Las 24 Horas de Montjuich se disputar¨¢ ma?ana, con importantes reformas
La c¨¦lebre carrera de resistencia de motociclismo, las 24 Horas de Montjuich, se disputar¨¢ a partir de ma?ana s¨¢bado en el circuito del parque barcelon¨¦s. Las presiones de pilotos extranjeros han provocado profundas modificaciones en esta tradicional prueba del calendario mundial de resistencia. Pese a la ilusi¨®n y buena organizaci¨®n, es probable que este a?o sea el ¨²ltimo que se dispute esta carrera, al menos en su marco habitual.
Los representantes de los pilotos miembros de los equipos internacionales se negaron a disputar la carrera en el circuito del parque barcelon¨¦s en las mismas condiciones que se hab¨ªa hecho hasta ahora. Las medidas de seguridad, pese a las modificaciones para intentar adaptarla a las condiciones actuales, no sirvieron para parar el boicoteo por parte de dichos p¨ªlotos. Al final ambas partes llegaron a un acuerdo para introducir una chicanne -una especie de ese artificial- en una de las zonas m¨¢s r¨¢pidas del trazado del parque de Montjuich, con objeto de reducir sensiblemente la velocidad en ese punto.Tambi¨¦n acordaron que la salida y la llegada se d¨¦ en una parte diferente de la tradicional, con lo que los boxes tambi¨¦n ser¨¢n trasladados al nuevo emplazamiento. Es posible tambi¨¦n que otra nueva chicanne se coloque en otra de las zonas r¨¢pidas del circuito -en la entrada de la recta de la parte alta-, para reducir a¨²n m¨¢s la velocidad de las motocicletas.
Por otra parte, est¨¢ previsto que un grupo de comisarios pueda entrar en la pista en moto para poder acudir r¨¢pidamente a alg¨²n punto en el que se haya producido alg¨²n problema. Asimismo, en un intento m¨¢s de aumentar la seguridad en la pista, el n¨²mero m¨¢ximo de motos que puedan tomar parte en la carrera se reducir¨¢ de 50 a 35.
Finalmente, entre las novedades figura tambi¨¦n el cambio del horario de salida y llegada. En lugar de las ocho horas de la tarde ser¨¢ a las seis, pero no por imperativos de los pilotos sino por necesidades de retransmisi¨®n de Televisi¨®n Espa?ola.
Todas estas reformas redundar¨¢n en un empeoramiento de los registros de tiempos y marcas, aunque ser¨¢ en beneficio de la seguridad de los pilotos, cada d¨ªa m¨¢s empe?ados en este aspecto. Sin embargo, es probable que nada de esto sirva para evitar que el circuito de Montjuich quede definitivamente apartado de la competici¨®n motociclista, como hace ya siete a?os se anul¨® para el automovilismo. El precioso circuito barcelon¨¦s dilficilmente puede reunir las medidas de seguridad de un trazado permanente. Pero, a cambio, el poder llegar hasta el mismo en metro o en autob¨²s hace que el n¨²mero de espectadores sea considerablemente m¨¢s alto al que acude a otras carreras similares en otros pa¨ªses.
Cuando en la especialidad m¨¢s importante y m¨¢s conflictiva del automovilismo -la f¨®rmula 1- parece volverse a los circuitos urbanos, en busca de un p¨²blico que, poco a poco, pero de forma inexorable, parece apartarse de las carreras en beneficio de la televisi¨®n, podr¨ªa ser un contrasentido dejar de lado a Montjuich. Pero, casi con tod¨¢ seguridad, ser¨¢ un hecho. La edici¨®n de este a?o, que empezar¨¢ a las seis horas de la tarde del s¨¢bado, es probable que se trate de la ¨²ltima.
Una extra?a locura
Una carrera de resistencia como la de las 24 Horas Motociclistas de Montjuich es una especie de locura para los pilotos. Hasta el pasado a?o la reglamentaci¨®n no permit¨ªa m¨¢s de dos pilotos por cada moto. Esta temporada, son ya tres los que pueden repartirse el agotador trabajo de llevar una moto durante veinticuatro horas ininterrumpidas.Sean dos o tres los pilotos, el esfuerzo es tremendo. Una motocicleta de competici¨®n de gran cilindrada, con m¨¢s de cien kilos de peso, exige un esfuerzo enorme por parte del piloto para controlar sus movimientos y desplazarla de un lado y otro en las curvas. La potencia y aceleraci¨®n de estas motos es tan grande que el cuerpo del piloto se siente impulsado hacia atr¨¢s en las aceleraciones, y despu¨¦s hacia delante en las frenadas.
Todo ello durante veinticuatro horas. Un esfuerzo al que hay que a?adir el que supone cambiar de marchas m¨¢s de 3.000 veces durante la carrera. Porque para cambiar ese n¨²mero de veces el piloto tiene que apretar la maneta del embrague esas 3.000 veces.
Pese al trabajo de los masajistas durante el rato de descanso que tienen los pilotos al ceder la montura a su compa?ero, al final de la carrera las palmas de sus manos estan plagadas de ampollas, algunos tienen derrames en los antebrazos y su postura erguida tiene un car¨¢cter marcadamente simiesco.
Una carrera as¨ª supone un reto en la lucha por el dominio del hombre sobre la m¨¢quina y, al mismo tiempo, sobre el agotamiento y su deseo de abandonar. Unas ganas de dejarlo todo que en ocasiones les asalta a los pilotos durante las interminables horas de la madrugada, cuando llevan ya doce horas de carrera y les quedan a¨²n otras doce para terminar.
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