de la colada. Pero el otro d¨ªa no s¨®lo hab¨ªa un frenes¨ª entre subsecretarios por ver a los Rolling. Aparte de la nostalgia cuarentona de recuperar el sonido de aquel patio de la casa de hu¨¦spedes, corr¨ªa por la ciudad una furia desatada, un ajetreo de entradas, llamadas de tel¨¦fono y grititos de histeria entre el personal con varices, que lleg¨® hasta la sacrist¨ªa de San Gin¨¦s, y las se?oras que meriendan a media tarde pasteles de fresa en la cafeter¨ªa California tambi¨¦n se dieron un toque rebelde en el mo?o y se fueron para all¨¢. Lo peor eran las avalanchas, porque estos j¨®venes de hoy, con eso de las drogas, se pueden convertir en unas fieras.

Hac¨ªa un calor inmisericorde y parec¨ªa que llevabas un par de huevos fritos en el pescuezo. Produc¨ªa cierta sorpresa no encontrar de camino un poblado de negros, una plantaci¨®n de cocoteros, manig¨¹as y cafetales; aunque, bien mirado, el fuego que ca¨ªa no era tropical, sino de desierto, cosa de camellos bajo un h¨¢lito de siroco. Y, en efecto, hab¨ªa camellos alrededor del estadio, pero no muchos m¨¢s que en la puerta de cualquier instituto de segunda ense?anza. Por otra parte, la clientela era la misma. A las cinco de la tarde, grandes bandadas de j¨®venes con chalecos de m¨²sculo, chicas con merienda en la tartera, con gorros, pegatinas, biquinis, botellones de pl¨¢stico, pantalones cortos, escarapelas de colores, los poros abiertos sudando pasta solar, iban con la sotabarba levantada sobre el cogote de enfrente por el asfalto reblandecido en direcci¨®n al punto de la romer¨ªa, y el caldo del Manzanares herv¨ªa los mosquitos en un ba?o podrido bajo las pasarelas, repletas de cofrades sin camisa entre ambulancias, cordones de polic¨ªa con metralleta y gorilas con garrota. Mi reino por una coca-cola familiar. Ese era el deseo m¨¢s morboso y secreto del reba?o dentro de la olla. Nada de marihuana, ni coca¨ªna, ni hero¨ªna -quita, quita-, sino agua de la fuente, aunque fuera de la cisterna del lavabo, bomb¨®n helado, refrescos de naranja y lim¨®n, caramelos de menta y pipas de girasol para escupir contra la nuca de abajo; algo fresco que echarse por la espalda, todo, m¨¢s inocente que un cubo, que ese mismo cubo que los terribles guardaespaldas, con una sonrisa de amor, arrojaban sobre la multitud agostada. Era la ¨²nica droga que hab¨ªa all¨ª frente al tinglado del escenario, un andamio de tubos como los que levanta la empresa Mundus para revocar fachadas, por donde trepaban criados anglosajones colgando telones ingenuos con dibujos de instrumentos musicales de juguete y haces de globos para soltarlos en el instante del n¨²mero bomba. Pero el estadio comenzaba a abarrotarse con la mejor carne mortal de Madrid. Y eso era un espect¨¢culo realmente hermoso.

Los Rolling traen las guitarras afinadas por la NASA, los micr¨®fonos sensibles como glandes electr¨®nizos, altavoces que son t¨²mulos infernales, cables para un viaje espacial y la mitolog¨ªa de aquella d¨¦cada prodigiosa, cuando estos, bestias ense?aban el culo en el suburbano, hac¨ªan el amor en las aceras y se descoyuntaban vertiendo alaridos de sexo y droga en la pechuga de la burgues¨ªa. La multinacional del ruido sincopado ahora los ha convertido en pienso compuesto, aunque por encima de los rayos l¨¢ser est¨¢ ese acontecimiento de la naturaleza que forma todav¨ªa el p¨²blico. Ver un estadio lleno de j¨®venes, las gradas rebozadas de cuerpos el¨¢sticos, el c¨¦sped hirviendo de brazos bajo las descargas de m¨²sica, que te machacan el cerebelo con sucesivos martillazos y una adorable pubertad de treinta a?os que quiere subir a la estratosfera a bordo de un grito desaforado es un espect¨¢culo muy intestinal. Vale 2.000 pesetas.

Pero no hab¨ªa llegado la hora y aquello era simplemente una fiesta social -mitad concentraci¨®n mariana, mitad romer¨ªa del bollo- que se coc¨ªa a fuego lento, y un olor de carne chamuscada se extasiaba en las vallas, en las tribunas, en los anfiteatros. Hab¨ªa que hacer algo duro para entretener a tanta gente. Parece ser que el cerebro electr¨®nico, regido desde la casa madre en Nueva York, ten¨ªa una buena idea. Bip. Bip. Bip. Soltad globos y que los ni?os jueguen.

-Oh, mira, qu¨¦ maravilla.

-Son globos.

-S¨ª, son globos de verdad.

