95 poblaciones de diez provincias, en 'alerta roja' por falta de suministro de agua
Amplias zonas de Espa?a est¨¢n sin agua. La sequ¨ªa afecta sobre todo a la agricultura pero, con frecuencia, tambi¨¦n a la poblaci¨®n. Miles de personas pasan, literalmente, sed. Los grifos est¨¢n secos y muchas de las necesidades elementales sin cubrir. A las 219.495 personas en situaci¨®n de alerta roja, de 95 poblaciones en diez provincias, hay que a?adir 100.653 de 42 poblaciones en alerta azul y 47.500 de 21 poblaciones en alarma verde. Las provincias m¨¢s afectadas son las dos extreme?as -especialmente Badajoz-, Granada y Ciudad Real. Tarragona tiene un n¨²mero alto de habitantes afectados por la falta de agua -92.466 en trece poblaciones-, pero se trata de un problema especial, de inadecuada infraestructura hidr¨¢ulica, aunque tienen recursos de agua.En el Plan Agua Roja para protecci¨®n de bienes y personas en caso de grave carencia de agua para el consumo inciden los ministerios de Obras P¨²blicas y Urbanismo, Agricultura, Defensa, Industria, Presidencia, Administraci¨®n Territorial e Interior y el Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa. El plan tiene un desarrollo provincial espec¨ªfico, en funci¨®n de las necesidades territoriales.
Sistema de emergencia
Los pasos a seguir para la puesta en funcionamiento del Plan Agua Roja se inician cuando la Comisi¨®n Interministerial de Planificaci¨®n Hidrol¨®gica comunica a la Direcci¨®n General de Protecci¨®n Civil, del Ministerio del Interior, los baremos, m¨ªnimos de su ministro de aguas a la poblaci¨®n, industrias y servicios, agricultura y ganader¨ªa, como base para la declaraci¨®n de emergencia l¨ªmite para la aplicaci¨®n del Plan.
A continuaci¨®n, la Direcci¨®n General de Protecci¨®n Civil comunica a los gobernadores civiles los baremos de suministro, al igual que hacen los servicios perif¨¦ricos de los departamentos afectados. Los gobernadores civiles deben informar con una previsi¨®n m¨ªnima de quince d¨ªas a la Direcci¨®n General de Protecci¨®n Civil sobre la situaci¨®n de emergencia l¨ªmite. Son, pues, ellos los responsables del Plan, junto con las delegaciones de los ministerios afectados y las autoridades municipiales y locales e, incluso, con los dirigentes auton¨®micos en aquellas comunidades que tengan competencias en la materia.
Para definir la situaci¨®n de carencia de agua existentes denominaciones o alarmas: verde, azul o roja. La primera, de previsi¨®n o realerta, se utiliza en situaciones en que los ¨ªndices de agua, disponible indican que, de no variar la situaci¨®n, en diez o quince d¨ªas se pasar¨¢ a alerta azul. Esta indica la necesidad de introducir controles en el suministro de agual para el consumo, industria y riegos del campo. Por ¨²ltimo, la alarma roja se4 refiere exclusivamente al agua de consumo de la poblaci¨®n, cuando, ante la escasez de agua, necesita ser apoyada desde fuera por traslados. Se entiende por agua de consumo la destinada a la poblaci¨®n, a usos sanitarios y a las industrias estrat¨¦gicas (servicios sociales como panader¨ªas o productoras de alimento animal).
Cuando un ayuntamiento se encuentra en alerta verde hace una previsi¨®n de consumo de agua antes de que sobrevenga una situaci¨®n de alerta azul. Los que est¨¢n en esta ¨²ltima situaci¨®n realizan sus previsiones de necesidades de apoyo por si sobreviniera la alerta roja.
Seg¨²n Enrique G¨®mez Palmero, subdirector general de Protecci¨®n Civil, "hay un mecanismo directo de cooperaci¨®n con las corporaciones locales para financiar el suministro de agua, mediante medios ajenos a la poblaci¨®n, como las cisternas. Creo que, en estos momentos, la poblaci¨®n espa?ola acogida a la gran red de embalses es inferior al 50% y el resto depende de sistemas de autoabastecimieto como aguas sub¨¢lveas o redes municipales, pero no se nutre de los grandes s¨ªstemas de cuencas". "El Ministerio de Defensa", sigue G¨®mez Palmero, "hace la log¨ªstica, con medios propios, a trav¨¦s de las capitan¨ªas generales, cuando los medios civiles no son suficientes.
Criterios objetivados de ayuda
La mec¨¢nica del Plan Agua Roja entra en marcha de una manera casi autom¨¢tica, pero no hay que olvidar que lo hace en una situaci¨®n deteriorada, porque el Plan no sustituye el agua no ca¨ªda, sino que se centra en tres objetivos: redistribuir el agua existente, compartir la que se tiene y apoyar a las poblaciones que carecen de ella".
Todo lo anterior significa, seg¨²n el representante del Ministeri¨® del Interior, inversiones importantes en infraestructura hidr¨¢ulica, apoyadas por las prospecciones que realiza el Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a y por una financiaci¨®n con cargo al Ministerio del Interior para transporte y compra de agua, "que en 1981 fue de 232 millones de pesetas y este a?o tendr¨¢ un volumen similar. Tambi¨¦n inciden los programas del Ministerio de Agricultura de ayudas y subvenciones orientadas a los da?os directos, as¨ª como un programa sanitario para la caba?a ganadera".
Enrique G¨®mez Palmero, subdirector general de Protecci¨®n Civil, no ve m¨¢s fallos en el sistema del Plan Agua Roja que los que puedan derivarse de la imprevisi¨®n de alg¨²n alcalde "que se haya olvidado de que no tiene reservas de agua". Reconoce que "perfecto no hay nada", pero insiste en que "hemos intentado homogeneizar la respuesta y tener criterios de ayuda a las poblaciones muy objetivados, para que no haya agravios comparativos".
Este a?o la situaci¨®n es mejor que el pasado, cuando dos anticiclones sobre N¨¢poles y las islas Azores impidieron que hubiera borrascas sobre la Pen¨ªnsula porque formaban una cu?a. La fecha de mayor deterioro y m¨¢xima escasez de agua fue el 14 de diciembre de 1981 y la situaci¨®n actual podr¨ªa calificarse de "medianamente mejorada", seg¨²n el representante de Protecci¨®n Civil. Este reconoce, no obstante, que "el Plan Agua Roja no ha resuelto el problema b¨¢sico, sino que ha reducido las consecuencias en base a administrar bien lo escaso y compartir lo existente".
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