Los grupos de presi¨®n jud¨ªos de EE UU critican a Beguin

Por primera vez en la historia de las relaciones entre Estados Unidos e Israel, varios senadores y congresistas tradicionalmente proisrael¨ªes, junto con diferentes organizaciones jud¨ªas norteamericanas, critican severamente el comportamiento del Gobierno de Tel Aviv, tras la reciente matanza palestina en los campos de refugiados del Oeste de Beirut. Lo que no impide que la Administraci¨®n Reagan mantenga el actual programa de ayuda militar al Estado israel¨ª. Israel siempre hab¨ªa contado con el apoyo incondicional de la importante e influyente comunidad jud¨ªa norteamericana. El impacto ante la opini¨®n p¨²blica en Estados Unidos de las tr¨¢gicas escenas de los campos de refugiados de Sabra y Chatila, con ni?os, mujeres y hombres aniquilados, contribuye a que los dirigentes de las organizaciones jud¨ªas adopten un tono cr¨ªtico ante el Gobierno de Men¨¢jem Beguin.

B' nai B' rith International, American Jewish Committee y American Jewish Congress, tres de las organizaciones jud¨ªas americanas m¨¢s influyentes, publicaron comunicados en los que solicitan que el Gobierno de Israel acepte la creaci¨®n de una comisi¨®n independiente para investigar las circunstancias por las cuales se llev¨® a cabo la matanza. En el Senado estadounidense, personajes tradicionalmente partidarios de la pol¨ªtica israel¨ª, expresaron puntos de vista muy duros hacia el Gobierno de Beguin. El senador dem¨®crata por California, Alan Cranston, envi¨® una carta al primer ministro de Israel, pidiendo la retirada de las tropas del Oeste de Beirut, la protecci¨®n de los derechos humanos en L¨ªbano y la formaci¨®n de una comisi¨®n investigadora.

El senador republicano por Carolina del Norte -y l¨ªder del grupo ultraconservador del Congreso-, Jesse Helms, apunt¨® que ser¨ªa "beneficioso" para Israel si Men¨¢jem Beguin presentase la dimisi¨®n.

El senador republicano por Arizona, Barry Goldwater, consider¨® que Men¨¢jem Beguin "es una amenaza para el futuro de Israel". En los tres casos se trata de influyentes pol¨ªticos norteamericanos que, habitualmente, defendieron siempre las tesis de Israel.

Ese giro en el lobby, o grupo de presi¨®n proisrael¨ª, no se traduce en medidas concretas. La Casa Blanca mantiene los programas de ayuda financiera a Israel para la compra de armamento a Estados Unidos (2. 100 millones de d¨®lares) y, a lo sumo, podr¨ªa paralizar ciertos env¨ªos inmediatos.

La Casa Blanca, por medio de su portavoz, Larry Speakes, tampoco quiso interpretar las consecuencias de la tumultuosa sesi¨®n en el Congreso israel¨ª, junto con la dimisi¨®n del ministro de Energ¨ªa y, sobre los eventuales cambios pol¨ªticos en Tel Aviv, dijo que en todo caso deber¨¢ definirlos el electorado israel¨ª.