El control de las multinacionales en Espa?a
No vamos a hacer un manifiesto contra las empresas multinacionales, antes al contrario, ya que creemos que aportan muchos aspectos positivos. Pero, de la misma forma que su participaci¨®n en la econom¨ªa es creciente, el Gobierno debe progresar paralelamente en el control de las mismas, a fin de salvaguardar los intereses nacionales y la soberan¨ªa del consumidor.En sus aspectos positivos, las empresas multinacionales generalmente aportan inversi¨®n al pa¨ªs, creaci¨®n de puestos de trabajo, alta tecnolog¨ªa, honestidad fiscal y ejemplo en cuanto a las modernas t¨¦cnicas de la gesti¨®n de empresas. Y todo esto es importante para Espa?a y para cualquier pa¨ªs. Pero no olvidemos que sus centros de decisi¨®n se encuentran en Nueva York, Par¨ªs, Francfort o Tokio, y que sus intereses y decisiones ir¨¢n directamente a explotar al m¨¢ximo a aquellos pa¨ªses que m¨¢s posibilidades den.
Espa?a es hoy uno de estos pa¨ªses. Pocas naciones en v¨ªas de desarrollo permiten que el capital extranjero sea mayoritario como en Espa?a, cuya legislaci¨®n al efecto es muy permisiva. Y, salvo raras excepciones, en los casos en que se permite la mayor¨ªa al capital extranjero, se exigen grandes compensaciones a cambio o restricciones de otro tipo. A veces, estas compensaciones tambi¨¦n son exigidas en Espa?a, pero con poco rigor, y, en la pr¨¢ctica, el control de su verdadera realizaci¨®n no es lo eficaz que, ser¨ªa de desear, gozando la empresa extranjera de muchas m¨¢s ventajas y, sin duda, de mucho m¨¢s poder que el empresario espa?ol, quien observa una desigualdad de trato y de favores que contribuye, a¨²n m¨¢s, a la p¨¦rdida de iniciativas empresariales aut¨¦nticamente espa?olas.
Es necesario, pues, por parte de la Administraci¨®n, fomentar la inversi¨®n en Espa?a, nacional o extranjera, pero con igualdad de posibilidades y, sobre todo, sometiendo a un control m¨¢s estricto a las empresas multinacionales en Espa?a para que realmente beneficien al pa¨ªs. En este sentido, es preciso un c¨®digo de conducta exigible a la empresa multinacional, as¨ª como una vigilancia estrecha de las acciones y componendas que vayan contra los intereses de la naci¨®n, de sus empresarios y de sus consumidores.
Es necesaria una estricta legislaci¨®n muy restrictiva respecto al pago de royalties, transferencias de tecnolog¨ªa y a la distribuci¨®n de dividendos. Debe exigirse a la empresa extranjera una nacionalizaci¨®n de la producci¨®n cada vez m¨¢s elevada, disminuyendo las importaciones. Deben controlarse los precios de compra y de venta que se practican entre filiales de una misma, empresa multinacional, ya que es una f¨®rmula habitual de dumping y de trasvase de divisas y de beneficios hacia los pa¨ªses que m¨¢s interesa en cada momento. Debe exigirse una balanza comercial positiva, a fin de evitar simples empresas comerciales con. poca industrializaci¨®n local. Debe fomentarse que la nacionalizaci¨®n progresiva de la empresa afecte tambi¨¦n a los ejecutivos y t¨¦cnicos y no sean cotos cerrados de extranjeros residentes en Espa?a. Debe protegerse al comercio detallista espa?ol de las grandes multinacionales de la distribuci¨®n, que, por no existir normas restrictivas a sus actividades, como tienen todos los pa¨ªses, se encuentra indefenso e impotente para poder competir, ante la falta de una legislaci¨®n eficaz contra la competencia desleal.
Estoy en condiciones de poder afirmar que todos estos controles no existen en Espa?a y que en los casos en que existen no se han puesto los medios para que el control sea eficaz.
He aqu¨ª un amplio campo de trabajo legislativo para nuestros diputados, mucho m¨¢s ¨²til para la econom¨ªa del pa¨ªs y para los empresarios espa?oles que los miles de horas que se han dedicado a legislar otros aspectos mucho m¨¢s banales. El orden de prioridades del pa¨ªs exige la promoci¨®n y el aliento a la actividad inversora nacional y extranjera, pero esta ¨²ltima, siempre dentro de un marco que asegure el balance positivo para Espa?a, y no s¨®lo favorecer un enclave for¨¢neo con un centro de decisiones omnipotente en Par¨ªs, Nueva York, Londres o Francfort.
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