Refer¨¦ndum en San Marino contrario a la igualdad femenina

San Marino, la rep¨²blica m¨¢s antigua del mundo y uno de los Estados m¨¢s peque?os de la tierra, celebr¨® el domingo el primer refer¨¦ndum de su historia. Los resultados se siguieron en un clima de expectaci¨®n. Se trataba de saber si las mujeres podr¨ªan casarse con un extranjero, es decir, con un italiano, sin pasar por la verg¨¹enza y la injusticia de perder todos sus derechos como ciudadanas.

La ley que impone este yugo escandaloso a las mujeres sanmarinenses fue votada en 1929, durante el fascismo, y nunca se aboli¨®. Los movimientos feministas lo exigieron en vano, hasta que una de ellas, Alfonsina Basinelli, present¨® demanda judicial contra el Estado. La gan¨® y, despu¨¦s de diez a?os de matrimonio, pudo recobrar su ciudadan¨ªa. Los democristianos pidieron que se hiciera un refer¨¦ndum popular para mantener o abolir la ley.

Las feministas han perdido la batalla, con gran gozo de los democristianos, liberales y socialdem¨®cratas, que hab¨ªan apoyado la campa?a a favor de la vieja legislaci¨®n fascista. S¨®lo los 7.000 sanmarinenses que viven fuera de la rep¨²blica y que fueron a votar el domingo, se pronunciaron contra la ley. El 68,84% votaron para que desapareciera. Los otros, los residentes en San Marino, apoyaron mayoritariamente (62,64%) la ley.

El resultado ha sido una sorpresa para todos y una desilusi¨®n para la izquierda, que gobierna el min¨²sculo Estado, y para los movimientos feministas. Los que se opon¨ªan al cambio lo hac¨ªan para que los capitales de San Marino no puedan desparramarse por el mundo si las mujeres del peque?o Estado se casan con extranjeros.

Los hombres podr¨¢n seguir contrayendo matrimonio con qui¨¦n quieran sin perder sus derechos.