La renta del sacrificio
Hay euforia y optimismo contenido en la selecci¨®n. Se dice que no se deben lanzar las campanas al vuelo y se habla constantemente de que el triunfo sobre Estados Unidos fue producto de un buen trabajo y de mucho sacrificio. Es cierto. Un sacrificio apetecible y rentable, por otra parte, al que se apuntar¨ªa cualquier espa?olito de a pie. Los protagonistas gozan de fama y son generosamente compensados. Tampoco hay que hacerles h¨¦roes, porque quiz¨¢ ma?ana son sacrificados.Las campanas al vuelo s¨ª se pueden lanzar, aunque no se consiga una medalla, aunque no se consigan buenos resultados. Las campanas al vuelo se pueden lanzar no por el tiriunfo ante los norteamericanos, ;sino por el trabajo realizado par,a llegar hasta a ese triunfo y por la forma en que se produjo. No se puede estar pendiente de un resultado.
Si los paname?os no hubieran fallado tres tiros consecutivos en los ¨²ltimos segundos, ahora todo ser¨ªa muy diferente. No es justo. El equipo es el mismo. Algo parecido se puede decir de Antonio D¨ªaz-Miguel. Afirmar, despu¨¦s del partido, que, con esa victoria, el seleccionador el espa?ol se hab¨ªa consagrado, no es, cierto y s¨ª in-justo. Tan injusto como hablar de fracaso y pedir su cabeza ya hubo claras insinuaciones en el europeo de 1977, en B¨¦lgica- si el equipo espa?ol[, en vez de estar en Cali, estuviese en C¨²cuta disputando los ¨²ltimos lugares. A estas alturas, D¨ªaz-Miguel no necesita victoria alguna para consagrarse. Vale o no vale.
Otra faceta del sacrificio y de su renta es Chicho Sibilio. Juega bien y corre como nunca. Su concurso sacrific¨® a los compa?eros, que saben que el azulgrana cobra bastante m¨¢s que ellos y lo han aceptado. No va, esto en contra del jugador de color, que hace valer lo que ¨¦l piensa que son sus derechos por su nacionalizaci¨®n. D¨ªaz-Miguel puso los puntos sobre las ¨ªes antes de Colombia.
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