-Es fant¨¢stico.

Una docena de globos king size flotaba sobre las cabezas, y la felicidad herb¨®rea, con un candor de parque infantil, comenz¨® a extenderse por todo el recinto. En seguida lleg¨® el n¨²mero de la manguera. Unos tipos cuadrados, como levantadores de pesas, regaban a los ne¨®fitos por encima del foso de cocodrilos que separa del escenario el testo del barullo. Y ellos cantaban: que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva. Angelitos m¨ªos. Eso pensaba aquella madre de familia numerosa en el asiento de grada, con el traje ibicenco empapado de sudor y coca-cola. Para ella era muy sorprendente que todav¨ªa no hubieran matado a nadie. Ten¨ªa entendido que en esta clase de actos siempre se produc¨ªa una ceremonia ritual. Lo hab¨ªa le¨ªdo en alguna revista. Un barbudo con dos brasas en los ojos, rodeado por los compinches de comuna, cog¨ªa a una ni?a rubia y la sacrificaba con siete navajazos a cualquier divinidad oriental. Eso todav¨ªa no hab¨ªa pasado. A su espalda se o¨ªan voces de bomb¨®n helado, chicles, caramelos. La gente se echaba agua bendita. Entonces la mujer encontr¨® all¨ª a una amiga del ropero.

-Cuqui, cielo.

-Hija, ?qu¨¦ haces aqu¨ª?

-Ya ves. Roberto est¨¢ en el palco con la ministra. Me ha tra¨ªdo el mec¨¢nico. ?Con qui¨¦n has venido?

-Con los hijos. Los he perdido por ah¨ª. Lo mismo est¨¢n fumando porros, los muy tunantes.

-Hija, qu¨¦ cosas dices.

-Hoy, ya sabes.

-Tampoco te pongas as¨ª.

A veces llegaba un ramalazo de marihuana. La fumaba un se?or con barba de Lanza del Vasto y pinta de soci¨®logo de San Diego, de California. Cuando en esto comenzaron a tocar los teloneros y la cacerola se puso a hervir. Estaban muy bien. Parec¨ªan gatos rabiosos. Y sin darse cuenta, la madre de familia numerosa se sorprendi¨® a s¨ª misma agitando la patita. Marcha, mucha marcha. A su lado bailaba una espl¨¦ndida muchacha con biquini y botas rojas. Algunos chicos percut¨ªan guitarras imaginarias contra el vientre y torc¨ªan el cuello como si el muelle de la cervical les hubiera saltado en pedazos. El p¨²blico agitaba los brazos y gritaba a su aire o se mord¨ªa la lengua de gusto.

-Es bonito.

-S¨ª.

-Y no parece peligroso.

-No.

-Lo que pasa es que a estos ni?os les sobran muchas hormonas. En algo se tienen que desfogar.

-Dicen que lo peor viene despu¨¦s.

-?Ah, s¨ª?

-A la salida. T¨² ponte al lado de un guardia por si acaso.

All¨ª hab¨ªa un guardia marcando el ritmo con la bota, y la metralleta le trepidaba en el antebrazo; eso quiere decir que la m¨²sica lo envolv¨ªa todo en aquel momento: las botas de los maderos, el relincho de los caballos, los camilleros de la Cruz Roja, los conductores de las ambulancias, 100.000 cuerpos en plenitud de facultades, que hac¨ªan vibrar la musculatura con chispas en los cart¨ªlagos, De otra forma, en las concentraciones de F¨¢tima sucede lo mismo. All¨ª un gent¨ªo lleno de fervor canta: "El 13 de mayo, la Virgen Mar¨ªa, baj¨® de los cielos, a Cova de Ir¨ªa". Y enciende su velita, llora, pide la salvaci¨®n se hace un exorcismo pataleando sobre su alma. Tal como van las cosas, alg¨²n d¨ªa llegar¨¢ el rock a la explanada de las bas¨ªlicas Los profesores de filosof¨ªa afirman que esta m¨²sica es sedante y liberadora, una purga que te echa los diablos del vientre. Dentro de poco vendr¨¢n los sacerdotes y, despu¨¦s del concierto, dar¨¢n la comuni¨®n.

Ahora los teloneros han callado. La multitud parece relajada con la primera embes Pasa a la p¨¢gina 12

