La 'paloma' falangista

Aunque miembros de un mismo partido, el Kataeb (Falange), fundado por su padre, Pierre Gemayel, en 1936, Amin Gemayel, elegido ayer presidente de L¨ªbano, tiene una trayectoria pol¨ªtica que se sit¨²a en el polo opuesto de la de su hermano Bechir, que fue, durante veintid¨®s d¨ªas, hasta el martes 14 de septiembre, presidente electo de L¨ªbano.Amin, de cuarenta a?os de edad, ha sido siempre considerado como una paloma en el seno de la Falange libanesa, mientras Bechir era el halc¨®n cuyos m¨¦todos expeditivos le permitieron hacerse con el control de casi todas las milicias cristianas absorbidas por la Falange y denominadas Fuerzas Libanesas.

Personalidad pol¨ªtica destacada hasta 1975, Amin Gemayel empieza a ser relegado a un segundo plano por su hermano menor, Bechir, cuando estalla la guerra civil y ¨¦ste viste el uniforme para convertirse en un jefe guerrero, mientras ¨¦l sigue llevando sus trajes elegantes, aunque algo provincianos.

Amin Gemayel, nacido en Bickya, localidad de la monta?a maronita, en 1942, fue el primer hijo de Pierre Gemayel, farmac¨¦utico de profesi¨®n, que seis a?os antes hab¨ªa creado el Partido Falangista liban¨¦s, inspirado en sus or¨ªgenes por los reg¨ªmenes autoritarios existentes en aquella ¨¦poca en Alemania e Italia.

Tras cursar estudios primarios y de bachillerato en el colegio parroquial jesuita de Jamhour, el tenaz, como lo llaman sus amigos, se matricul¨® en la universidad jesuita de Saint Joseph, donde librar¨¢ con palos y piedras sus ¨²nicas batallas militares, antes de licenciarse en Derecho en 1965.

Tras la muerte, en 1970, de su t¨ªo Maurice Gemayel, diputado de la monta?a del Metn, al noreste de Beirut, Amin decide compatibilizar su vida profesional con una actividad pol¨ªtica al presentarse con ¨¦xito a la elecci¨®n parcial y conseguir ser elegido al Parlamento con tan s¨®lo veintiocho a?os. Amin Gemayel ser¨¢ reelegido diputado en las ¨²ltimas elecciones legislativas, celebradas en 1972.

Am¨ªn Gemayel nunca cort¨® el di¨¢logo con los enemigos de los Kataeb, que, muchas veces, sobrevaloraban su peso en el seno del partido para evitar que su hermano Bechir se hiciese con el monopolio de la representaci¨®n pol¨ªtica de los cat¨®licos maronitas.