Gol en propia meta
El Real Madrid hace tiempo que dej¨® de ser una entidad con una organizaci¨®n mod¨¦lica. En tiempos pasados sol¨ªa decirse que Antonio Calder¨®n, desde la gerencia, marcaba goles tan importantes como los de Di St¨¦fano. Ahora ocurre que el Madrid marca goles en su propia porter¨ªa. La dimisi¨®n de De Carlos para poder ser candidato a la presidencia del club se ha producido de manera tan antirreglamentaria que algunos de los directivos que han dimitido podr¨ªan ser sancionados por la Federaci¨®n por abandono injustificado de sus funciones.De acuerdo con lo establecido, deben dimitir aquellos directivos que vayan a figurar en alguna. de las candidaturas. Quienes no se encuentran en esa situaci¨®n tienen obligaci¨®n de continuar en el club como gestores transitorios. Se puede dar la pintoresca paradoja de que un hombre como Francisco Mu?oz Lusarreta, que ha sido directivo durante varias d¨¦cadas y que por razones de salud no est¨¢ dispuesto a continuar en la entidad, sea sancionado federativamente. El final de Mu?oz Lusarreta, el ¨²ltimo p¨¢rrafo de su biograf¨ªa, puede ser un borr¨®n. Y Mu?oz Lusarreta tendr¨ªa esa mancha pese a su total inocencia. Un fallo burocr¨¢tico podr¨ªa ser objeto, incluso, de recurso de alguno de los candidatos, puesto que el nombramiento de Borrachero como presidente accidental es absolutamente an¨®malo.
Borrachero, que es presidente digital del Castilla, dado que debe su nombramiento a Luis de Carlos, se ha quedado en el club de valedor del dimisionario presidente. A Borrachero se le supone menos neutralidad que a cualquiera de los otros directivos de la entidad que han cesado de manera tan siniestra.
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