Viene de la p¨¢gina 11

tida. Todo el mundo vuelve a pastar bomb¨®n helado, chicle y caramelos de menta; se abreva con coca-cola y pide agua como en las rogativas. Los h¨¦roes tardar¨¢n otra hora en llegar, mientras los criados anglosajones arreglan andamios, tiran cables, martillean las tarimas, asientan los aparatos y prueban los micr¨®fonos. Todo en regla. ?Qui¨¦n manda aqu¨ª? Por lo visto, aqu¨ª todav¨ªa manda Dios, que puede convertirse en el mejor bater¨ªa del universo cuando le da la gana. Porque las cosas estaban as¨ª en aquel instante supremo. El estadio aparec¨ªa crepitando bajo el bochorno, hab¨ªa moscas cojoneras por doquier y ol¨ªa a humedad el¨¦ctrica. Desde la casa madre de Nueva York, el ordenador IBM dio la se?al. Bip. Bip. Bip. Arriba el periscopio. Ya puede salir ese muchacho. Pero a Dios tambi¨¦n le divierte ser un rockero duro y empez¨® por su cuenta a tocar el bombo all¨¢ arriba. De pronto, los cielos se abrieron; los efectos especiales, con centellas encabritadas y truenos que no los mejora la casa de discos RCA, pusieron aquello en estado de coma, y entonces, bajo la tormenta, se apareci¨® Mick Jagger, quebrando su raspa de arenque. Centenares de globos fueron liberados del nudo, y el fiero chaparr¨®n de julio se mezcl¨® con esos productos de verbena, y aquel dios de cincuenta kilos, de 38 a?os, vestido de toldo playero, con un guante de boxeo ah¨ª, en las partes, se entreg¨® como alimento a la multitud. Fue el alarido de un gol, que dur¨® dos horas exactas. Y el h¨¦roe de todos hac¨ªa en la pasarela, sobre el foso de cocodrilos, una tabla de gimnasia, un poco loca si se quiere, pero no lo suficiente para que se oyera por el altavoz ning¨²n crujido de huesos.

-Parece simp¨¢tico.

-Lo es.

-Yo lo imaginaba m¨¢s grande. -Qu¨¦ va.

-Y mucho m¨¢s burro.

-No est¨¢ mal.

La madre de familia numerosa sinti¨® cierta malvada decepci¨®n al comprobar que el tiempo pasaba y all¨ª no suced¨ªa nada que no estuviera previsto, reglamentado y revisado en consigna. No dejaba de reconocer que el espect¨¢culo ten¨ªa una belleza moderna, sobre todo cuando el estadio agitaba la tupida plantaci¨®n de brazos, que los focos iluminaban al sesgo, y 100.000 gargantas gritaban aterradoramente los deseos subconscientes de la tribu. Incluso lleg¨® a emocionarse con el n¨²mero de las cerillas. Aquello le recordaba la procesi¨®n de Lourdes, aquella vez que fue all¨ª a cumplir una promesa y de regreso, por Andorra, se trajo una vajilla de duralex. Sin duda, esta generaci¨®n era m¨¢s sana. Eso tambi¨¦n lo hab¨ªa o¨ªdo decir a un psiquiatra sobrino suyo. Ella se mor¨ªa de ganas por ver a un drogadicto de cerca.

-?En qu¨¦ se nota?

-No s¨¦. En los ojos.

-?C¨®mo?

-Los llevan colorados, como en los catarros.

-Yo no veo nada.

En el palco estaba la ministra de Cultura con otros probostes del ramo de la cultura; la mujer del presidente del Gobierno, rodeada de gente con corbata y pasador de platino. Un friso de metralletas guardaba el cercado, y all¨¢ abajo cantaba un se?or rebelde con cien millones de d¨®lares en el ri?¨®n, y toda la juventud de Madrid era leg¨ªtimamente feliz aquella noche, entre saltos, brazadas y ca?onazos guturales, con el mito recuperado a un tiro de piedra.

No hubo muertos, heridos ni ceremonias rituales que no vinieran en el programa de mano.

Mick Jagger, en la ¨²ltima canci¨®n, sali¨® disfrazado de tabacalera espa?ola o de puerta de estanco y cant¨® Satisfacci¨®n con gritos de ?viva Espa?a! y besitos, mu¨¢, mu¨¢, a los suyos. Despu¨¦s hubo un castillo de fuegos artificiales -la cuarta parte que en una verbena de barriada-, m¨¢s globos, m¨²sica de Wagner, entre tronadores y alaridos de todo el mundo es bueno. Pero la fiesta la pon¨ªa el p¨²blico.

Llega un momento en que la multitud produce un salto cualitativo y, entonces, la electricidad que emana de 100.000 cuerpos j¨®venes crea una carga magn¨¦tica, y dentro de ella vale todo, un globo, dos globos, tres globos, un cohete, un mechero encendido, un bote, dos botes, tres botes, carroza el que no vote a Mick Jagger for president. La madre de familia numerosa estaba radiante.

Hab¨ªa asistido a un concierto de los Rolling, se sent¨ªa m¨¢s joven, quer¨ªa hacer el amor con todos los muchachos del mundo.

-?Te ha gustado?

-Oh, es incre¨ªble.

-Son buenos.

-Adorables.

La multitud iba abandonando las gradas,

ocup¨® las pasarelas con orden, se vaci¨® por las calzadas con la cabeza baja; y, entonces, pas¨® la sirena de la Polic¨ªa y el coche que llevaba a la ministra de Cultura Soledad Becerril dentro.

Por la ventanilla, ella bendec¨ªa a buenos rockeros, que duermen mucho.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empez¨® en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorpor¨® a EL PA?S como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado art¨ªculos, cr¨®nicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com