El centro de Teher¨¢n se estremeci¨® ayer con la explosi¨®n de 150 kilogramos de dinamita junto a la central de telecomunicaciones

Ir¨¢n qued¨® ayer practicamente incomunicado del resto del mundo al hacer explosi¨®n, en la noche del viernes, un artefacto que conten¨ªa 150 kilos de explosivos en las proximidades de la principal central de telecomunicaciones de Teher¨¢n. Sesenta personas resultaron muertas y setecientas heridas como consecuencia del atentado, uno de los m¨¢s sangrientos que se recuerdan en este pa¨ªs.

La explosi¨®n destruy¨® tres autobuses llenos de viajeros, ni?os en su mayor parte, y un hotel de cinco plantas, y abri¨® un socav¨®n en la calzada de seis metros de largo por cuatro de ancho.La zona en la que tuvo lugar el atentado, en el centro de la ciudad, en una calle pr¨®xima al populoso bazar de la capital iran¨ª, estaba muy concurrida en el momento de la explosi¨®n, las 20,30 de Teher¨¢n (seis de la tarde en Madrid).

Las fuerzas del orden tuvieron que efectuar disparos al aire para dispersar a las miles de personas que se hab¨ªan concentrado en el lugar de la explosi¨®n. Los manifestantes gritaban "muerte a los hip¨®critas" (t¨¦rmino con el que oficialmente se define a los mujahedin al Jalq.

Durante toda la noche, los bomberos buscaron restos de las v¨ªctimas a la luz de los proyectores, mientras que las ambulancias evacuaban los heridos hasta los hospitales. Grupos de manifestantes se concentraron tambi¨¦n en las puertas de los centros a los que hab¨ªan sido trasladados los heridos.

Para el im¨¢n Jomeini, gu¨ªa de la revoluci¨®n isl¨¢mica, "este atentado obedece al deseo de camuflar las derrotas sufridas por Am¨¦rica y por su t¨ªtere Sadam Husein (presidente de Irak)" en la actual con tienda irano-iraqu¨ª.

Fuentes diplom¨¢ticas iran¨ªes en Madrid aseguraron ayer que el atentado persigue ocultar a la opini¨®n p¨²blica mundial la nueva y "victoriosa ofensiva b¨¦lica iran¨ª" contra Irak, desplegada por el r¨¦gimen de Teher¨¢n el pasado viernes. Igualmente subrayaron que "el pueblo iran¨ª est¨¢ dispuesto a cualquier sacrificio" y que los " asesinos deber¨ªan saber que Ir¨¢n nunca dejar¨¢ de pensar en esta guerra y en la victoria subsiguiente del Ej¨¦rcito del Islam".

En un atentado, que excedi¨® al del viernes en cuanto al n¨²mero de muertos, perdieron la vida en Teher¨¢n en junio de: 1981 setenta y dos personas, entre, ellas el secretario general del Partido de la Rep¨²blica Isl¨¢mica (bajo la tutela de Jomeini), el ayatolah Bejesti. A finales de agosto del mismo a?o fueron asesinados en otro atentado el entonces presidente Mohamed Al¨ª Rayal, y el primer ministro, Mohamed Javad Bahonar. Jomeini acus¨® de ambos atentados a los mujahedin al Jalq.

Durante las ¨²ltimas dos semanas de agosto de 1981 decenas de guardianes de la revoluci¨®n perdieron la vida en atentados, reivindicados, en su mayor parte, por los mujahedin que consideran la violencia "un acto leg¨ªtimo contra la tortura y la represi¨®n.