Descubierta en Zaragoza una construcci¨®n precristiana ¨²nica en la cultura ib¨¦rica
Un edificio construido en el siglo III a. de C., con muros de adobe de 5 metros y columnas en el frontal, ha aparecido, en excelente estado de conservaci¨®n, en las excavaciones que se realizan en Botorrita, localidad cercana a Zaragoza. Las dimensiones de la construcci¨®n, su estado de conservaci¨®n trat¨¢ndose de adobe y la forma del edificio hacen que sea un ejemplar ¨²nico en la cultura occidental.
Botorrita, localidad cercana a Zaragoza, fue la antigua Contrebia Belaisca, la ciudad m¨¢s importante de la cultura ib¨¦rica de la zona. Seg¨²n el catedr¨¢tico Antonio Beltr¨¢n Mart¨ªnez -director del grupo de la Universidad de Zaragoza que efect¨²a los trabajos-, hasta ahora s¨®lo se conoc¨ªan peque?os restos de arquitectura ib¨¦rica, y es la primera vez que aparece un edificio pr¨¢cticamente completo. La singularidad del hallazgo no s¨®lo reside en este hecho; las dimensiones de la construcci¨®n, su estado de conservaci¨®n trat¨¢ndose de adobe y la forma del edificio lo hacen un ejemplo ¨²nico en la cultura occidental. "S¨®lo podr¨¢n encontrarse ciertas similitudes en Oriente Pr¨®ximo pero de una ¨¦poca dos mil a?os anterior, por lo que no es probable que exista relaci¨®n", afirma Antonio Beltr¨¢n.
En lo alto de un cerro
El edificio pudo ser el principal de car¨¢cter p¨²blico de la antigua ciudad -seguramente la curia civil-. Est¨¢ situado en lo alto del cerro desde donde se supone se extend¨ªa la acr¨®polis hasta el r¨ªo Huerva. Consta de cinco estancias distribu¨ªdas en forma de abanico, con una anchura m¨¢xima de tres metros cada una. Los muros, que se mantienen en pie- tienen casi cinco metros.En el frontal figuran, firmemente asentadas, tres columnas -m¨¢s anchas en la base que en el extremo- y las bases de otras dos. Las columnas y capiteles de la planta superior del edificio -los datos permiten asegurar que ten¨ªa dos plantas- han aparecido tambi¨¦n, y con inscripciones ib¨¦ricas. Todas las habitaciones conservan la puerta y en el interior se han hallado bolas de catapulta de hasta 75 centimetros de per¨ªmetro, utilizadas en alguna de las tres destruciones que sufri¨® la ciudad.
Los trabajos de excavaci¨®n en Botorrita abarcan ya siete campa?as, desde que la construcci¨®n de una f¨¢brica en la localidad pusiera al descubierto -y arrasara en buena parte- el tesoro arqueol¨®gico que guardaba bajo su suelo. En Botorrita se han encontrado restos de enorme valor, como el llamado bronce de Contrebia, de texto latino y graf¨ªa republicana anterior a la ¨¦poca de Augusto y que est¨¢ fechado en el a?o 87 a. de C. En ¨¦l puede leerse con claridad el texto de una sentencia del Senado de esta comunidad, que actu¨® de ¨¢rbitro entre Salduie (Zaragoza) y Arag¨®n por un litigio de aguas.
El bronce ib¨¦rico de finales del siglo II a. de C., la ib¨¦rica pintada, la campaniense, ¨¢nforas, monedas y peque?os objetos -como punzones de hueso para escribir- son otros hallazgos de importancia que han permitido conocer numerosos datos de esta ¨¦poca.
Ciudad con prestigio
Contrebia Belaisca fue una ciudad ib¨¦rica -aunque sus gentes hablaban el idioma celtib¨¦rico- que acu?¨® moneda y que tuvo gran prestigio en la zona. Probablemente sufri¨® una primera destrucci¨®n en el a?o 195 a. de C., durante las campa?as de Cat¨®n. La segunda, en el 74, a consecuencia de las guerras sertorianas. La tercera y definitiva fue en el a?o 411, despu¨¦s de la victoria de C¨¦sar sobre los pompeyanos en L¨¦rida: la ciudad fue incendiada -eso podr¨ªa explicar la conservaci¨®n del adobe-, y sus habitantes, expulsados.Las huellas de todo ello aparecen en los trabajos de investigaci¨®n realizados por el equipo que dirige el profesor Beltr¨¢n Mart¨ªnez, a quien todav¨ªa queda mucho por hacer. Muy pr¨®ximo al edificio rescatado ahora aparece otro circular -que podr¨ªa ser de una ¨¦poca anterior incluso- pendiente a¨²n de excavaci¨®n.
El problema principal, al margen del presupuesto, radica en la falta de protecci¨®n de todo, el conjunto: trece bolas de catapulta -de gran peso- e innumerables peque?os objetos han desaparecido a manos de excavadores aficionados.
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