Las atractivas expectativas del gas natural espa?ol congelan la apertura de las negociaciones con la URSS

Las favorables expectativas del gas natural de procedencia nacional, principalmente del campo oscense de Serrablo y Jaca, y el situado en la costa de Bermeo, han forzado una reconsideraci¨®n a fondo del deseo expl¨ªcito de las autoridades energ¨¦ticas espa?olas de importar gas sovi¨¦tico y noruego en un futuro a medio plazo. Fuentes oficiales y del sector energ¨¦tico se?alan que, aunque persiste la "voluntad pol¨ªtica" de importar gas sovi¨¦tico, v¨ªa el gasoducto europeo, las reducidas necesidades espa?olas de gas natural a corto plazo no aconsejan una especial urgencia para entablar negociaciones con Mosc¨² al respecto.

Resulta ilustrativo, en este sentido, que el informe t¨¦cnico sobre las necesidades de gas sovi¨¦tico, que una comisi¨®n interministerial y de la industria se encontraba elaborando, se halle, en estos momentos, pr¨¢cticamente congelado, y de los tres meses iniciales de plazo dados para su elaboraci¨®n se haya pasado a otro mucho m¨¢s largo, ya superior a los seis meses. Fuentes solventes indican, incluso, que no parece probable que las negociaciones con la URSS -inicialmente previstas para abril y posteriormente retrasadas a junio-, comiencen antes de octubre, si es que se llevan a cabo durante este a?o.

El amigo americano

Aunque en medios del Ministerio de Asuntos Exteriores -formalmente, el encargado de coordinar estas conversaciones- se asegura que se sigue trabajando en el tema y que, bajo ning¨²n aspecto, existen presiones pol¨ªticas para congelar el inicio de las negociaciones, la fuerte oposici¨®n norteamericana a la construcci¨®n del gasoducto siberiano aparece como un elemento m¨¢s, nada despreciable, en la aparente paralizaci¨®n que ha experimentado el ambicioso proyecto, que significaba aprovechar en Espa?a el gas siberiano, que, por su lado, van a recibir antes de cuatro a?os otros pa¨ªses europeos.Pero las razones pol¨ªticas, que todas las fuentes consultadas niegan, son los argumentos menos importantes en el replanteamiento que ha experimentado, de hecho, la ambiciosa pol¨ªtica gas¨ªstica dibujada en el Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN). La rigidez de los consumos, condicionados por unos precios escasamente competitivos, y la confirmaci¨®n de unas reservas nacionales de gas, que, sin ser muy numerosas, s¨ª parecen suficientes para planificar una estrateg¨ªa definida, est¨¢n creando una situaci¨®n de hecho que ha condicionado significativaniente los primeros pasos de la gasificaci¨®n de Espa?a.

El anuncio formal de la puesta en marcha del programa de construcci¨®n del gasoducto Serrablo Zaragoza, que unir¨¢ las reservas de gas natural de Huesca con la red de gasoductos espa?oles, es quiz¨¢ la primera prueba del deseo de llevar adelante una pol¨ªtica gas¨ªstica que aproveche al m¨¢ximo todas las opciones, tanto nacionales como extranjeras.

El propio Claudio Boada, presidente del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), hizo menci¨®n, en el citado anuncio, realizado a pie de sondeo en Sabi?¨¢nigo, del reforzamiento estrat¨¦gico que representa el gas de Jaca dentro de la d¨¦bil infraestructura gas¨ªstica espa?ola. Inicialmente, las reservas aprovechables que se encierran en el Pirineo de Huesca apenas llegan a 2.500 millones de metros c¨²bicos, es decir, el consumo total de gas natural de Espa?a en 1982. Sin embargo, las bolsas de Jaca y Sabi?¨¢nigo, permitir¨¢n, en los ocho a?os en que se cifra su explotaci¨®n comercial, un mecanismo perfecto de regulaci¨®n del gasoducto espa?ol, gasoducto que ha estado condicionado, desde su construcci¨®n inicial, por la vulnerabilidad que significaba estar pendiente de una ¨²nica fuente de suministro: la planta de regasificaci¨®n de Barcelona.

