Frustraci¨®n en Israel ante el estancamiento de las negociaciones
Un creciente sentimiento de frustraci¨®n es detectable en Israel ante el estancamiento que se ha producido en la batalla de Beirut. Cuando se va a cumplir un mes del cerco israel¨ª de la capital libanesa, el Gobierno de Men¨¢jem Beguin sigue dudando sobre c¨®mo conseguir expulsar a los palestinos de Beirut. Las negociaciones pol¨ªticas parecen cada d¨ªa menos prometedoras y la opci¨®n militar se presenta m¨¢s costosa y menos atractiva. Sin embargo, las posibilidades de que Israel opte por esta ¨²ltima alternativa crecen en la misma medida en que se ha intensificado en los ¨²ltimos d¨ªas el duelo artillero entre palestinos e israel¨ªes. En el bombardeo del pasado domingo, de una violencia sin precedentes, el Ej¨¦rcito israel¨ª caus¨® m¨¢s de doscientas v¨ªctimas entre muertos y heridos en Beirut oeste. La respuesta palestino-libanesa no se hizo esperar y sus bater¨ªas, que abrieron fuego contra Beirut este, provocaron al menos quince muertos y 45 heridos."La Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) presenta cada d¨ªa nuevas condiciones", afirm¨® un funcionario israel¨ª en Jerusal¨¦n. "As¨ª no vamos a ning¨²n sitio. Estamos dando vueltas en c¨ªrculo y en vez de ir hacia delante vamos hacia atr¨¢s. Creo que es cuesti¨®n de d¨ªas hasta que abandonemos este planteamiento".
La frustraci¨®n isarel¨ª tiene su origen en el sentimiento de haber perdido el control de los acontecimientos. Mientras el Ej¨¦rcito israel¨ª avanzaba hacia Beirut, y los objetivos eran puramente militares, crec¨ªa una cierta sensaci¨®n de que la victoria total era inmediata. Pero cuando la guerra pas¨® de la fase militar a la fase pol¨ªtica y entraron en juego factores m¨¢s complejos, Israel transfiri¨®, principalmente a Estados Unidos, el peso de concluir el conflicto. En cierta medida, el Gobierno de Men¨¢jem Beguin se vio obligado, tanto por presiones internas como externas, a adoptar esta decisi¨®n, que viola ba un principio sagrado para Is rael: no iniciar ninguna acci¨®n que no se pueda concluir por s¨ª misma y en solitario.
La actual situaci¨®n preocupa en Israel, ya que el Gobierno Beguin no puede renunciar a que la OLP abandone Beirut, pues si lo hiciera la resistencia palestina se apuntar¨ªa una victoria de incalculables consecuencias e Israel habr¨ªa perdido la guerra.
?Victoria de la OLP?
Desde el primer cese el fuego negociado con Siria el pasado 11 de junio, se insiste en que el ministro de Defensa israel¨ª, Ariel Sharon, est¨¢ presionando en favor de un asalto militar de Beirut oeste como ¨²nico camino posible para conseguir la victoria. Se afirma, incluso, que Sharon teme que si los guerrilleros palestinos abandonan pac¨ªficamente Beirut oeste, permanezca en Beirut una red clan destina de fedayin que podr¨ªa entrar en acci¨®n en un pr¨®ximo futuro. Sharon, considerado como el cerebro de la invasi¨®n de L¨ªbano tampoco parece estar muy entu siasmado con la propuesta de desplegar un contingente militar franco-norteamericano para supervisar la retirada de la OLP, ya que estas fuerzas proteger¨ªan a la izquierda libanesa de las milicias falangistas, que en opini¨®n de Sharon deber¨ªan tener las manos libres para hacerse con el control de todo Beirut tras la salida de la guerrilla palestina.
Sin embargo, la opci¨®n militar -el asalto frontal de las posiciones palestinas y libanesas progresistas- puede tener resultados adversos. Por un lado, provocar¨ªa gran n¨²mero de v¨ªctimas entre la poblaci¨®n civil, y el Ej¨¦rcito israel¨ª podr¨ªa sufrir, por lo menos, tantas bajas como las que ha sufrido hasta el mornento en la invasi¨®n de L¨ªbano y que ascienden a 282. Por otra la actual direcci¨®n de la guerrilla palestina ser¨ªa, sin duda, diezmada, sin posibilidades de reaparecer pol¨ªtica o diplom¨¢ticamente en otra capital ¨¢rabe, lo que pondr¨ªa la defensa de la causa palestina en manos de los sectores m¨¢s radicales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.