El Barcelona comenz¨® la Liga con una derrota ante el Valencia

La afici¨®n valencianista super¨® el s¨ªndrome del Mundial en el primer partido de Liga. Los barcelonistas iniciaron la temporada sumando la primera desilusi¨®n. El Bar?a, que en el primer tiempo dio la impresi¨®n de que se iba a imponer con toda claridad a su adversario, en el segundo no supo resolver los problemas que le plante¨® el Valencia a base de genio y acab¨® por perder el encuentro. De la primera confrontaci¨®n formal de la presente campa?a no puede decirse que el Bar?a con Maradona sea mejor que el del a?o anterior. Sigue siendo el mismo Bar?a de siempre. El Valencia con Kempes tampoco ha mejorado de manera notable.Si al partido de anoche en la primera mitad le hubi¨¦ramos quitado la pasi¨®n y la incertidumbre se nos quedar¨ªa en algo as¨ª como nada entre dos platos. En todo el primer per¨ªodo, el Valencia no dispar¨® a gol m¨¢s que en dos ocasiones y en ambas el protagonista fue Solsona. Los libres directos lanzados por Kempes no sobrepasaron la barrera. Marito, que parece que est¨¢ s¨®lo para los c¨®rnes y los lanzamientos de faltas, no record¨® al peligroso artillero de otros tiempos. Pura historia, fueron tambi¨¦n varios hombres alineados a pesar de que su contrataci¨®n ha sido a base de grandes desembolsos.

Los fot¨®grafos, que tienen un especial olfato para seguir el f¨²tbol, se aposentaron mayoritariarnente tras la meta de Sempere. Y en un principio acertaron porque el primer tiempo fue para el Bar?a tras un cante por alegrias de Sempere. Maradona se tap¨® con esa primera diana liguera de su equipo. No pudo hacer lo mismo Schuster, a quien la leve cojera le impidi¨® marcar un gol en una ocasi¨®n preciosa en la que tambi¨¦n Sempere estaba vencido.

El Valencia hizo debutar a Id¨ªgoras y para que el p¨²blico le pudiera ver con claridad lo dej¨® solito all¨¢ delante, para que Migueli tuviera todas las ventajas. Manolo Mestre bas¨® su estrategia en el marcaje de Maradona. Para ello destin¨® a Carrete que intent¨® sujetarle por las buenas y a las bravas. El efecto de controlar al argentino s¨®lo fue positivo a medias puesto que Castellanos se situ¨® en una posici¨®n de lateral derecho y el Valencia no tuvo a nadie que subiera por esa banda en apoyo de Saura, que anduvo siempre bastante desasistido. Castellanos se limit¨® a tapar las entradas de V¨ªctor.

El Valencia tuvo que recurrir a poner todo el coraje posible para intentar alcanzar al menos la igualada y casi inesperadamente se encontr¨® con el triunfo. El primer tanto fue unajugada soberbia de Tendillo a quien nunca se le van las ganas de subir al ataque. La jugada del central espole¨® al resto del equipo y, aunque para entonces Solsona ya hab¨ªa perdido parte de su gas, el resto de sus compafieros sac¨® fuerzas de flaqueza y el propio Subirats un minuto antes de ser remplazado estuvo a punto de batir a Artola. S¨®lo hubo dos catalanes en un encuentro en el que jugaba el Barcelona. Y fue el mejor sin duda el del Valencia. Solsona, ante la gran estrella del momento Maradona, hizo dos recortes soberbios y cuatro pases milimetrados lue dejaron constancia de una calidad de primer orden. En un encuentro en el que las dos estrellas fueron Maradona y Kempes quien hizo lo m¨¢s brillante fue el noi de Cornell¨¢.

El Barcelona no dio sensaci¨®n de ser un equipo. Jug¨® sin aires de conjunto. Schuster movi¨® el centro del campo hasta que las fuerzas le fallaron, pero con todo y con eso dist¨® mucho de parecerse en su potencia a aqu¨¦l jugador de sus primeros tiempos barcelonistas. No obstante, el p¨²blico se divirti¨®.