La princesa heredera de Playboy
Christie Hefner, veintinueve a?os, no encuentra una contradicci¨®n considerarse feminista y presidir un imperio econ¨®mico que ha utilizado a la mujer como reclamo para sus ventas
Cuando era m¨¢s joven quer¨ªa ser juez o senadora. Al acabar la universidad estuvo dudando entre una carrera en la abogac¨ªa o en el periodismo. Da la casualidad que su padre se llama Hugh Hefner, y que cuando tom¨® la decisi¨®n de que Playboy necesitaba un nuevo presidente, no busc¨® muy lejos: eligi¨® a Christie, su feminista hija que accedi¨® a la presidencia el pasado mes de abril. Inteligente, ambiciosa y sorprendentemente segura, no parecen perturbarle las contradicciones o las obligaciones de su nuevo cargo. Rechaza cualquier menci¨®n a posibles problemas. "No tengo por qu¨¦ conciliar lo que digo", asegura Christie. "Para m¨ª no ha sido nunca un conflicto. Playboy ha apoyado pol¨ªticas y filosof¨ªas feministas m¨¢s que cualquier otra empresa que conozco".Christie habla del futuro de Playboy con la misma seguridad. Pero el hecho es que ha sido elevada al poder en un momento de dolorosa transici¨®n para la compa?¨ªa de 389 millones de d¨®lares que surgi¨® de la simple inspiraci¨®n de Hugh Hefner hace casi treinta a?os. Tras haber perdido recientemente sus lucrativos clubes de juego en el Reino Unido y su licencia del casino de Atlantic City, Playboy ha tenido que evolucionar de un gran conglomerado que era, mantenido a flote por las ganancias del juego, a una empresa mucho m¨¢s peque?a. Han desaparecido los locales de gran prestigio pero poco rentables, la desastrosa productora cinematogr¨¢fica, el departamento de publicaci¨®n de libros y otras empresas no rentables. El maremoto arrastr¨® consigo a dos de los m¨¢s altos ejecutivos de Playboy: V¨ªctor Lownes, 54 a?os, que dirig¨ªa todas las operaciones de juego, y Derick Daniels, 53 a?os, el inteligente gerente reclutado por Hefner hace cinco a?os de la cadena de peri¨®dicos Knight-Ridder, para dirigir la compa?¨ªa.
En su lugar se encuentran Hef, 56 a?os, que ya en pocas ocasiones se quita su pijama y bat¨ªn y casi nunca sale de la fabulosa mansi¨®n de Playboy en Los Angeles, y Christie, cuyas credenciales consisten en una serie de empleos de poca responsabilidad en Playboy, principalmente en relaciones p¨²blicas, y en una seguridad en s¨ª misma inagotable. Christie dice que Playboy reemplazar¨¢ pronto los ingresos de 39 millones de d¨®lares anuales que produc¨ªan las operaciones de juego, el 80% del total de ganancias de la compa?¨ªa, con los intereses del efectivo proveniente de la venta del casino, las ganancias de la revista Playboy, y otras empresas de televisi¨®n por cable que est¨¢n todav¨ªa en proyecto.
Las grandes inc¨®gnitas son si Christie est¨¢ a la altura de su cargo y si su padre le va a dar un gran poder. Daniels, que deber¨ªa saber las respuestas a estas preguntas, predice que "probablemente Hefner tomar¨¢ las decisiones durante un tiempo. No es s¨®lo un hombre gracioso en pijama. Participa en todas las grandes decisiones y lo har¨¢ a¨²n m¨¢s. Es normal durante el tiempo en que ¨¦l y Christie vayan estableciendo su relaci¨®n". "Hef quiere volver a dirigir el futuro de la compa?¨ªa", dice un ejecutivo de Playboy. Al comienzo, Christie compartir¨¢ el cargo de presidente con Marv Huston, 49 a?os, un hombre de finanzas desconocido hasta ahora. Se supone que los dos formar¨¢n una especie de troika con el antiguo ejecutivo de Playboy, Richard Rosenzweig. Se supone que Hefner dirigir¨¢ la revista mientras Christie y sus ayudantes dirigen los negocios.
Hefner define con claridad las l¨ªneas de autoridad: "Las decisiones importantes, las metas que queremos alcanzar, las decidir¨¦ yo principalmente. El alcanzarlas quedar¨¢ en manos de Christie y de los otros ejecutivos".
La decisi¨®n de colocar a Christie al frente de Playboy no fue tomada el d¨ªa de su nacimiento. En realidad, naci¨® en 1952, un a?o antes de que Hefner editase el primer n¨²mero de su revista. Mientras su esposa Millie estaba encinta de Christie, Hef trabajaba todo el d¨ªa para mantener a su familia, y por la noche desarrollaba las ideas de la revista Playboy.
Traumas infantiles
A pesar de que Christie y su padre hablan hoy d¨ªa en t¨¦rminos entusiastas de su ¨ªntima relaci¨®n, no se debe a su infancia. Hefner abandon¨® a su esposa y a su hija poco despu¨¦s del nacimiento de Christie. No vio con frecuencia a Christie o a su hermano menor, David, hasta que ya fueron adolescentes.