Pero los t¨¦cnicos del INH y de su empresa gas¨ªstica, Enag¨¢s, van a¨²n m¨¢s lejos y conceden a los pozos de Serrablo un valor estrat¨¦gico mucho m¨¢s importante. Los campos de Jaca y Sabi?¨¢nigo tienen una estructura que, tras el abandono del campo de almacenamiento previsto en Burgos, pueden servir de dep¨®sito de regulaci¨®n del flujo del gasoducto, a la vez que una estaci¨®n intermedia en la entrada en Espa?a del gas europeo, bien sea el sovi¨¦tico o el noruego. En este sentido, el gasoducto de Serrablo ser¨¢ construido pensando en el paso por el mismo del gas oscense y del europeo, as¨ª como el que, proveniente de la planta de regasificaci¨®n de Barcelona (que trata el licuado importado de Argelia y Libia) o de los yacimientos de Bermeo, tenga que ser almacenado por necesidades de servicio.

El gas de Bermeo

Un tercer pilar en este tri¨¢ngulo, que es -y ser¨¢ en los pr¨®ximos cinco o seis a?os- la estructura gas¨ªstica espa?ola, lo compone el gas de Bermeo, hasta el momento, las reservas espa?olas de un hidrocarburo m¨¢s prometedoras. Seg¨²n unas primeras estimaciones, el gas extra¨ªble de las dos bolsas localizadas en la costa cant¨¢brica puede alcanzar los 8.000 millones de metros c¨²bicos, es decir m¨¢s de tres a?os de suministro ininterrumpido de gas natural al pa¨ªs entero, a los consumos actuales.Si bien es cierto que el gas de Bermeo resultar¨¢ m¨¢s caro que el de Serrablo, dada su localizaci¨®n en un mar tan poco tranquilo como el Cant¨¢brico, las inversiones previstas para su comercializaci¨®n -del orden de los 44.000 millones de pesetas, casi el triple de las necesarias en Serrablo- no son excesivas considerando las posibilidades del campo. Seg¨²n fuentes del INH, los cuatro sondeos realizados en la costa cant¨¢brica han resultado positivos, y han permitido delimitar una bolsa importante (la llamada Gaviota) y localizar otra, la Albatros. Entre ambas, las reservas estra¨ªbles pueden alcanzar los 8.000 millones de metros c¨²bicos, aunque todo indica que se puede superar dicha cantidad.

En estos momentos, la empresa operadora del campo, Eniepsa, se dispone a iniciar las primeras pruebas de producci¨®n, que, a lo largo de un mes, servir¨¢n para establecer las primeras cifras fiables sobre el volumen de gas contenido en el Cant¨¢brico. Hasta la fecha, Eniepsa ha pinchado en cuatro lugares diferentes, a unos doce kil¨®metros de la costa vasca, con una, distancia entre cinco y doce kil¨®metros entre cada uno, en los que se ha localizado gas natural a una profundidad m¨¢xima de 2.500 metros.

La mitad del consumo espa?ol

A medio plazo, y seg¨²n estimaciones fiables, la producci¨®n de Serrablo y Bermeo puede suministrar casi la mitad de los consumos de gas en Espa?a. El per¨ªodo en que estos dos sumnistros nacionales pueden estar en activo es dif¨ªcil de determinar, seg¨²n se?alan las fuentes consultadas, pero, a la luz de la informaci¨®n disponible sobre vol¨²menes de reservas, es probable que sea de un decenio.Esto coloca al gas sovi¨¦tico, a juicio de algunos expertos, en un segundo plano o, por lo menos, como una alternativa secundaria. No hay que olvidar que el gas que venga a trav¨¦s de la conexi¨®n europea, sea sovi¨¦tico o noruego s¨®lo ser¨¢ necesario cuando los consumos de gas natural en Espa?a alcancen unos vol¨²menes pr¨¢cticamente el doble o el triple de los actuales. Sin embargo, este nivel de consumo es improbable que se alcance a corto, e incluso a medio plazo.