El artista Rodr¨ªguez Luna inaugura un museo monogr¨¢fico de su obra
El pintor Antonio Rodr¨ªguez Luna, de 72 a?os, uno de los espa?oles del ¨¦xodo y el llanto, ha regresado desde M¨¦xico a C¨®rdoba para estar presente hoy en la inauguraci¨®n de un museo dedicado a su obra, en Montoro, su ciudad natal. El museo monogr¨¢fico est¨¢ localizado en la antigua capilla o poyato de San Jacinto, vieja sede judicial, de hermosa b¨®veda barroca, cedida por el Ayuntamiento.
La figura de Antonio Rodr¨ªguez Luna, ya importante como representante de la vanguardia espa?ola en los a?os de la preguerra, ha confirmado su categor¨ªa universal en su, primero forzado y ahora voluntario, exilio mexicano.
Fue, tras estudiar en Santa Isabel de Hungr¨ªa y en San Fernando, pasando las calamidades cl¨¢sicas de los artistas pobres, uno de los primeros en abrazar las corrientes europeas en la d¨¦cada de los a?os veinte. En el a?o 1929, junto a otros dos j¨®venes cordobeses, Rafael Bot¨ªn y Angel L¨®pez Obrero fundan, por invitaci¨®n de El Heraldo, el sal¨®n de los independientes, Lleg¨® a ser el m¨¢s joven pintor de Espa?a con obra en el Museo de Arte Moderno de Madrid.
Pionero del surrealismo
Pionero del surrealismo, disc¨ªpulo por libre de V¨¢zquez D¨ªaz -no pod¨ªa pagarle las clases-, y antes, de Romero de Torres, aportar¨ªa sucesiv¨¢s renovaciones al arte espa?ol, creando grupos tales como el de los constructivistas y, ya durante la guerra civil, abrazando el realismo social como arma de denuncia, al modo de Goya o Picasso. Invitado a la Bienal de Venecia y a la galer¨ªa Catalonia, el Gobierno espa?ol de la Rep¨²blica le encomend¨® un cuaderno de veinte dibujos sobre la guerra, donde el drama alcanza su dimensi¨®n m¨¢s tr¨¢gica. El duro exilio de los campos de concentraci¨®n de Argel¨¦s sur Mer y Brand, de donde le rescatar¨ªa Picasso para, tras pasar por el castillo de Jouvennes, propiedad del hijo de la escritora Colet, experiencias terribles que quedar¨ªan reflejadas en sus diez aguafuertes, recibi¨® la invitaci¨®n del presidente de M¨¦xico, general C¨¢rdenas, junto con Herrera de Pere, Jos¨¦ Bergam¨ªn, Rodolfo Halfter, Miguel Prieto, Jos¨¦ Renau, Emilio Prados, el poeta de Litoral y otros intelectuales, como el astr¨®nomo Castro y el rnatem¨¢tico Cuinod.Ya en M¨¦xico, este grupo de espa?oles funda la Editorial S¨¦neca. Emilio Prados se encarga de la edici¨®n de la revista Romance, que recoger¨ªa toda la tradici¨®n literaria de Litoral. All¨ª colabor¨®, igualmente, Juan Larrea y el poeta cordob¨¦s Juan Rejano, que dedicar¨ªa uno de sus m¨¢s l¨²cidos libros de cr¨ªtica a la obra de su paisano Juan Rodr¨ªguez Luna, publicado por la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, en la que trabaj¨® el poeta montan¨¦s.
Muralista junto a Siqueiros
La beca de la Fundaci¨®n Gugenhe¨ªm, que se le prorroga durante dos a?os -s¨®lo seis meses se concedi¨® a Ram¨®n J. Sender-, le abre las puertas de la cr¨ªtica de Washington, cuyo National Museum le ampara una exposici¨®n monstruo, as¨ª como la. neoyorquina. En la ciudad de los; rascacielos colgar¨ªa su obra en la Carrol Carstair. Nombrado profesor de pintura de la Escuela Nacional de M¨¦xico, repite el muralismo, que ya hab¨ªa iniciado como arma de resistencia en el Madrid cercado, por Cibeles y Atocha, junto a David Alfaro Siqueiros.Por los a?os sesenta, una embajada cineasta espa?ola -Bardem, Berlanga, Paco Rabal- saca del silencio de a?os su petici¨®n de visado para ver morir a sus padres en C¨®rdoba. Al llegar, su padre hab¨ªa muerto y su madre no lo reconoce. En 1976 regres¨® de nuevo para colgar en Juana Mord¨® una de las m¨¢s importantes exposiciones de los ¨²ltimos a?os. El a?o pasado regres¨® a C¨®rdoba y realiz¨® la donaci¨®n de aquella exposici¨®n a su pueblo natal, Montoro, con la que ahora se inaugura su museo.
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