El resultado electoral no tiene por qu¨¦ alterar una decisi¨®n de Defensa, dice el general Garc¨ªa Conde

"Los asuntos de la Defensa nacional est¨¢n por encima de los partidos", dijo ayer el jefe del Estado Mayor del Aire, teniente general Emilio Garc¨ªa Conde, interrogado sobre la incidencia que el resultado de las elecciones pudiera tener sobre la continuidad del programa FACA (Futuro Avi¨®n de Combate y Ataque), que supone la compra de 84 F-18A Hornet por un importe de 330.000 millones de pesetas. El general afirm¨® tambi¨¦n que "se ha elegido lo mejor" y que "lo mejor lo es ahora y siempre y no se ven razones para modificar las decisiones ya tomadas".

Por otra parte, el ministro de Defensa, Alberto Oliart, se ha remitido al Fiscal del Reino en relaci¨®n a las presiones, reveladas por el semanario Tiempo, ejercidas por representantes y asesores de las compa?¨ªas norteamericanas General Dynamics y McDonnell Douglas y de otras empresas subsidiarias fabricantes de los aviones F-16C y F-18A.Las manifestaciones de Garc¨ªa Conde se produjeron en una conferencia de Prensa convocada en el Ministerio de Defensa por su titular y en la que tambi¨¦n intervinieron el subsecretario, Eduardo Serra; el director general de Armamento y Material, general V¨ªctor Castro San Mart¨ªn; el teniente coronel Valderces, jefe del equipo de evaluaci¨®n en vuelo, y el teniente general Azqueta, del Estado Mayor del Aire.

El turno de preguntas estuvo precedido por tres exposiciones. La primera estuvo dedicada a los trabajos de los expertos del Ej¨¦rcito del Aire que sirvieron de base a su recomendaci¨®n del F-18A; la segunda, a la negociaci¨®n de las contrapartidas; y la tercera a las comisiones.

El teniente coronel Valderces resumi¨® los trabajos t¨¦cnicos iniciados a partir de una directiva del Estado Mayor del Aire dictada en 1978. De su exposici¨®n destacan las especificaciones exigidas en relaci¨®n con el radio de acci¨®n, que deber¨ªa ser capaz de permitir alcanzar las Islas Canarias desde bases peninsulares con determinada carga armamentista y regresar. Afirm¨® que se part¨ªa del principio favorable a un fabricante americano en atenci¨®n a la diversificaci¨®n de procedencia. Hizo tambi¨¦n una referencia a las razones t¨¦cnicas que descartaban las opciones del Mirage 2000 y del Tornado. Sus conclusiones justificaban la elaboraci¨®n de la lista corta que inclu¨ªa s¨®lo al F- 16C y el F- 1 8A, y la recomendaci¨®n final favorable al segundo.

En cuanto al cap¨ªtulo de las contrapartidas a obtener de quienes resultaran ser los adjudicatarios del contrato de adquisici¨®n de los aviones FACA, el general V¨ªctor Castro San Mart¨ªn explic¨® sus objetivos de forzar la mejora de las ofertas, evaluar sus probabilidades reales de cumplimiento y asegurar el seguimiento hasta su conclusi¨®n. Entre sus prioridades destacaron las de garantizar el mantenimiento de los aviones adquiridos en Espa?a, estimular la competencia entre los ofertantes y obtener la transferencia de tecnolog¨ªas avanzadas.

El general Castro San Mart¨ªn se refiri¨® a la comisi¨®n interministerial que tan s¨®lo celebr¨® dos sesiones de cuyas actas dio lectura. El director general de Armamento y Material clasific¨® las contrapartidas en cuatro apartados, seg¨²n se refirieran a la cofabricaci¨®n y mantenimiento de los aparatos; al sector de la industria aerospacial; a otros sectores relacionados con la Defensa, y a cualquier otro sector industrial.

Estableci¨® despu¨¦s unos baremos de ponderaci¨®n de acuerdo con los cuales resultaban unos importes algo superiores de las contrapartidas ofrecidas por los fabricantes del F-16C. En opini¨®n del general, la diferencia no resultaba sustancial y cualitativamente pod¨ªa estimarse alguna ventaja de la McDonnell Douglas.

Los pagos de la McDonnell

La tercera intervenci¨®n corri¨® a cargo del subsecretario de Defensa, Eduardo Serra, que dio cuenta del t¨¦lex y de la carta de respuesta de la McDonnell Douglas en relaci¨®n con posibles comisiones pagadas a sus agentes o representantes en cuanto se refiere al contrato de los aviones F- 18A. La casa norteamericana explica en s¨ªntesis que hasta el momento ha satisfecho a su representante espa?ol CAESA 120.000 d¨®lares por honorarios y gastos generales y asegura que le tiene prohibido pagar a funcionarios por cualquier asesoramiento o venta.

En cuanto a posibles comisiones, McDonnell Douglas asegura que en ning¨²n caso ser¨¢n con cargo al precio sino con cargo a los beneficios de la empresa. La carta del fabricante americano se?ala tan bien que han contratado los servicios para asesoramiento fiscal y financiero de la firma AFISA, de la que es, socio principal Miguel Domenech, presidente de UCI) de Madrid, y del bufete J. y A. Garrigues, que dirige Antonio Garrigues, presidente del PDL. A la primera de estas firmas le han abonado 50.000 d¨®lares al a?o, y a la segunda 3.300.000 pesetas por diversos contratos.

En respuesta a diversas preguntas, el ministro reconoci¨® que las autoridades gubernamentales americanas no han confirmado a¨²n la veracidad de la respuesta de la McDonnell Douglas pero que la paralizaci¨®n del FACA se da por terminada con la carta del fabricante.

El jefe del Estado Mayor del Aire asegur¨® que en los archivos del Ej¨¦rcito del Aire figuran comunicadas por el Pent¨¢gono todas las cantidades abonadas por empresas americanas a agentes o representantes espa?oles y que los datos coincid¨ªan con los facilitados por el subsecretario. Neg¨® que se hubieran recibido presiones de la Navy o de la OTAN en favor del F18A y dijo que s¨ª se produjeron en pro de su competidor el F-16C por parte del Pent¨¢gono y del secretario de Defensa, Carlucci.

Respecto de la carta del abogado Gim¨¦nez Torres a su cliente americano United Technologies Corporation (UTC), dando cuenta de gestiones en favor de la opci¨®n del F-16C, seg¨²n revelaciones del semanario Tiempo, el general Emilio Garc¨ªa Conde desminti¨® haber recibido en relaci¨®n con el FACA otras personas que los representantes acreditados de las diversas compa?¨ªas. Neg¨® que embajador alguno tuviera que ver con el programa y asegur¨® que la recomendaci¨®n del Estado Mayor del Aire fue congruente con todo el trabajo t¨¦cnico realizado, del que siempre se averigu¨® la superioridad del F-18A.