?Psicoanalizar a Euskadi?
Si las l¨ªneas publicadas por Rafael Cruz Roche en este medio, el 15 dePasa a la p¨¢gina 12
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julio, y tituladas Reflexiones de un psicoanalista acerca del problema vasco, presentaran tan s¨®lo una vertiente pol¨ªtica, mi car¨¢cter de extranjero y reci¨¦n llegado a Espa?a me obligar¨ªa a un prudente silencio. Pero el hecho de que el autor se presente corno psicoanalista, e implique el nombre y los postulados del psicoan¨¢lisis en sus razonamientos sobre la situaci¨®n del Pa¨ªs Vasco, me inclina a responder e impugnar estrictamente este ¨²ltimo proceder.
Es absolutamente insultante -y desfasado respecto a la ¨¦tica que rige al psicoan¨¢lisis- atribuir una suerte de masoquismo social al Pa¨ªs Vasco (como a cualquier otra regi¨®n del planeta) o analogar, tal la pr¨¢ctica de nuestro autor, una organizaci¨®n terrorista a un ni?o s¨¢dico y malcriado.
Si acaso me dejase llevar por la tentaci¨®n de interpretar el texto del autor -no al autor-, deber¨ªa interrogar la escena desplegada en el escrito, en la que la historia dolorosa y compleja de un pueblo se alegoriza con la pintura de un juego de ni?os, juego de horror, sin duda, en el que la malcrianza de uno se descarga en la debilidad del otro. Pero la inoceincia de este ¨²ltimo, ?no contradice acaso la responsabilidad que el se?or Roche, como buen psicoanalista, intenta se?alar a su paciente vasco?
?Y cu¨¢l es la soluci¨®n que el terapeuta propone? Excedi¨¦ndose una vez mas en analog¨ªas, recomienda la "toma de conciencia" de los m¨®viles del conflicto. Intenci¨®n sumamente encomiable, por cierto, pero que no deja de ser una formulaci¨®n desiderativa, en la que no se advierte cu¨¢l podr¨ªa ser la misi¨®n del psicoan¨¢lisis en todo esto. A menos que el se?or Roche est¨¦ decidido a tender a los vascos en un gigantesco div¨¢n, o mejor a¨²n, trat¨¢ndose, al parecer, de ni?os, someterles a un multitudinario psicoan¨¢lisis infantil. / psicoanalista, miembro exterior de la Biblioteca Freudiana de
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