Un pacto de Estado
Ante las pr¨®ximas elecciones se hace necesario desarrollar un profundo per¨ªodo de reflexi¨®n que investigue las causas ¨²ltimas de la actual crisis econ¨®mica, del desencanto que asola la sociedad espa?ola, y que sea capaz de ofrecer cauces reales de superaci¨®n de la situaci¨®n.Esta tarea esla que hemos desarrollado los horribres y mujeres del CDS en nuestro reciente congreso constituyente, y fruto del mismo es el programa que proponemos.
Espa?a ha recuperado su dignidad al constituirse como una democracia plena. Las libertades p¨²blicas han servido para que el pueblo espa?ol experimente el orgullo de cambiar la condici¨®n de s¨²bditos por la de ciudadanos. Sin embargo, hoy nos encontramos ante un momento crucial: o nos incorporarnos plenarriente al grupo de pa¨ªses pol¨ªtica y, econ¨®micamente avanzados, o nos dirigimos hacia el subdesarrollo pol¨ªtico, cultural y econ¨®mico.
La democracia no es s¨®lo un conjunto de normas jur¨ªdicas, sino tambi¨¦n un conjunto de h¨¢bitos de convivencia, que deben presidir la acci¨®n de todos los grupos sociales y muy especialmente de aquellos con capacidad de influir decisivamente en la vida de la naci¨®n.
El sistema pol¨ªtico, en peligro
En el recuerdo de todos permanecen n¨ªtidamente ocasiones recientes en que nuestro sistema pol¨ªtico ha estado en peligro. Esas situaciones desestabilizadoras no se producen por azar; su causa se debe buscar en- comportamientos irresponsables de algunos protagonistas sociales. Nos oponemos absolutamente a cuantos intentan radicalizar la vida espa?ola. El Estado democr¨¢tico no puede ser tolerante con quienes atentan gravemente contra el valor supremo de la pac¨ªfica y libre convivencia nacional.
Junto a esa primera preocupaci¨®n hemos de analizar las dificultades que se derivan de la actual crisis mundial. La experiencia y la pol¨ªtica comparada nos ense?an que todas las democracias avanzadas han decidido en alg¨²n momento de su desarrollo las l¨ªneas maestras de su pol¨ªtica econ¨®mica y exterior, dej¨¢ndolas en cierto modo al margen de las variaciones en los Gobiernos que deb¨ªan desarrollarlas.
La estructura econ¨®mica espa?ola ha encajado peor que la de los pa¨ªses m¨¢s avanzados la crisis internacional. No cabe recuperar unas altas tasas de desarrollo que permitan absorber el paro actual sm formular una pol¨ªtica industrial a largo plazo que cambie esa estructura.
Espa?a y las superpotencias
Al servicio de esa pol¨ªtica es preciso definir las l¨ªneas maestras de nuestra pol¨ªtica exterior, de modo que en las decisiones internacionales que nos involucren se tengan m¨¢s en cuenta nuestros intereses que los de las superpotencias o el de los organ¨ªsmos supranacionales. El desgraciado procedimiento que se ha seguido para nuestra adhesi¨®n a la OTAN, sin conseguir suficientes contrapartidas es un ejemplo reciente de lo que no se debe hacer en ese ¨¢mbito.
Para dar respuesta adecuada a estos graves problemas, la necesidad de consolidar el sistema democr¨¢tico, de formular una pol¨ªtica econ¨®mica de modernizaci¨®n a largo plazo y de desarrollar una pol¨ªtica internacional al servicio de los intereses espa?oles y la paz mundial, planteamos la necesidad de un pacto de Estado entre todas las fuerzas pol¨ªticas, un pacto que respete el natural pluralismo pol¨ªtico, pero que facilite desde esta actitud pol¨ªtica solidaria y responsable el que las fuerzas sociales y econ¨®micas, sin el peso de incertidumbres perjudiciales, presten su adhesi¨®n al objetivo nacional propuesto.
S¨®lo desde la oferta de ese horizonte de futuro prometedor e ilusionante se podr¨¢ pedir a los espa?oles que acepten los necesarios sacrificios que la gravedad de la actual situaci¨®n demanda.
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