Un renovador de la ling¨¹¨ªstica
Al margen de su ascendencia pol¨ªtica entre los intelectuales cr¨ªticos norteamericanos, Noam Chomsky es considerado como la figura m¨¢s importante de la ling¨¹¨ªstica en el ¨²ltimo cuarto de siglo. Desde la aparici¨®n de su primera obra Estructuras Sint¨¢cticas (1957), compendio de su tesis doctoral presentada a los 25 a?os, la teor¨ªa ling¨¹¨ªstica, apoyada entonces en el estructuralismo, sufri¨® una trasformaci¨®n radical. Es decir, se produjo con la irrupci¨®n de las concepciones chomskyanas lo que los fil¨®sofos de la ciencia califican de "revoluci¨®n" o cambio de paradigma.Hasta Chomsky, la ling¨¹¨ªstica era una suerte de taxonom¨ªa o ciencia descriptiva. Con lo que ¨¦l llam¨® gram¨¢tica generativa se inaugura un nuevo modo de abordar los estudios a partir de una teor¨ªa que en s¨ªntesis introduce dos puntos fundamentales. Por un lado, el lenguaje se concibe como la resultante de un conjunto de procesos y no s¨®lo como un conjunto de elementos. Los procesos son analizables y dan origen a unas reglas que permiten establecer hip¨®tesis sobre futuros desarrollos. Por otro, Chomsky hizo ¨¦nfasis en la necesidad de establecer unos universales ling¨¹¨ªsticos o elementos comunes a todas las lenguas.
Intelectual dotado, de una enorme receptividad, su teor¨ªa, si no en lo m¨¢s sustancial -enunciado en 1957-, ha ido registrando variaciones al hilo de las criticas y discusiones que constantemente mantiene con sus colegas internacionales y sus m¨¢s inmediatos colaboradores en el Instituto Tecnol¨®gico de Massachussets.
Precisamente su talante antidogm¨¢tico le lleva a incluir entre los autores que cita no s¨®lo a una vasta lista de sus oponentes sino especialmente a estudiantes y profesores no consagrados y con edades apenas superiores a los veinte a?os.
Para los estudiantes contrarios a las pol¨ªtica belicista del poder pol¨ªtico norteamericano, Chomsky ha sido frecuentemente un l¨ªder. Como an¨¦cdota puede rese?arse que con motivo de la guerra en el Vietnam, el eminente ling¨¹ista interrumpi¨® durante casi tres a?os sus trabajos en esta materia, dej¨® de responder a las cr¨ªticas sobre sus construcciones te¨®ricas y rehuy¨® las pol¨¦micas acad¨¦micas para. consagrarse a la campa?a contra el conflicto en el sureste asi¨¢tico. Igualmente Chomsky es conocido y temido en las esferas de poder norteamericano como implacable denunciante de los compromisos espurios entre los intelectuales y los estamentos militares, pol¨ªticos y econ¨®micos, prestos a subvencionar los apoyos abiertos o encubiertos de la intelligentsia.
Pol¨ªticamente tendente hacia el anarquismo, su verdadera definici¨®n en este aspecto hay que matizarla por la peculiaridad con que estos modelos europeos son entendidos y vividos en Estados Unidos. En todo caso y tal como se refleja en la entrevista, su devoci¨®n por el anarquismo espa?ol es notoria y conocida. Aunque acaso menos por muchos espa?oles que al leer su libro en Ariel, durante el franquismo, titulado La responsabilidad de los intelectuales, no pudieron leer por mutilaci¨®n de la censura el largo cap¨ªtulo dedicado a Espa?a.
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