El Ministerio de Econom¨ªa quiere evitar la salida legal masiva de capitales al extranjero
La decisi¨®n del Ministerio de Econom¨ªa de suspender, durante seis meses, la posibilidad de que los inversores privados espa?oles pudieran comprar t¨ªtulos de renta fija emitidos en divisas por empresas espa?olas u organismos internacionales de car¨¢cter multilateral de los que nuestro pa¨ªs forme parte supone, a juicio de sectores financieros especializados, "la pr¨¢ctica desaparici¨®n de esta modalidad de inversi¨®n en el exterior, que hab¨ªa empezado a tener una cierta importancia en los seis primeros meses de este a?o".
Otros c¨ªrculos financieros han se?alado que no se puede hablar de freno a la liberalizaci¨®n del sistema financiero espa?ol, sino, por el contrario, de aut¨¦ntico cerrojazo a la salida legal de dinero privado al exterior. Todos los consultados afirman que a pesar de que el decreto por el que se permit¨ªa que los inversores privados espa?oles adquirieran estos valores por cuant¨ªa ilimitada entr¨® en vigor en septiembre de 1979, durante los dos a?os siguientes apenas s¨ª hab¨ªa sido utilizado, produci¨¦ndose unos aumentos importantes a lo largo del a?o actual, que ahora han sido suprimidos.Aunque la disposici¨®n de Econom¨ªa fija un per¨ªodo de suspensi¨®n de seis meses, hasta primeros de a?o, lo cierto es, seg¨²n fuentes consultadas, que ¨¦sta tiene todos los visos de convertirse en definitiva. Va a ocurrir, comentaron, lo mismo que en Italia. All¨ª tambi¨¦n se empezaron a autorizar salidas al exterior en este tipo de inversiones, pero lo hicieron en cantidades mucho m¨¢s importantes; el freno puesto en aquel pa¨ªs consisti¨® en que todo aquel que quisiera comprar bonos en divisas ten¨ªa que colocar el equivalente a la mitad de su inversi¨®n en el exterior en el Banco de Italia en una cuenta que no produc¨ªa intereses. La rentabilidad de este tipo de operaciones combinadas era tan peque?a, que acab¨® suspendiendo totalmente la demanda de inversiones en monedas extranjeras. El Ministerio de Econom¨ªa ha elegido otra v¨ªa: que sea preciso solicitar autorizaci¨®n de la Direcci¨®n General de Transacciones Exteriores, la cual ya ha comunicado, oficiosamente, a los bancos que act¨²an como intermediarios, en estas operaciones que se abstengan de solicitarlas porque no ser¨¢n autorizadas.
Entre las instituciones financieras que han venido realizando este tipo de operaciones no ha ca¨ªdo bien la disposici¨®n tomada por Econom¨ªa, ya que piensan que, si bien durante 1982 hab¨ªa crecido bastante la demanda para este tipo de inversiones, canalizadas principalmente hacia los bonos del Banco Mundial y la salida al exterior que el Reino de Espa?a hizo a primeros de a?o por valor de cien millones de d¨®lares y un tipo de inter¨¦s del 15,75%, lo cierto es que el volumen no era tan importante como para pensar en un grave quebranto al nivel de reservas exteriores de la econom¨ªa espa?ola.
Los temores al cambio
Lo cierto, reconocen fuentes financieras, es que se han producido ¨²ltimamente ¨®rdenes que se han desmadrado. A algunos bancos muy importantes se les han encargado compras por valor de 45 millones de d¨®lares -unos 5.000 millones de pesetas- por parte de inversores individualizados, mientras que el volumen mensual de todas las operaciones realizadas giraba en tomo a los 2.000 millones de pesetas. Son este tipo de salidas al exterior las que parece han preocupado a Econom¨ªa y han provocado la suspensi¨®n temporal de las mismas. Aunque el procedimiento era legal, parece que podr¨ªa tratarse de intentos de colocar dinero en el exterior a la luz de los acontecimientos pol¨ªticos que se avecinan.La inestabilidad pol¨ªtica, unida a la debilidad de la peseta durante el ¨²ltimo a?o y la alta cotizaci¨®n del d¨®lar, lo que proporciona una alta rentabilidad directa a este tipo de inversiones, han sido, seg¨²n expertos consultados, las causas que han propiciado el aumento de demanda de estas inversiones en divisas. Era la forma legal de mantener en rendimientos reales positivos diversos fondos de ahorradores privados, que ahora tendr¨¢n que buscar una rentabilidad dentro de los mercados nacionales o elegir la v¨ªa de la salida ilegal de monedas.
Fuentes del Ministerio de Econom¨ªa han se?alado que la decisi¨®n tomada obedece m¨¢s al ritmo de crecimiento de estas operaciones, que totalizaban 11.500 millones de pesetas en los seis primeros meses del a?o, al elevado grado de rentabilidad obtenido por las mismas durante 1981, que hac¨ªa tender a la baja a la cotizaci¨®n de la peseta respecto a las dem¨¢s monedas y a los temores de que se pudiera producir, durante la segunda mitad del a?o, un crecimiento a¨²n mayor que pusiera en peligro todo el equilibrio inestable de la balanza de pagos, que se viene registrando.
La rentabilidad real obtenida por una operaci¨®n iniciada durante 1981 oscila entre el 40% y el 50%, en funci¨®n del momento en que se compraran estos eurobonos y la fecha de venta y su conversi¨®n otra vez en pesetas. A los intereses percibidos por los bonos hay que a?adir la depreciaci¨®n de la peseta, respecto al d¨®lar a lo largo de 1981 y de lo que va transcurrido del actual. Por ello, aunque la inversi¨®n en este tipo de t¨ªtulos en divisas ten¨ªa como limitaci¨®n que no se pod¨ªa volver a vender dentro del primer a?o, la rentabilidad alcanza esas cifras, consideradas excesivas por las autoridades econ¨®micas.
M¨¢xime cuando, como ha ocurrido este a?o, los bonos comprados correspond¨ªan en buena parte a emisiones de instituciones o empresas espa?olas. De los 11.500 millones de pesetas invertidos en el primer semestre del a?o, algo m¨¢s de 3.000 millones de pesetas se destinaron a comprar, t¨ªtulos de emisiones espa?olas, principalmentre a la del Reino. "Es un contrasentido", afirmaron fuentes de Econom¨ªa, "que una empresa o el propio Reino de Espa?a obtenga parte del ahorro interno que necesita a trav¨¦s de emisiones en el exterior que, aparte de resultar m¨¢s caras en los momentos actuales, debilitan la posici¨®n de la peseta de forma importante".
Fuentes del Ministerio de Econom¨ªa aceptaron que esta ¨²ltima medida adoptada era el colof¨®n a las anteriores, cuyo objetivo b¨¢sico es impedir que a finales de a?o se produzca un descenso en el nivel de reservas en divisas superior a los 2.000 millones de d¨®lares. Como quiera que, a pesar de la mejor¨ªa de la balanza comercial, el saldo de la balanza de pagos arroja resultados negativos, que se traducen autom¨¢ticamente en una reducci¨®n de las reservas, Econom¨ªa decidi¨® a finales del primer trimestre adoptar las disposiciones necesarias para frenar en lo posible esta salida neta de monedas.
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