Los militares bolivianos parecen dispuestos a entregar el poder
Los militares que gobiernan Bolivia parecen decididos a entregar el poder a los civiles para evitar una explosi¨®n social de consecuencias impredecibles. Despu¨¦s de una reuni¨®n de dos d¨ªas, los jefes de unidades de todo el pa¨ªs se han puesto inicialmente de acuerdo para que el Parlamento elegido en 1980 se haga cargo interinamente del poder.
En la cumbre castrense, el sector no golpista del Ej¨¦rcito, los denominados institucionalistas, impusieron su punto de vista favorable a los civiles, en contra de los jefes militares radicales, que exig¨ªan "un Gobierno militar que gobierne".La Central Obrera Boliviana (COB) ha decretado una huelga general e indefinida hasta que los militares entreguen formalmente la presidencia de la Rep¨²blica a los vencedores de las elecciones de 1980 -Hern¨¢n Siles y Jaime Paz-, elegidos respectivamente presidente y vicepresidente de la naci¨®n. La medida de la COB representa una confrontaci¨®n abierta y probablemente irreversible con el agonizante r¨¦gimen del general Guido Vildoso. Se espera que Vildoso se dirija por radio y televisi¨®n a la naci¨®n para dar cuenta de la decisi¨®n final del alto mando.
Si el Parlamento elegido hace dos a?os es convocado, como parece, los diputados refrendar¨¢n el resultado electoral de entonces. Hern¨¢n Siles, l¨ªder de la coalici¨®n ganadora de aquellos comicios al frente de la coalici¨®n centroizquierdista Unidad Democr¨¢tica y Popular (UPD), ha anunciado su intenci¨®n de regresar a La Paz desde su exilio en Per¨². Siles Zuazo permanec¨ªa en Lima desde el 17 de julio de 1980, fecha del sangriento golpe de Estado del general Garc¨ªa Meza. La UDP apoya la medida de la central obrera.
Desde el lunes pasado, un tercio de las actividades econ¨®micas del pa¨ªs andino permanecen paralizadas por los movimientos de huelga lanzados por la federaci¨®n de mineros del esta?o y por organizaciones sindicales regionales. El mi¨¦rcoles, centenares de miles de personas se manifestaron en las m¨¢s importantes ciudades de Bolivia en una marcha "contra el hambre y la miseria" y para reclamar la dimisi¨®n de los militares que gobiernan.
Las comunicaciones nacionales e internacionales est¨¢n suspendidas por completo debido a una huelga de los empleados de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL).
La Central Obrera Boliviana, en su convocatoria de huelga indefinida, ha hecho p¨²blico un documento de cinco puntos en el que se exige la entrega por el general Vildoso de la presidencia de la naci¨®n a Hern¨¢n Siles Zuazo, a quien Garc¨ªa Meza, con su golpe de julio de 1980, impidi¨® acceder a la jefatura del Estado.
Los dirigentes de la poderosa COB, con Juan Lech¨ªn al frente, han rechazado cualquier soluci¨®n castrense "a espaldas del pueblo", en una clara alusi¨®n a la reuni¨®n militar del m¨¢ximo nivel en la que los jefes de unidades han debatido la soluci¨®n a la grav¨ªsima crisis.
La situaci¨®n boliviana, econ¨®mica y pol¨ªticamente, no ha dejado de deteriorarse en los ¨²ltimos meses. El detonante final ha sido un plan econ¨®mico elaborado por el Gobierno en el que se prev¨¦ la flotaci¨®n del peso boliviano frente al d¨®lar. La deuda externa del pa¨ªs latinoamericano se acerca a los 4.000 millones de d¨®lares. A la situaci¨®n de bancarrota exterior hay que a?adir una inflaci¨®n imparable, que ha colocado al borde del hambre a amplios sectores de una de las naciones m¨¢s pobres del subcontinente.
Los sucesivos gobiernos militares que han sucedido al golpista Garc¨ªa Meza -encabezados por los generales Celso Torrelio y Vildoso- han sido incapaces de obtener la colaboraci¨®n civil y detener la agudizaci¨®n de la crisis.
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