La sucesi¨®n de Bremev, centro de los rumores que corren por Mosc¨²

Los rumores sobre la posible dimisi¨®n del l¨ªder sovi¨¦tico, Le¨®nidas Breznev, contin¨²an siendo el principal tema de conversaci¨®n entre los observadores occidentales en Mosc¨². Hasta el momento, el Kremlin sigue sin confirmarlos ni desmentirlos, mientras algunos analistas insisten en calificar su veracidad como "muy probable".Durante los ¨²ltimos meses se manifestaron diversos indicios de que en el Kremlin se hab¨ªa comenzado a entablar la lucha por la sucesi¨®n de Breznev. A finales del pasado invierno, fuentes comunistas occidentales revelaron confidencialmente que el viejo l¨ªder hab¨ªa recibido presiones favorables a su jubilaci¨®n. Los rumores sobre esc¨¢ndalos coprotagonizados por su hija Galina -emitidos, en parte, por fuentes oficiosas sovi¨¦ticas- denotaban, adem¨¢s, su p¨¦rdida de autoridad.

Le¨®nidas Breznev podr¨ªa ser, pues, el primer l¨ªder sovi¨¦tico que abandona el poder por propia voluntad, pero tambi¨¦n es el primero que ha desempe?ado su cargo durante varios a?os con un estado de salud no precisamente espl¨¦ndido.

Desde que en 1975 sufri¨® un infarto, Breznev ha sido objeto de varias decenas de rumores, algunos de los cuales afirmaron, incluso, su fallecimiento. Las canciller¨ªas occidentales no ocultan que, durante algunas entrevistas celebradas con estadistas extranjeros, Breznev parec¨ªa tener problemas para seguir concentradamente una larga conversaci¨®n.

Recientemente, diplom¨¢ticos norteamericanos han manifestado abiertamente su escasa fe en los resultados de una posible cumbre Reagan-Breznev, debido a los problemas de salud de este ¨²ltimo. Washington lleg¨® a sugerir que lo m¨¢s prudente ser¨ªa que el presidente norteamericano se entrevistara directamente con el hombre que habr¨¢ de suceder a Le¨®nidas Breznev.

Las supuestas presiones realizadas sobre Breznev para que presente su dimisi¨®n podr¨ªan venir de ciertos sectores que considerar¨ªan que el liderazgo de la URSS se encuentra paralizado ante los graves problemas externos e internos que est¨¢n pendientes de soluci¨®n.

"Su falta de decisi¨®n frente a la invasi¨®n de L¨ªbano es bien significativa", afirma un observador occidental. Ciertamente, la pol¨ªtica exterior sovi¨¦tica parece pasar por un mal momento, que comenz¨®, quiz¨¢, hace casi tres a?os, cuando las tropas de la URSS entraron en Afganist¨¢n y Occidente se dispuso a revisar su pol¨ªtica con respecto al Kremlin.

A¨²n a finales de los a?os setenta la URSS segu¨ªa avanzando en el camino de la distensi¨®n, mientras, simult¨¢neamente, ganaba influencia en el Tercer Mundo. Ahora -a juicio de muchos analistas- ha llegado a mostrar, durante la crisis de L¨ªbano, lo reducida que puede terminar siendo su capacidad de maniobra.

La paralizaci¨®n diplom¨¢tica del Kremlin no afecta s¨®lo a sus relaciones con el mundo occidental: la crisis de Polonia parece se?alar tambi¨¦n la vulnerabilidad del monolitismo sovi¨¦tico.

Los fallos en pol¨ªtica exterior de anteriores l¨ªderes sovi¨¦ticos -se recuerda en Mosc¨²- se convirtieron ocasionalmente en sus talones de Aquiles. El desprestigio de Jruschov creci¨® por su supuesta debilidad durante la crisis de los misiles, que le enfrent¨® a Kennedy, y lleg¨® a determinar su derrocamiento. Stalin -seg¨²n algunos historiadores- tuvo que defenderse a base de purgas de sus errores en pol¨ªtica exterior.

Pero, adem¨¢s, la falta de soluciones para los problemas econ¨®micos y sociales que vive la URSS podr¨ªa ser tambi¨¦n fuente de cambios en el Kremlin. Algunos funcionarios sovi¨¦ticos llegan a reconocer abiertamente que la m¨¢s pura ortodoxia marxista-leninista est¨¢ re?ida con la eficacia econ¨®mica.

La necesidad de efectuar reformas liberalizadoras en la econom¨ªa, que algunos considerar¨ªan heterodoxas, ha sido motivo de debate reciente en algunas publicaciones sovi¨¦ticas especializadas. Seg¨²n algunos, la muerte, el pasado mes de enero, del vigilante de la ortodoxia comunista, Mijail Suslov, habr¨ªa resultado providencial. Su sucesor en el mando ideol¨®gico es precisamente un hombre al que algunos, presentan como partidario de la reforma: Yuri Andropov, quien durante quince a?os dirigi¨® el poderoso KGB, y en la actualidad es considerado como el m¨¢s probable sucesor de Breznev.