Si Christie siente alg¨²n resentimiento hacia su padre por haberla abandonado de ni?a, no es algo que se perciba f¨¢cilmente. ?Qu¨¦ sent¨ªa cuando de peque?a iba a ver a su padre a su mansi¨®n de Chicago, con sus conejitos y m¨¢quinas tragaperras? Christie dice que nunca vio nada horrible. De ni?a, dice Christie, pensaba sobre la mansi¨®n de su padre en Chicago que era maravilloso no tener que meter monedas para jugar en las m¨¢quinas tragaperras.
Puede que Hefner intentara proteger lo m¨¢s posible a su hija de su estilo de vida. Gloria Steinem. me dijo que Linda Lovelace, la estrella de Garganta profunda, que pos¨® tambi¨¦n para Playboy, le hab¨ªa dicho que "cu¨¢ndo aparec¨ªa Christie, despejaban la casa, escond¨ªan todo el material sexy y sacaban el tablero de parch¨ªs". "Se hac¨ªa un esfuerzo", dijo Steinem, "para evitar que Christie supiera lo que all¨ª se hac¨ªa".
Christie eligi¨® un colegio serio, Brandeis, en Waltham, Massachusetts. Al acabar sus estudios medios, Christie fue elegida Phi Beta Kappa. Este ¨¦xito acad¨¦mico supuso un punto decisivo en su relaci¨®n con su padre. Ese mismo verano, una noche, fue a cenar con su padre en la mansi¨®n: "Le dije que iba a cambiarme el apellido", dijo Christie mostr¨¢ndose emotiva por primera vez durante nuestra larga entrevista. "Estaba verdaderamente emocionado. Ten¨ªa l¨¢grimas en los ojos y estaba realmente conmovido. As¨ª regres¨¦ a su campo y volv¨ª a ser 'Christie Hefner'".
Cuando empez¨® a trabajar para la compa?¨ªa no sab¨ªa muy bien lo que har¨ªa, y dice que ni ella ni su padre pod¨ªan imaginar que acabar¨ªa dirigi¨¦ndola. Hice algunos cursillos cortos de econom¨ªa, administraci¨®n y marketing. "Me dieron los conocimientos b¨¢sicos", dice, "y luego, como pasa con todo, se aprende con la pr¨¢ctica".
Uno de los primeros trabajos de Christie en Playboy fue dirigir la apertura de una boutique en la planta baja de los locales de Chicago. La tienda, como ella misma reconoce, fue "un fracaso".
Luego trabaj¨® una temporada en el departamento de compras de la revista. Daniels la hizo vicepresidenta; deb¨ªa concentrarse en el trabajo de relaciones p¨²blicas para el 25 aniversario de la revista. Christie result¨® ser un buen portavoz de la compa?¨ªa, y logr¨® que Hef recibiera buenas cr¨ªticas justo en el momento que le hac¨ªa falta: ¨¦l y Playboy se est¨¢ recuperando del suicidio de su ayudante, Bobbie Arnstein, tras haber sido declarado culpable de un delito de drogas.
Christie pas¨® a formar parte de la junta de directores de Playboy, as¨ª como del comit¨¦ financiero. Tambi¨¦n intervino y se identific¨® con la Fundaci¨®n Playboy, que el a?o pasado reparti¨® aproximadamente 600.000 d¨®lares.
Hay una fuerte pol¨¦mica en los grupos liberales de izquierda y feministas, necesitados de dinero, sobre si deber¨ªan aceptar donaciones de la Fundaci¨®n Playboy. La Fundaci¨®n Ms. acept¨® una ayuda inicial, pero devolvi¨® otra m¨¢s reciente. Gloria Steinem, fundadora de la revista Ms., que dice haberse sentido "como un jud¨ªo leyendo propaganda nazi cuando leo Playboy", opinaba en un principio que las contribuciones de Playboy a los grupos feministas podr¨ªan considerarse como una especie de reparaci¨®n.
El feminismo de 'Playboy'
Los grupos feministas que atacan a Playboy son, en opini¨®n de Christie, ignorantes o est¨¢n buscando publicidad. "Cuando las mujeres dicen que Playboy explota a las mujeres se publica en grandes titulares". Si se cree a Christie, lo cierto es que "Playboy ha apoyado pol¨ªticas y filosof¨ªas feministas m¨¢s que cualquier otra empresa que conozco, en su actitud ante el empleo y la promoci¨®n de mujeres, a trav¨¦s de su apoyo editorial y econ¨®mico a la enmienda sobre igualdad de derechos y el tema del aborto. No soy la ¨²nica feminista que hay en Playboy. Aqu¨ª hay feministas porque la revista es b¨¢sicamente liberal y humanista. Creo que la gente que deduce que porque muestra a las mujeres como sexualmente atractivas, es lo mismo que pensar que las mujeres son tontas o que su lugar est¨¢ en la cama, son gente que est¨¢n haciendo un juicio de fe que no tiene nada que ver con ninguno de los temas que trata la revista".
