La dimisi¨®n de siete ministros socialistas provocar¨¢ la ca¨ªda del Gobierno italiano
Desde hoy, Italia vuelve a estar sin Gobierno. La crisis provocada por el partido socialista contra el Gabinete de Giovanni Spadolini, que ha sido en los ¨²ltimos cuarenta a?os el primer presidente de Gobierno no democristiano y no cat¨®lico, se presenta dif¨ªcil y larga, seg¨²n los observadores pol¨ªticos. Y nadie excluye la posibilidad de nuevas elecciones anticipadas. El presidente de la Rep¨²blica, Sandro Pertini, regres¨® ayer a Roma y dijo a los periodistas que la crisis le hab¨ªa cogido de sorpresa, y que le dol¨ªa, sobre todo, porque despu¨¦s de un a?o tan ajetreado le imped¨ªa tomarse unos d¨ªas de merecidas vacaciones.
La crisis de Gobierno result¨® inevitable cuando la direcci¨®n del partido socialista confirm¨® ayer la decisi¨®n de retirar del Gobierno de centro-izquierda a sus siete ministros. Y con este gesto, los socialistas han impedido tambi¨¦n que el presidente de la Rep¨²blica, Sandro Pertini, pudiera mandar a Spadolini a las dos c¨¢maras del Parlamento para pedir un voto de confianza: "Si los ministros se han ido", dijo Pertini, "todo es in¨²til, ya que Spadolini no puede pedir la confianza para s¨ª mismo. El voto de confianza lo pide el Gobierno, y ¨¦ste ya no existe".Todo hab¨ªa empezado el pasado jueves, en la votaci¨®n secreta del Parlamento, que dej¨® en minor¨ªa al Gobierno al votarse un importante decreto ley presentado por el ministro de Finanzas, el socialista Rino Formica. Se trataba de un decreto que impon¨ªa sacrificios fiscales importantes a los petroleros y a los profesionales del comercio. M¨¢s de setenta, entre diputados y senadores, casi todos democristianos, desobedeciendo las consignas de sus partidos, votaron contra el decreto, con gran satisfacci¨®n de los petroleros.
Grupos de presi¨®n
La respuesta de los socialistas fue inmediata. Como afirm¨® el secretario del partido, Bettino Craxi, el Gobierno no puede continuar en pie cuando en el momento crucial de aprobar la nueva ley econ¨®mica, que pide sacrificios muy grandes a todos los ciudadanos, grupos de presi¨®n se amparan en el secreto del voto para boicotear los acuerdos ya establecidos por los partidos que forman el Gobierno. Craxi a?adi¨® que, en realidad, lo ocurrido en el Parlamento fue s¨®lo un pretexto para los socialistas, ya que el descontento dentro de la mayor¨ªa que apoyaba al Gobierno Spadol¨ªni era, desde hace meses, muy grande.
Los democristianos hab¨ªan tratado desde la noche del jueves, aunque sin ¨¦xito, de evitar la crisis en un momento tan delicado para la econom¨ªa del pa¨ªs. De hecho, la Bolsa, que hab¨ªa empezado a resurgir, dio ayer un baj¨®n de cinco puntos, a los que hay que a?adir los cuatro de la v¨ªspera.
Parece ser que el problema de fondo es que los socialistas desean cuanto antes elecciones anticipadas. Por varios motivos: para no comprometerse con la Democracia Cristiana en la aprobaci¨®n de una ley econ¨®mica que pide sacrificios enormes a la gente; para evitar que la misma ley, presentada por el Gobierno Spadolini, pudiera caer gracias a la oposici¨®n dur¨ªsima anunciada por el partido comunista y que pod¨ªa haber sido apoyada por los rebeldes an¨®nimos del Parlamento, y para no dar tiempo al nuevo secretario de la Democracia Cristiana, el joven y din¨¢mico Ciriaco de Mita, a reorganizar sus filas con vistas a las elecciones de 1984. Y, por ¨²ltimo, para poder celebrar elecciones antes de que se acaben los trabajos de la comisi¨®n parlamentaria que est¨¢ indagando sobre la logia mas¨®nica de Licio Gelli, la Propaganda Due (P-2), en la que est¨¢n implicados socialistas de gran prestigio.
Todos los sondeos de opini¨®n p¨²blica dan como seguro un incremento de los votos socialistas en caso de que se celebraran elecciones inminentes. La crisis se anuncia larga, porque, ante la posibilidad de comicios anticipados, que se celebrar¨ªan en octubre, todos los partidos querr¨¢n estar en el Gobierno para gestionarlos con mayor fuerza pol¨ªtica y econ¨®mica.
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