Espa?a cay¨® dignamente ante la URSS
ENVIADO ESPECIAL La selecci¨®n, en su af¨¢n de disputar la final, sali¨® dispuesta a todo, pero no pudo con la URSS. La derrota hay que calificarla de normal. Esta vez no ocurri¨® como frente a Yugoslavia. El equipo espa?ol cay¨® dignamente, y en el parcial del segundo tiempo venci¨® por un punto. En los primeros veinte minutos los sovi¨¦ticos se mostraron arrolladores e impecables en los lanzamientos de media distancia y en los rebotes bajo los tableros.
No hicieron una concesi¨®n. Por su parte, Espa?a estuvo imprecisa e insegura y perdi¨® m¨¢s balones de los habituales. Esto que siempre es grave, frente al poder¨ªo de la URSS resulta irreparable.
Es dif¨ªcil jugar frente a la URSS con la ¨²nica idea de ganar, con la necesidad de tener que hacer dos puntos cada vez que se ataca y de evitar que los hagan cuando se defiende. Gomelski, que en ning¨²n momento se confi¨®, tiene mucho equipo, muchos cent¨ªmetros, mucha envergadura, mucha potencia y mucha fuerza en sus manos. Tkatchenko, bajo el aro y Knomitchious desde fuera, tuvieron su d¨ªa. Ninguno de los dos hab¨ªa hecho tantos puntos en los anteriores partidos. Con los del gigante se pod¨ªa contar, con los del alero, no.
D¨ªaz-Miguel introdujo dos cambios respecto al equipo habitual. De la Cruz y Soloz¨¢bal sustituyeron a Fernando Mart¨ªn y Corbal¨¢n en el cinco inicial. Nadie puede con Tkatchenko y la selecci¨®n defendi¨® zona 2-3 con la vana intenci¨®n de parar al gigante sovi¨¦tico. No se pod¨ªa hacer otra cosa. En el ataque todo consist¨ªa en evitar encontrarse con ¨¦l para que no taponase los balones. Sin embargo, lo hizo en varias ocasiones. Los nervios se notan m¨¢s en ataque y el equipo espa?ol perdi¨® demasiados balones (15) en la primera mitad. En la segunda fueron nueve, pero se robaron tambi¨¦n muchos.
Los sovi¨¦ticos salieron con su cinco de gala: Valters, Mychkine, Lovaicha, Lopatov y Tkatchenko, pero conviene tomar nota de que al iniciarse el encuentro estaban en el banquillo entre otros, cuatro hombres de la talla de Eremin, Velostenny, Knomichius y Tarakanov. Empezaron en defensa individual, cuidadosa y fuerte, y a los dos minutos y medio el marcador se?alaba 10-0 a su favor. Aquello tomaba caracteres dram¨¢ticos, pero la selecci¨®n no se arrug¨®. Con el con convencimiento de que hab¨ªan salido a ganar logr¨® un 12-11, que podr¨ªa haber sido un empate a doce si Sibilio no falla un tiro libre adicional. No tardaron en reaccionar los sovi¨¦ticos y a los once minutos el electr¨®nico registraba un 30-19 a su favor. Ya hab¨ªa hecho su aparici¨®n en la cancha Knomichius, que sin duda fue el verdugo de Espa?a. En los primeros veinte minutos transform¨® ocho de los nueve lanzamientos que hizo. Imparable.
A la hora de atacar Gomelky dispuso a sus hombres en 1-3-1 para romper la zona espa?ola, que era de 2-3. Valters primero y Eremin despu¨¦s jugaron atr¨¢s y en la l¨ªnea de tiros libres Lopatov y a su altura en los laterales Mychkine y Lovaicha. Tkatchenko en la l¨ªnea de fondo bajo el aro para recibir los balones de Lopatov. Si no se sal¨ªa a los tiros de ¨¦ste, lanzaba desde cuatro metros, siempre de forma impecable. Los doce puntos que anot¨® los hizo en esta primera mitad as¨ª. La cosa ten¨ªa dif¨ªcil arreglo.
El comienzo del segundo tiempo fue similar al del primero y a los 27 minutos el marcado se?alaba un amenazador 77-58. La selecci¨®n, que jam¨¢s arroj¨® la toalla, reaccion¨® y se pas¨® a un 77-70 y a punto estuvo de colocarse a cinco puntos de diferencia. Apretaron de nuevo los sovi¨¦ticos y ya no hubo forma de alcanzarlos.
De la mano de Corbal¨¢n el equipo espa?ol mejor¨® notablemente en la segunda, mitad. El base espa?ol arranc¨® la mayor ovaci¨®n que se ha registrado hasta el momento en Cali, al arrebatar un bal¨®n a Tkatchenko de sus propias manos nada m¨¢s coger ¨¦ste un rebote defensivo. Salt¨®, se lo quit¨® y adem¨¢s hizo canasta. Despu¨¦s repitir¨ªa lo mismo cuando el gigante se dispon¨ªa a lanzar a canasta. Se lo volvi¨® a arrebatar e inici¨® el contraataque ante el regocijo del p¨²blico. Fue realmente espectacular.
Los sovi¨¦ticos hicieron en varias fases zona 2-3 y D¨ªaz-Miguel por su parte aprovech¨® una de las veces que Tkatchenko fue al banquillo para cambiar a defensa individual a la vista de la eficacia encestadora del rival desde media distancia. Como la cosa iba bien, la mantuvo, pese a la presencia del gigante. El viejo zorro de Gomelsky orden¨® salir fuera de la zona al otro pivot con lo que el defensor de Tkatchenko se qued¨® solo y sin la ayuda del compa?ero y uno a uno no hay quien pueda con ¨¦l. Todas las canastas las hace hacia abajo y no se atreve a tirar ni desde tres metros. Cuando los hombres de fuera tienen el acierto que tuvieron frente a Espa?a, no es dif¨ªcil que le lleguen los balones justo bajo el aro.
Brabender es retira
Wayne Brabender anunci¨® ayer su retirada de la selecci¨®n, tras el partido del s¨¢bado, despu¨¦s de haber disputado unos 170 encuentros internacionales.
La URSS ya es finalista. Restan los encuentros Australia-Yugoslavia y URSS-EE UU, jugados esta madrugada, Colombia-Canad¨¢ y Australia-EE UU. Falta por conocer el otro finalista.
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