Libertad de expresi¨®n en el Pa¨ªs Vasco
La hist¨¦rica campa?a desatada por Herri Batasuna -s¨®lo maneja insultos, no argumentos- contraPasa a la p¨¢gina 7 Viene de la p¨¢gina 6
uno de los periodistas m¨¢s honestos y respetados del Pa¨ªs Vasco, como es Ander Land¨¢buru, supone la ¨²ltima muestra del clima de coacci¨®n en que tienen que desarrollar su trabajo nuestros colegas del Norte.
Si el asesinato de Portell marc¨® un hito siniestro, dando paso a una amedrentada autocensura en el tratamiento de las actividades etarras, cotidianamente -de forma menos espectacular y tr¨¢gica, pero igualmente efectiva- el mecanismo del miedo contin¨²a siendo alimentado a costa de la libertad de expresi¨®n.
Los informadores vascos est¨¢n acostumbrados al ¨¦nfasis con que los portavoces de Herri Batasuna subrayan en sus comparecencias p¨²blicas el "esperamos que recoj¨¢is con fidelidad lo que aqu¨ª s¨¦ ha dicho y le deis el tratamiento adecuado". De sobra saben que el modelo es el diario Egin, que cada ma?ana trastoca a los asesinos en gudaris.
Tambi¨¦n est¨¢n acostumbrados a los susurros de la claque que interviene sistem¨¢ticamente cada vez que un periodista de alma independiente tiene la osad¨ªa de plantear alguna pregunta inconveniente en las conferencias de Prensa que ofrecen los c¨®mplices pol¨ªticos de ETA.
El vigor y la claridad con que ha irrumpido el diario Tribuna Vasca y la contundencia con que se ha producido el rotundo movimiento de solidaridad profesional en torno a Land¨¢buru son dos estupendos s¨ªntomas de que entre los j¨®venes periodistas vascos existe una enorme ansia de sacudirse las cadenas de este nuevo fascismo, para no servir sino a los propios ideales de libertad.
, 10 de agosto
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