La justicia de reivindicar la obra de Haydn

Con el oratorio La Creaci¨®n, dirigido por Garc¨ªa Asensio, ha inaugurado la Orquesta y Coro de RTVE su temporada de abono en el teatro Real. Durar¨¢ hasta finales de marzo, con un total de veintid¨®s conciertos dobles. En la mancheta del programa, entre otras novedades, aparece -como en el caso de la Orquesta Nacional-, el nombre de un principal director invitado, el granadino Miguel Angel G¨®mez Mart¨ªnez. Se celebra en todo el mundo, desde hace meses, el 2502aniversario del nacimiento de Joseph Haydn, y las agrupaciones radiotelevisivas, adem¨¢s de La Creaci¨®n, han programado Las estaciones, la Misa de santa Cecilia, un concierto violin¨ªstico y tres sinfon¨ªas.Tanto en versi¨®n representada como de concierto est¨¢ ausente el Haydn oper¨ªstico, actualmente tan justamente reivindicado y todav¨ªa tan olvidado. Sin tenerlo bien presente -La fedelt¨¢ premiata, Orlando Paladino- ser¨¢ diricil explicar del todo una obra como La Creaci¨®n, en la que el anciano compositor (66 a?os era entonces verdadera ancianidad), por m¨¢s que nos explique su fervor religioso, no pudo -ni probablemente quiso- dejar de expresarse en su lenguaje y, de modo especial, en su lenguaje dram¨¢tico, v¨¢lido tanto para lo profano como para lo religioso.

Todo Haydn est¨¢ aqu¨ª a modo de grandiosa s¨ªntesis: un Haydn genial, imaginativo, superador de su tiempo y su circunstancia, progresivo, mucho m¨¢s hijo de sus obras que de la tan comentada como escasa influencia haendeliana. El argumento miltoniano, adaptado por Lindley y Van Swieten, est¨¢ tratado por Haydn muy por encima de todo descriptivismo, aun cuando. existan deliciosas alusiones de este g¨¦nero, y en su estructura general La Creaci¨®n presenta una unidad, una cohesi ¨®n, una continuidad dram¨¢tica y una diversidad que superan a los oratorios haendelianos.

Por otra parte, La Creaci¨®n supone la gran ruptura de Haydn con sus auditorios restringidos y aristocr¨¢ticos. El estreno de la obra en el Burgtheater, de Viena, en marzo de 1799, constituye una fecha a rese?ar por music¨®logos y soci¨®logos, porque estuvo presente un p¨²blico tan numeroso como pluriclasista: un p¨²blico, como anota Della Corte, de signo decimon¨®nico.

No es la ¨²nica anticipaci¨®n. En los pentagramas del oratorio haydiano nos encontramos con claros avisos de Schubert y hasta con soluciones cuyo eco llegar¨¢n al mismo Maliler. En 1922 escribe Joachim Pena (traductor de La Creaci¨®n al catal¨¢n) que la influencia de Haydri en los oratoristas posteriores puede compararse con la de Gluck sobre sus sucesores oper¨ªsticos. No le falta raz¨®n. La Creaci¨®n es una inuestra soberana de la modernidad que caracteriz¨® a los mejores ilustrados.

Garc¨ªa Asensio hizo gala de su clar¨ªsima, coordinada y eficaz t¨¦cnica para expresar unos conceptos que parten de unos imperativos: fidelidad a lo escrito, claridad expositiva y agilidad de andadura. Los solistas norteamericanos Louise Russell, Seth McCoy y Gary Kendall actuaron con acierto, especialmente el bajo Kendall, de tan excelente voz.