P¨¦rdidas aparatosas apoyadas en la falta de compradores
Enteramente parece que los especialistas burs¨¢tiles han seguido unos cursillos acelerados por correspondencia de teor¨ªa pol¨ªtica. Lo malo es que ha debido quebrar la empresa editora y los ¨²ltimos fasc¨ªculos no han podido ser recibidos por los esforzados suscriptores. Por tanto, estos aguorridos estudiantes.han debido fiar a su imaginaci¨®n las ¨²ltimas ensa?anzas y, claro, as¨ª ha acabado resultando la fiesta.Los per¨ªodos preelectorales normalmente no son bien recibidos por los inversores en t¨ªtulos de renta variable por la ingstabilidad que aportan. Si, adem¨¢s, es una opci¨®n de izquierda moderada la que encabeza las preferencias de los electores, seg¨²n los sondeos y encuestas es normal, y en cualquier pa¨ªs medianamente civilizado nadie se asusta por ello, que los capitales en riesgo busquen colocaciones m¨¢s tranquilas y se produzcan bajas en los precios de las acciones. Pero de ah¨ª a que por la simple publicaci¨®n oficial de la anunciada convocatoria. anticipada de elecciones en nuestro pa¨ªs bajen los ¨ªndices de las bolsas espa?olas entre dos y tres puntos, median la cordura, la formaci¨®n e incluso la buena fe.
La ausencia pr¨¢cticament¨¦ total de ¨®rdenes compradoras y un nerviosismo inusitado entre los inversores fueron las causas que determinaron el penoso comportamiento observado ayer por los mercados de acciones nacionales.
Desde sus inicios, las reuniones dieron claras muestras de debilidad. Esto no resultaba sorprendente, pues la escasa actividad de los compradores se hab¨ªa extendido a lo largo de las ¨²ltimas reuniones, y la condici¨®n de fin de mes, que presentaban las sesiones de ayer, contribu¨ªa a entristecer a¨²n m¨¢s el panorama. Sin embargo, la sequ¨ªa de las escasas fuentes compradoras se puso realmente de manifiesto en los corros en los que se contrataban valores el¨¦ctricos de primera l¨ªnea. Hidrola e Iberduero no consiguieron marcar cambio en la Bolsa madrile?a, a pesar de que los vendedores cedieron en sus pretensiones hasta centrar sus puntos de oferta en las m¨¢ximas bajas permitidas, por el reglamento de este mercado, un 5%.
Y ¨¦ste es el punto donde se inici¨® el aut¨¦ntico calvario para los operadores, que encontraron todas las dificultades para conseguir contrapartidas compradoras a las peque?as.¨®rdenes que tra¨ªan de sus clientes.
A medida que transcurr¨ªa la reuni¨®n, y se pod¨ªan constatar estas realidades, el term¨®metro de los nervios subi¨® en flecha, y a la hora de negociar los valores bancarios, sus siete integrantes m¨¢s selectos consiguieron la proeza de sumar unos saldos vendedores que superaban las 640.000 acciones s¨®lo en el mercado madrile?o, ante lo que cuatro de estas ent¨ªdades, Central, Banesto, Popular y Santander, pasaron de marcar cambio, se?alando sendas posiciones de papel sin operaciones.
El origen, casi milagroso, de semejante volumen de t¨ªtulos puestos a la venta era la gran inc¨®gnita de la reuni¨®n, llegando incluso a arrebatar el protagonismo en los comentarios de, los asistentes a hitos hist¨®ricos tales como los cuatro puntos de p¨¦rdida que reflejaba el ¨ªndice particular de las el¨¦ctricas.
La impresi¨®n general, al cierre de las reuniones, es que los inversores hab¨ªan sido objeto de una crisis hist¨¦rica.
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