El macho de nuestros d¨ªas
En un momento en el que la cultura espa?ola -y el cine, muy especialmente- trata de inspirarse en modelos extra?os, Pilar Mir¨®, y pocos m¨¢s, bucean en su propia realidad, entresacando de ella los personajes de historias que resultan distintas precisamente por lo que tienen de real. El V¨ªctor de Hablamos esta noche pertenece al modelo de nuestros d¨ªas: ejecutivo de ¨¦xito, obligado por su cargo a disponer de respuestas precisas ante cada problema. Cree Pilar Mir¨® que ese personaje encarna a cualquier hombre contempor¨¢neo porque, por su capacidad para pensar una cosa, decir otra., sentir otra y aun hacer otra distinta, es com¨²n a casi todos los varones de alrededor de cuarenta a?os.Pero este V¨ªctor es, ante todo, el hombre moderno que se enfrenta, desde su ambigua posici¨®n de dem¨®crata de centro, a algunos de los problemas que deben debatirse con urgencia en nuestra sociedad: las centrales nucleares, el divorcio real, la homosexualidad... Su conducta est¨¢ contemplada por Pilar Mir¨® desde un prisma moral. Le importa analizarlo en sus contradicciones que, poco a poco, se decantan a posiciones de fuerza; en sus debilidades, ausentes cuando de manipular a los dem¨¢s se trata; en su filosof¨ªa, tan sujeta al imperio de los que pagan. Rodeado de mujeres (y ah¨ª Pilar Mir¨® ofrece una perspectiva feminista, lejana, sin embargo, de posturas obcecadas, es decir, con una inteligente visi¨®n del juego social de la mujer), V¨ªctor ir¨¢ encerr¨¢ndose en una red que ¨¦l mismo crea y para la que no encuentra escapatoria sana.
Hablamos esta noche
Direcci¨®n: Pilar Mir¨®. Gui¨®n: Pilar Mir¨® y Antonio Larreta. Fotograf¨ªa: Juan A mor¨®s. M¨²sica: Jos¨¦ Nieto. Int¨¦rpretes: V¨ªctor Valverde, Mercedes Sampietro, Amparo Mu?oz, Daniel Dicenta, Amparo Soler Leal. Drama. Espa?ola, 1982. Locales de estreno: Proyecciones, Carlton.
Las secuencias finales de Hablamos esta noche, donde se re¨²nen todos los personajes de la acci¨®n aparentemente desconectados hasta entonces, concretan esa mara?a que el propio protagonista ha ido tejiendo y que, tanto para ¨¦l como para quienes vemos la pel¨ªcula, significa un punto de reflexi¨®n. No en vano ese V¨ªctor detenta un poder -el de las centrales nucleares- que nos afecta.
?Significa ese final alg¨²n cambio para el personaje? El beso interrumpido, congelado, que cierra la pel¨ªcula es una inc¨®gnita m¨¢s de una obra que no trata de ofrecer respuestas sino de presentarse como el espejo de una actualidad que a Pilar Mir¨® le resulta preocupante. Ya lo bocet¨® en El crimen de Cuenca y lo desarroll¨® con mayor sensibilidad en Gary Cooper que est¨¢s en los cielos.
Hablamos esta noche es una pel¨ªcula mejor realizada, m¨¢s certera, con menos concesiones. Probablemente falten los trucos elementales del follet¨ªn que tanto apasionan a una audiencia acostumbrada a sentimentalismos. La pel¨ªcula los bordea, los cita, pero no los desarrolla. Es un equilibrio dif¨ªcil que hace desigual su resultado: cuando roza la ingenuidad (el desenlace del personaje interpretado por Daniel Dicenta, t¨®picamente atormentado por las fallas de la central nuclear), la pel¨ªcula no prospera; cuando, por el contrario, vence la creatividad, y es lo m¨¢s frecuente, el resultado est¨¢ entre lo mejor rodado nunca por la directora. Aqu¨ª pueden citarse, entre otras secuencias, las del encuentro dominguero entre padre e hijo y las escenas er¨®ticas de Amparo Mu?oz, quien, desde Mam¨¢ cumple cien a?os, no hab¨ªa logrado encarnar un personaje con tanta convicci¨®n, con tan imaginativa sensualidad.
Por encima de esas desigualdades, Hablamos esta noche es una pel¨ªcula vigorosa que permite conectar por distintos caminos con parte de nuestra vida diaria.
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