Los bancos se moderan en su arrastre del mercado
Los bancos cedieron ayer discretamente en el ritmo trepidante que hab¨ªan imprimido a su carrera alcista, moderando sus ganancias y cediendo, parcialmente, el relevo en el dif¨ªcil empe?o de arrastrar tras de s¨ª al resto del mercado, el grupo qu¨ªmico, que, dentro de un reducido volumen de contrataci¨®n, ofreci¨® subidas de cierta consideraci¨®n en sus valores m¨¢s significativos, como eran petr¨®leo, energ¨ªas, aceros y explosivos.En general, las reuniones de ayer vinieron a poner de manifiesto la aparici¨®n de ciertos signos de indecisi¨®n entre los inversores, que hab¨ªan venido realizando algunas compras selectivas en las ¨²ltimas reuniones, tan pronto como los bancos han moderado el ritmo de sus ganancias, eso s¨ª, voluntariamente, porque no exist¨ªan mayores razones en las sesiones del martes y el mi¨¦rcoles que en la de ayer, para justificar la importancia de los avances.
Por su parte, los valores el¨¦ctricos contin¨²an sumidos en unas trayectorias ins¨ªpidas y, a pesar de los intentos que algunos grupos concretos realizan por activarlos, y posiblemente a consecuencia de la escasa convicci¨®n que estos mismos grupos manifiestan en su actuaci¨®n, las el¨¦ctricas se muestran a diario absolutamente incapaces de generar, y consolidar, avances de alguna significaci¨®n.
Un claro ejemplo de esto lo constituy¨® el comportamiento de Iberduero en las reuniones de ayer. Concretamente, en el mercado madrile?o comenz¨® contrat¨¢ndose al 45%, con un cierto br¨ªo, para, poco a poco, ir perdiendo pujanza como consecuencia de la endeblez de los intentos compradores, y terminar cerrando a este precio en los mercados de Madrid, Bilbao y Valencia, mientras que en Barcelona se logr¨® parcialmente el objetivo de mejorar posiciones, quedando, al cierre de las operaciones, al 45,5%.
Dragados contin¨²a centrando una buena parte de la atenci¨®n de los asistentes habituales a las reuniones por el peculiar comportamiento que est¨¢ mostrando a lo largo del per¨ªodo de su ampliaci¨®n de capital. Ayer, en Madrid, sus accciones se pagaron al 120% y sus cupones se establec¨ªan, en una posici¨®n de dinero sin operaciones, a 65 pesetas. Esto quiere decir que las acciones viejas valen 600 pesetas, mientras que el importe de los diez derechos de suscripci¨®n precisos para conseguir un t¨ªtulo nuevo representan 650 pesetas, sin contar con los gastos ni con ninguna de las otras diferencias que se puedan estimar. Es decir, que los cupones de Dragados, hoy en su ¨²ltimo d¨ªa, son objeto de una importante de manda, que algunos especialistas centran en unas ventas que apostaba a la baja de los precios de estos cupones, y que se realizaron en los primeros d¨ªas de la ampliaci¨®n. Si estos testimonios son ciertos, aquellas operaciones habr¨ªan sido realizadas sin contar totalmente con el soporte de los correspondientes derechos de suscripci¨®n, ya que lo que se pretend¨ªa era recomprarlos m¨¢s baratos de como fueron vendidos. Ahora, al t¨¦rmino de la operaci¨®n, existen dificultades para conseguirlos.
Con todo, los bancos siguen constituidos en el aut¨¦ntico alma mater del mercado. Su moderaci¨®n de ayer no se puede decir que respondiese exactamente a un cambio en las intenciones de los inversores, ya que sus saldos eran bastante similares a los que hab¨ªan venido ofreciendo a lo largo de las ¨²ltimas reuniones.
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