El cuarto encierro fue el m¨¢s largo y concurrido

Los encierros, que hasta el momento se han celebrado en estas fiestas de San Ferm¨ªn, se han caracterizado por la normalidad m¨¢s absoluta, sin contratiempos, sin incidentes, y lo que es m¨¢s importante, sin heridos de consideraci¨®n. La emoci¨®n, sin embargo, est¨¢ presente en todos los encierros. Por otro lado, el n¨²mero de corredores se ha ido incrementando paulatinamente y todo hace suponer que hoy domingo podr¨ªa alcanzarse una cifra r¨¦cord en cuanto al mocer¨ªo que tomar¨¢ parte en este encierro.Por lo que se refiere al cuarto encierro celebrado ayer bajo una agradable temperatura, y no con el calor sofocante de d¨ªas anteriores, este fue el m¨¢s largo de cuantos se llevan desarrollados hasta el momento, ya que dur¨® siete minutos y diecinueve segundos. La excesiva duraci¨®n de este encierro estuvo motivada al quedarse un toro durante casi cinco minutos en la plaza que, por otra parte, apenas caus¨® mayores problemas.

El encierro, con toros de la ganader¨ªa de F¨¦lix Hern¨¢ndez, comenz¨® con el adelantamiento de un toro del resto de la manada. Ya antes de entrar en la calle de la Estafeta, la manada se parti¨® definitivamente en dos: toros por un lado y cabestros por el otro. Los toros corr¨ªan sueltos aunque no dieron muestras de mucho peligro. A la plaza se lleg¨® en un tiempo r¨¦cord de dos minutos y treinta y ocho segundos, lo que supon¨ªa era el encierro m¨¢s r¨¢pido de cuantos se llevan celebrados hasta ahora. Pero cuando todo parec¨ªa indicar que ah¨ª iba a acabar este espect¨¢culo, uno de los toros se neg¨® a entrar en los corrales, haciendo caso omiso a los capotes de los dobladores. Este toro, estuvo parado, sin atreverse a andar de un sitio a otro de la plaza. Al final tuvieron que ser los cabestros sacados de nuevo a la plaza, quienes conseguir¨ªan arrastrar tras de s¨ª al toro.