La superviviente de Humphrey Bogart
Ingrid Bergman, la actriz sueca a la que se quiso vender como sustituta de la Garbo, ha tenido una vida repleta de ¨¦xitos y, hasta hace algunos a?os, su nombre sonaba como el de una primera figura, quiz¨¢ menos a la moda pero con una capacidad de decoraci¨®n estimable en los repartos. Sin embargo, su mayor m¨¦rito no le ha sido todav¨ªa reconocido: el de superviviente de Humphrey Bogart.La Bergman disfrutar¨¢ siempre del galard¨®n inapreciable de haber sobrevivido a Bog¨¢rt en Casablanca. La pel¨ªcula, dirigida por Michael Curtiz en 1942, pudo haber sido el hundimiento de la carrera de la actriz n¨®rdica o haber quedado simplemente en un thriller inocuo y propagand¨ªstico si la hubieran interpretado Ronald Reagan, y Ann Sheridan, como se pretend¨ªa en un principio, y, sin embargo por la magia de la actuaci¨®n de Boggie, se convirti¨® en uno de los grandes mitos de la historia del cine.
Jam¨¢s habr¨¢ estado tan borrada una primera actriz como Ingrid Bergman en Casablanca; jam¨¢s los espectadores de todo el mundo habr¨¢n deseado con mayor ardor que acabara sus insitisos parlamentos para que diera paso al rictus, la mueca interiorizada del dolor que tan bien supo patentar Bogart. El play it again, Sam nos hac¨ªa olvidar el personaje a quien le dec¨ªa cosas tan hermosas, Rick, el caballero que mejor sab¨ªa acentuar los silencios del cine norteamericano.
Y lo cierto es que la actriz sueca, a diferencia de Paul Henreid en su papel de noble y patri¨®tico cornudo, sobrevivi¨® a la devastadora confrontaci¨®n para conocer horas mejores. Con los a?os, Ingrid Bergman tuvo su oportunidad y, sobre todo, su Rossellini, para convertirse en la protagonista de Stromboli, en la Juana de Arco, santamente incinerada en la Guerra de los Cien A?os, en una aceptable int¨¦rprete de comedia capaz de sobrevivir a monstruos diversos como Cary Grant y hacer pasar por apasionado su brumoso rostro escandinavo. Ingrid Bergman fue una actriz competente que siempre pon¨ªa cara de estar interpretando algo muy importante como quien piensa que si la hab¨ªan llamado a ella por algo ser¨ªa, pero su primera haza?a es la de haber persistido, ya que no emulado como la Katharine Hepbum de La reina de Afrca, despu¨¦s de servir de sparring al due?o de aquel cafet¨ªn de Casablanca.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.