Humor y filosof¨ªa en el debate de escritores espa?oles sobre el amor
"El ¨²nico g¨¦nero capaz de hablar de amor es la novela", afirm¨® Rosa Chacel en la presentaci¨®n, anteanoche, del n¨²mero que Revista de Occidente dedica precisamente al amor. "Y es el ¨²nico g¨¦nero posible porque en las novelas se ponen personajes que viven el amor. Y es que el amor no se piensa, se siente". Junto a la novelista intervinieron el tambi¨¦n novelista Jos¨¦ Luis Sampedro y el fil¨®sofo Carlos Garc¨ªa Gual.Garc¨ªa Gual y Jos¨¦ Luis Sampedro dieron un tono humor¨ªstico a un tema que cada cual vi¨® seg¨²n su perspectiva: Sampedro, con su habitual sentido algo punzante, comenz¨® diciendo que "lo bonito del amor es hablar de ¨¦l". Garc¨ªa Gual ve¨ªa en el mito la raz¨®n de ser del amor. "Pocos se enamorar¨ªan si no conocieran la palabra amor, si no conocieran los grandes mitos amorosos", dijo.
Efectivamente, Carlos Garc¨ªa Gual hizo un recorrido, desde esta perspectiva, por el largo camino que va del mito plat¨®nico a "la extensi¨®n social del derecho a enamorarse". "El amor", dijo, "es la pasi¨®n que est¨¢ m¨¢s al alcance de todo el mundo: mucho m¨¢s que la ambici¨®n verdadera, o que el poder".
A partir de ah¨ª mencion¨® los grandes mitos que han configurado el sentimiento amoroso: el mito del amor imposible, que aparece desde las novelas griegas al follet¨®n del siglo XIX y la novela rosa; el del amor ad¨²ltero, "que ten¨ªa sentido cuando el adulterio era un pecado de categor¨ªa", y respecto al que mencion¨® los ya arquetipos de Trist¨¢n y Lanzarote, y por fin, el mito de Merl¨ªn, o el amor de la inteligencia que se entrega: la conciencia de que cuando el sabio mago de las leyendas art¨²ricas acabe de confiar sus conocimientos a la joven que le enamora, ¨¦sta sabr¨¢ encadenarle, reducirle y matarle y lo har¨¢. Se refiri¨® por fin al amor con peor prensa, el conyugal, y a?adi¨® que en la historia est¨¢n "los que saben y los que no saben del amor". S¨®crates y san Juan de la Cruz, s¨ª sab¨ªan. Don Juan y Casanova, no. "Esos llevaban una actividad venatoria".
Sampedro, por su parte, habl¨® de "la pasi¨®n de recibir", de intensidad paralela a esta suerte en el toreo. "Dar", dijo, "es mucho m¨¢s f¨¢cil". Ilustr¨® con la c¨®pula doble del caracol de tierra -hermafrodita que act¨²a a la vez como macho y hembra con un partenaire igualmente bien dotado- para hablar del viejo tema del ¨¢nima femenina yacente en el macho humano y el ¨¢nimus masculino que est¨¢ en lo m¨¢s profundo de la mujer, de manera que el amor ser¨ªa el encuentro por fin de dos seres completables dos a dos. Y hubo muchos m¨¢s temas: del amor conyugal, ad¨²ltero si apasionado, teorizado por el Capell¨¢n Andreas y retomado por Juan Pablo II recientemente; de la subversi¨®n del amour fou de los surrealistas; de la edad del amor, que es una pasi¨®n sin edad, y de esta pasi¨®n como conjuro contra la soledad.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.