Christie dice severamente: "No s¨¦ lo que significa ser feminista si no se quiere que las mujeres est¨¦n en cargos de poder. ?De qu¨¦ se deben encargar las mujeres? ?De la revista Ms.? Maravilloso, pero si s¨®lo nos vamos a encargar de eso, nuestra influencia en la sociedad va a ser muy limitada".
Rechaza el argumento de que Playboy trata a las mujeres como objetos: "Yo digo que siempre que se mira a alguien sexualmente, hasta cierto punto, son objetos sexuales, y si s¨®lo se les mira as¨ª, entonces est¨¢ mal. Pero en s¨ª mismo no creo que sea nada malo".
Reconoce que le molestan las cr¨ªticas de los grupos feministas, pero ¨²nicamente porque est¨¢n fuera de lugar. "Es una energ¨ªa mal dirigida", dice. "Si no quieres ver las fotograrlas no compres la revista. Pero no digas que est¨¢n haciendo algo horrible con las mujeres. A las chicas del mes se les paga 10.000 d¨®lares por su trabajo. No veo que se las explote". Pero un esc¨¦ptico argumenta que "Christie Hefner tiene muchos intereses econ¨®micos para mantener sus opiniones".
Christie se muestra igualmente segura en una discusi¨®n sobre c¨®mo lleg¨® a donde est¨¢. "No ser¨ªa presidenta de Playboy si no fuera la hija de Hugh Hefner", dice. "Pero lo que me parece importante es lo que hago con este poder... Supongo que en cierto momento de mi vida pens¨¦ que, independientemente de lo que yo hiciera, hab¨ªa algunas personas que siempre dir¨ªan: 'S¨ª, pero tiene ese puesto s¨®lo porque es hija de Hugh Hefner'".
Entrevist¨¦ a Hefner en la Mansi¨®n Oeste de Playboy, en Los Angeles, con una gruta artificial iluminada, juegos de v¨ªdeo y un peque?o zoo. Tal como me hab¨ªan dicho, Hefner se present¨® con su pijama de trabajo. Detr¨¢s de su sill¨®n hab¨ªa una foto de su nuevo amor, Shannon Tweed -conocida por Jefe-, la m¨¢s reciente chica del a?o. Es algunos a?os m¨¢s joven que Christie. Hefner est¨¢ totalmente seguro de que Christie realizar¨¢ su trabajo a la perfecci¨®n.
"Tiene las cualidades que busco", dijo: "inteligencia, creatividad, nos comunicamos bien, tiene un buen estilo natural de direcci¨®n y se hace destacar, algo muy positivo tanto dentro como fuera de la compa?¨ªa. Sabe perfectamente c¨®mo comunicar sus ideas y creo que es muy madura para sus veintinueve a?os. Yo ten¨ªa veintisiete cuando fund¨¦ la compa?¨ªa. No creo que la edad tenga mucha importancia. Es bastante agradable poder contar con alguien que te cae bien. Quiero decir que no hay duda de que existen lazos de sangre, adem¨¢s de tener muchos puntos en com¨²n en t¨¦rminos de valores y opiniones".
El ser rica y poderosa no le crea problemas para encontrar amigos, dice. "No hay duda de que hay hombres en el mundo a quienes les atraen las mujeres fuertes y triunfales". Durante la mayor parte de este a?o ha estado saliendo con un joven ejecutivo de Universal Television, de Los Angeles, llamado Jim Korris. "Pas¨® bastante tiempo all¨ª", me dijo, y Korris tambi¨¦n viene a Chicago, donde Christie espera que pueda trasladarse pronto para poder vivir juntos. Ahora mismo, reconoce, le ser¨ªa muy dif¨ªcil trabajar de doce a catorce horas al d¨ªa y mantener tambi¨¦n una relaci¨®n plena.
?Cu¨¢les son sus planes para Playboy? En el futuro pr¨®ximo quiere "completar el proceso que iniciamos de hace seis a nueve meses, que consiste en deshacernos de muchos negocios".
Cuando se hayan completado los cortes, que, seg¨²n me dijo alguien que trabaja para Playboy, crean un ambiente de miedo, Christie cree poder ganar dinero "ampliando las empresas que tienen en revistas, televisi¨®n por cable y en sus locales del club. Luego ya tendremos tiempo de estudiar la compra de nuevos negocios y otras posibilidades de inversiones".
"Me siento orgulloso de lo que he logrado", me dijo Hugh Hefner. "Creo que donde m¨¢s claro se ve es en el aspecto sexual, pero me refiero al sexo en un sentido amplio, a la actitud social hacia el sexo. Creo que vivimos en un mundo muy diferente del que yo me eduqu¨¦ y en el que, en ese sentido, la gente tiene mayores posibilidades de encontrar felicidad. Creo que la vida es hoy mejor en los dormitorios gracias a Hugh Hefner".
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