El cine espa?ol recibe una acogida m¨¢s que aceptable en el Festival de Montreal
La interpretaci¨®n de Fassbinder en el papel de polic¨ªa corrupto dividi¨® las opiniones
ENVIADO ESPECIALVeintiuna pel¨ªculas en competici¨®n (de las que dos, Volver a empezar y Hablamos esta noche, son espa?olas), diez homenajes -a Fassbiader, Romy Sehneider, Barban Stanwyek, Joan Fontalne, Kathryn Grayson, John Barrymore, Lana Tarner, Bette Davis, Katharine Hepburn y Norman McLaren-, una muestra especial del espa?ol con nueve pel¨ªculas m¨¢s, una secci¨®n fuera de concurso y otra dedicada al cine de nuestros d¨ªas", junto a una selecci¨®n del joven cine latinoamericano, forman el conjunto del VI Festival Cinematogr¨¢fico de Montreal que se celebra estos d¨ªas en la capital canadiense. La acogida que ha encontrado el cine espa?ol ha sido m¨¢s que aceptable.
La proyecci¨®n oficial de la pel¨ªcula de Jos¨¦ Luis Garci Volver a empezar en el VI Festival Internacional de Montreal consech¨® un gran aplauso. Un p¨²blico que no abarrotaba la sala, como en proyecciones anteriores, celebr¨® el tono nost¨¢lgico del director espa?ol, que hab¨ªa presentado el aflo anterior su pel¨ªcula El crack. La Prensa canadiense se?ala el car¨¢cter lacrim¨®geno de la pel¨ªcula, pero valora su intento de reivindicar a la generaci¨®n perdida de la guerra espa?ola. No ha tenido, pues, mal papel la primera pel¨ªcula espa?ola que participa en la competici¨®n del festival, pero no ha despertado los entusiasmos de Brimstone, el filme ingl¨¦s interpretado por el solista del conjunto rock The Police, cuya conferencia de Prensa alberg¨® tambi¨¦n a buen n¨²mero de admiradores del cantante. En esta pel¨ªcula de Richard Loncraine, el cantante Sting interpreta el papel de un joven perverso que perturba la vida de una extra?a familia, como el protagonista de Teorema lo hac¨ªa en la obra de Pasolini.Las conferencias de Prensa convocadas hasta la fecha por el cine espa?ol han tenido, en cambio, un ambiente ¨ªntimo. Oscar Ladoire, que ha presentado en el festival, fuera de concurso, su primer largometraje como director, A contratiempo, trat¨® de superar el escaso inter¨¦s del coloquio con un an¨¢lisis pesimista de la industria del cine espa?ol, t¨¦rminos en los que fue af¨ªn Jos¨¦ Luis Garci y hasta Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, que no pudo negar la necesidad de exportaci¨®n de nuestro cine. Mal empe?o tienen, sin embargo, los productores espa?oles, cuya ausencia en el festival es otra vez evidente. Cuando se proyecte el filme de Pilar Mir¨®, Hablamos esta noche, y se celebre una definitiva conferencia de Prensa con todos los cincastas espa?oles presentes en el festival, existir¨¢ una mejor ocasi¨®n para calibrar eI aut¨¦ntico eco de nuestro cine en la convocatoria de Montreal.
Exito australiano
El apasionamiento de los espectadores se ha volcado en una pel¨ªcula australiana, El hombre de r¨ªo Sonowy, western pac¨ªfico y po¨¦tico, en los ant¨ªpodas de la violenta est¨¦tica de Mad Max 2. Los directores de ambas pel¨ªculas se llaman George Miller, pero bien insisti¨® el productor del western presentado fuera de concurso en Montreal que se trataba de dos cineastas distintos. El inter¨¦s por Ia cinematograf¨ªa australiana contin¨²a, pues, en alza. Pocas pel¨ªculas como ¨¦sta han sido tan aplaudidas en el festival que, de cualquier manera, tiene sus ojos puestos en Querelle, el ¨²ltimo filme dirigido por Fassbinder, que ser¨¢ presentado fuera de la competici¨®n. Al mismo tiempo, se proyectar¨¢n dos mediometrajes filmados durante la realizaci¨®n de esta obra p¨®stuma del director alem¨¢n.Como primera toma de contacto con este nuevo mito, la conferencia de Prensa sobre Kamikaze 1989 de Wolf Green, en la que Rainer W. Fassbinder intervino s¨®lo como actor, se transform¨® en un homenaje a la memoria del director desaparecido. La pel¨ªcula ha dividido las opiniones, pero concit¨® el inter¨¦s de todos al ser Fassbinder su actor protagonista. Quiz¨¢ sea precisamente ese el error principal de la pel¨ªcula. Aunque Fassbinder pudiera dar con exactitud la imagen de polic¨ªa corrupto, al estilo de Welles en Sed de mal, su imagen carec¨ªa de atractivo suficiente para justificar su presencia en el filme; la c¨¢mara, sin embargo, parece tener una opini¨®n distinta, al seguir exhaustivamente las peripecias del personaje de forma obsesiva y cansina.
Un p¨²blico numeroso y primordialmente joven abarrota las cinco salas, donde desde las nueve de la ma?ana comienzan a proyectarse las pel¨ªculas. El precio de cada entrada oscila entre las cuatrocientas y quinientas pesetas. Excelentes proyecciones y una buena organizaci¨®n son, finalmente, los atributos de este festival, dedicado, como dice el programa, a la actriz Ingrid Bergman, de quien, no obstante, no se proyecta pel¨ªcula alguna.
Los problemas surgidos entre el director del festival, Serge Losique, y los distribuidores canadienses parecen haberse reducido a la retirada de Fritzcarraldo, de Werner Herzog, y Dulces horas, de Carlos Saura. De cualquier forma, es probable que, una vez acabada la muestra cinematogr¨¢fica, contin¨²e desarroll¨¢ndose la batalla iniciada por el propio director del festival, al haberse aliado con la Gaumont francesa y la multinacional Columbia, coartando as¨ª la posibilidad comercial de los pequefios distribuidores.
La existencia de crispaciones se not¨® cuando, bajo el anagrama de Gaumont, se present¨® en competici¨®n Los fantasmas del sombrerero, de Claude Chabrol, pel¨ªcula que ya hab¨ªa sido rechazada en Cannes.
Al margen de su escasa calidad -dentro, siempre, del buen hacer de Chabrol, carente, en esta ocasi¨®n, de una buena historia que contar, aunque est¨¦ basada en una novela de Simenon-, el p¨²blico aplaudi¨® o silb¨® las siglas de la Gaumont, tomando partido en el conflicto. Nada de ¨¦l, sin embargo, enturbia las proyecciones.
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