El Papa Juan Pablo II condena en¨¦rgicamente la disoluci¨®n de Solidaridad por el Parlamento de Varsovia
Juan Pablo II protest¨® en¨¦rgicamente ayer en el Vaticano contra lo que denomin¨® la "violaci¨®n de los derechos fundamentales del hombre y de la sociedad" en Polonia, tras la disoluci¨®n del sindicato Solidaridad por el Parlamento de Varsovia. El Papa subray¨® que la Iglesia, polaca continuar¨¢ defendiendo los derechos leg¨ªtimos de los trabajadores" e inst¨® "a todos los hombres de buena voluntad del mundo a orar por la naci¨®n polaca".
Estas manifestaciones de Juan Pablo II las realiz¨® ante unos 200.000 peregrinos, de ellos diez mil polacos, congregados en la plaza de San Pedro para escuchar el ¨¢ngelus y ante una delegaci¨®n gubernamental polaca encabezada por el viceprimer ministro del r¨¦gimen de Varsovia Jerzy Ozdowski, presente en Roma para asistir a la canonizaci¨®n por el Papa del franciscano polaco Maksimylian KoIbe.La Dicta polaca, el Parlamento de Varsovia, cuyas reuniones del pasado viernes y s¨¢bado se saldaron con la disoluci¨®n del sindicato independiente Solidaridad, ha introducido un nuevo factor de discordia entre la Iglesia y el Estado en Polonia, seg¨²n estiman los observadores occidentales en la capital polaca.
De esta forma, la direcci¨®n clandestina de Solidaridad distribuy¨® ayer octavillas invitando a sus militante a una huelga general de cuatro horas el pr¨®ximo 10 de noviembre en protesta por la implantaci¨®n de nuevos sindicatos bajo control oficial. El texto subraya la necesidad de boicotear las nuevas organizaciones obreras.
El episcopado de este pa¨ªs hab¨ªa apadrinado el sindicato de Lech Walessa desde su nacimiento, y con mayor o menor firmeza, seg¨²n las circunstancias, lo ha defendido siempre ante las autoridades de Varsovia desde su suspensi¨®n, a ra¨ªz del decreto de estado de sitio, el 13 de diciembre del pasado a?o.
Adem¨¢s, la Iglesia sabe, incluso si el secreto de confesi¨®n le proh¨ªbe ser m¨¢s expl¨ªcita al respecto, que la disoluci¨®n de Solidaridad, seg¨²n palabras del primado de Polonia, Josef Glemp, puede desatar "acontecimientos peligrosos".
Esta es la raz¨®n por la cual Josef Glemp renunci¨® el domingo a asistir en el Vaticano a las ceremonias de canonizaci¨®n de Maximilyan Kolbe, as¨ª como a sus intenci¨®n, anunciada la pasada semana, de reunirse con el general Wojciech Jaruzelski en el curso de una entrevista que habr¨ªa podido ser interpretado como una reserva de la Iglesia a la disoluci¨®n de Solidaridad.
Pero el general, en el discurso que pronunci¨® el pasado s¨¢bado ante la Dieta, devolvi¨® el lance al primado, invit¨¢ndole a una nueva entrevista para fijar la fecha y las condiciones" de la visita del Papa Juan Pablo Il a Polonia, el pr¨®ximo a?o.
Mercadeo
El poder pol¨ªtico-militar de Polonia bajo el est¨¢do de sitio ha desvelado de este modo su estrategia: convierte la visita papal en moneda de cambio contra Solidaridad. Que el episcopado renuncie a sus reivindicaciones respecto a Solidaridad y se cumplir¨¢n todas las condiciones para una visita a Polonia, con orden y dignidad, del ex arzobispo de Cracovia.
Durante varios meses se pod¨ªa haber cre¨ªdo que tal intercambio era posible. La apertura de negociaciones entre el episcopado y el Gobierno sobre la visita del Papa ha coincidido, en efecto, con la desaparici¨®n del nombre de Solidaridad en las homil¨ªas del primado Glemp y en los comunicados de la Conferencia Episcopal.
Pero el bajo clero, que vive en contacto con el pueblo y que sabe lo que Solidaridad representa en la conciencia polaca, gan¨® finalmente la partida, y la posici¨®n de la Iglesia fue definida sin ambig¨¹edad por Josef Glemp en su homil¨ªa del 26 de agosto, en Jasna Gora, durante la celebraci¨®n del sesquicentenario del santuario de la Virgen Negra de Czestochowa.
Las condiciones para la reanu daci¨®n del di¨¢logo entre el poder y la sociedad, dijo el primado, son la liberaci¨®n de Lech Walessa, el restablecimiento de los sindicatos y la liberaci¨®n de todos los internados
A estas condiciones, reafirmadas por el primado la semana pasada, a?adi¨® que en caso de disoluci¨®n de Solidaridad el episcopado reclamar¨ªa su reconstituci¨®n.
Por otra parte, la canonizaci¨®n de Maksymlian Kolbe, cuyas ceremonias fueron retransmitidas por radio y televisi¨®n a Polonia, habr¨ªa podido convertirse, en otras circunstancias, en un buen motivo de reconciliaci¨®n nacional. Pero el primado no asisti¨®, demostrando su firme determinaci¨®n.
Su ausencia de Roma, que destacar¨¢ todav¨ªa m¨¢s ante la presencia en el Vaticano de una delegaci¨®n gubernamental llegada el jueves, reviste desde entonces, seg¨²n los observadores, un sentido muy particular: si Josef Glemp pudo sacrificar una visita al Vaticano para la canonizaci¨®n de un polaco, los polacos pueden sacrificar la visita del Papa si el abandono de Solidaridad debe de ser el precio.
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