El socialdem¨®crata Palme resucitar¨¢ neutralidad de Suecia
La victoria socialdem¨®crata en Suecia, donde la izquierda contar¨¢ con mayor¨ªa absoluta, adquiere un indudable significado en el plano internacional. No solamente en relaci¨®n con el apoyo pol¨ªtico y material a los pa¨ªses del Tercer Mundo, sino como reafirmaci¨®n de la pol¨ªtica de neutralidad activa en favor de la paz y el desarme que ha sido tradicional de Suecia.
De hecho, el Partido Conservador, que precedi¨® a los socialdem¨®cratas, se despeg¨® de la pol¨ªtica de neutralidad para inclinarse definidamente por una de las superpotencias, Estados Unidos. En sus planes de Gobierno estaba, adem¨¢s, reducir la ayuda que presta Suecia al desarrollo de pa¨ªses del Tercer Mundo.Sin embargo, la misma noche de las elecciones, Olof Palme conden¨® con toda energ¨ªa las acciones de Israel en L¨ªbano y reafirm¨® su apoyo a los derechos del pueblo palestino. Por otra parte y en ¨¢mbitos m¨¢s restringidos, manifest¨® su deseo y su creencia de que al triunfo socialdem¨®crata en Suecia suceder¨¢ una victoria socialista en las pr¨®ximas elecciones de Espa?a.
Resultados definitivos
La distribuci¨®n de los esca?os en el Parlamento sueco, que reinicia sus sesiones el pr¨®ximo 4 de octubre, ser¨¢ de 186 para el bloque socialista contra 167 del bloque burgu¨¦s, tras las elecciones del domingo.
Ayer comenzaron ya a funcionar los mecanismos institucionales con la renuncia del primer ministro, Torbjoem Faelldin, y de su Gabinete ante el presidente del Parlamento, aceptada, aunque manteni¨¦ndola como Gabinete administrativo hasta la instalaci¨®n del nuevo Gobierno tras la toma de posesi¨®n los nuevos miembros del Parlamento.
En la madrugada del domingo las habitualmente desiertas calles de Estocolmo a esas horas vieron irrumpir las rojas banderas del partido vencedor, portadas por alegres manifestantes, un espect¨¢culo que hace mucho tiempo no se ve¨ªa. Ning¨²n incidente empa?¨® la jornada, y puede afirmarse que la madurez c¨ªvica de la democracia sueca sali¨® bien parada de esta nueva prueba.
En medios burgueses no se ocultaba, pese a los avances del Partido Conservador -de todos modos menores de los esperados-, una sensaci¨®n de derrota reflejada en el rostro de sus l¨ªderes.
Carteles que mostraban el rostro de una ni?a atemorizada (Suecia) frente a un rrionstruo de garras afiladas (fondos de asalariados) fueron vistos como un exceso. Impl¨ªcitamente, esto fue reconocido la noche del escrutinio por un hombre tan sagaz como el anterior l¨ªder del Partido Conservador, Gosta Bohman.
Pero al margen de esto, un an¨¢lisis objetivo de la gesti¨®n burguesa en dos Gobiemos sucesivos anteriores, no puede evitar el saldo negativo de una recesi¨®n agudizada a cambio de frenar y recortar sustancialmente la seguridad social.
La tendencia a la polarizaci¨®n, no exclusiva de Suecia, contin¨²a afirm¨¢ndose con los resultados del domingo. El Partido Conservador, con su nuevo l¨ªder, Ulf Adhelson, m¨¢s joven y carism¨¢tico que su antecesor, ha avanzado por su mayor coherencia.
Desde sus posiciones de derecha, centristas y liberales no lograron superar sus propias contradicciones internas y en consecuencia las de ¨¦stas con las exigencias del pa¨ªs.
Dentro del bloque socialista, los socialdem¨®cratas aumentan su caudal como mayor partido del pa¨ªs, y los comunistas, sobre los que parec¨ªa haber ca¨ªdo un certificado de defunci¨®n parlamentaria, han logrado mantener sus veinte esca?os, lo que es triunfo.
Responsabilidad de un desaf¨ªo
El triunfo socialdem¨®crata implica una gran responsabilidad y un desafio. Los pr¨®x¨ªmos tres a?os ser¨¢n decisivos para su futuro destino. Con el sentido pragm¨¢tico que le caracteriza, su l¨ªder, Olof Palme, se mostr¨® cauteloso en sus promesas preelectorales. En parte, los Gobiernos predecesores le ahorrar¨¢n el tener que adoptar m¨¢s medidas impopulares, aunque algunas habr¨¢n de ser derogadas, seg¨²n lo ha prometido.
Pero, igualmente, abatir los ¨ªndices de desocupaci¨®n, dar nuevo impulso a la industria, reducir el d¨¦ficit presupuestario y el nionto de la deuda externa, para no citar alguno de los problemas m¨¢s senos, sin afectar al bienestar general, ser¨¢ una tarea dif¨ªcil.
En sus primeras declaraciones tras la victoria, Olof Palme manifest¨® que buscar¨¢ "soluciones nacionales" contando con la comprensi¨®n de otros partidos. No est¨¢ clara cual ser¨¢ la actitud de la oposici¨®n. La socialdemocracia tendr¨¢ necesariamente que hacer algunas transacciones y, probablemente, el pol¨¦mico tema de los fondos de asalariados sea una oportunidad para ello.
Significativamente, el l¨ªder socialdem¨®crata anunci¨® que buscar¨¢ la manera de retener las "ganancias excedentes" de las empresas para incrementar las inversiones en la industria, en un impl¨ªcito descarte, al menos en lo inmediato, sobre el proyecto de los fondos.
Apunt¨® tambi¨¦n como una v¨ªa posible la reducci¨®n de las exigencias salariales en las negociaciones de los pr¨®ximos convenios, que deben comenzar en el oto?o. Las buenas relaciones, m¨¢s all¨¢ de algunas discrepancias, entre el partido y la central sindical que le es af¨ªn, significan mucho para el nuevo Gobierno.
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