Los golpistas proyectaban bombardear con piezas de artiller¨ªa los Palacios de la Zarzuela y la Moncloa y la sede de la JUJEM
La reuni¨®n de la Diputaci¨®n Permanente del Congreso se inici¨® con la extensa intervenci¨®n del ministro de Defensa, Alberto Oliart, que reproducimos casi ¨ªntegramente. Hab¨ªa una gran expectaci¨®n entre los representantes de los distintos grupos parlamentarios, cuyos l¨ªderes han venido demandando amplia informaci¨®n los d¨ªas pasados. Sin embargo el ministro no revel¨® apenas datos que no fueran ya conocidos. Acaso la novedad m¨¢s importante fue el anuncio de que los golpistas proyectaban someter a fuego de piezas de artiller¨ªa los Palacios de la Zarzuela, la Moncloa y la sede de la Junta de Jefes de Estado Mayor si fuera preciso.
El ministro de Defensa comenz¨® la lectura del siguiente informe a las 10,35 horas de la ma?ana:"Se?or¨ªas, comparezco ante la Diputaci¨®n Permanente de este Congreso para. ofrecer a sus se?or¨ªas la versi¨®n del Gobierno sobre los hechos que condujeron a que el pasado d¨ªa 2 de octubre tuviera lugar la detenci¨®n de dos coroneles y un teniente coronel del Ej¨¦rcito de Tierra, y que han culminado, hasta el momento, con su procesamiento por el juez togado permanente n¨²mero 1 de la I Regi¨®n Militar como presuntos autores de un delito de conspiraci¨®n para la rebeli¨®n militar.
La exposici¨®n que voy a hacerles se encuentra sometida forzosamente a una doble limitaci¨®n: en primer lugar, la que impone la existencia de una investigaci¨®n en curso que exige la necesaria cautela para no resultar entorpecida; en segundo lugar, la que resulta del hecho de que la documentaci¨®n aprehendida forma ya parte de un sumario judicial y su difusi¨®n se halla vedada por el secreto sumarial".
"La investigaci¨®n que el mando militar est¨¢ llevando a cabo", prosigui¨®, "y la que contin¨²an realizando tanto los servicios del Ministerio de Defensa como del Interior tardar¨¢n todav¨ªa d¨ªas, si no semanas, en dar fruto, y una de las claves del ¨¦xito de esta investigaci¨®n est¨¢ en que se lleve con la discreci¨®n adecuada." El ministro se extendi¨® sobre los imperativos legales que obligan a mantener el secreto de las actuaciones.
La intervenci¨®n de Oliart prosigui¨®: "La fuerza de la democracia descansa en la soberan¨ªa popular, ejercida, en cada caso, a trav¨¦s de las leyes que el Congreso y el Senado aprueben, leyes que ordenan toda la actividad. social. No olvidemos este punto fundamental sin el cual no hay aut¨¦ntica libertad, ni existe justicia imparcial, ni, por tanto, democracia posible.
En la comparecencia ante el Pleno del d¨ªa 17 de marzo del pasado a?o expuse que determinados motivos impidieron a los servicios de informaci¨®n del Ministerio de Defensa, del Interior y de la Guardia Civil detectar la preparaci¨®n de aquel intento de golpe de Estado, y dijimos tambi¨¦n que no quer¨ªamos que ello fuera interpretado por sus se?or¨ªas como un motivo d¨¦ disculpa, pues constitu¨ªa un decidido prop¨®sito de este Gobierno el continuar la reorganizaci¨®n de estos servicios y profundizar su perfeccionamiento para evitar que en el futuro pudieran repetirse tales sucesos. Pues bien, cumplimos lo que hab¨ªamos prometido, y desde aquella misma fecha se ha venido exigiendo una mayor profesionalidad y responsabilidad a quienes asumen la misi¨®n de permanecer atentos y vigilantes en defensa de la Constituci¨®n y de la ley.
Me cabe la satisfacci¨®n de comprobar hoy que su responsabilidad ha sido asumida plenamente y que su trabajo ha impedido que llegara a consumarse un intento que hubiera podido poner en grave riesgo nuestra convivencia en paz, en orden y en libertad. La rebeli¨®n militar que se produjo el 23 de febrero de 1981 y los presentes hechos que la autoridad judicial ha estimado provisionalmente como constitutivos de una conspiraci¨®n para la rebeli¨®n tienen en com¨²n que ambos proyectos, si bien en distintas fases de realizaci¨®n, se propon¨ªan interrumpir o cambiar radicalmente las instituciones democr¨¢ticas en Espa?a y con ello ir en contra de la voluntad mayoritaria del pueblo espa?ol.
La coincidencia de este ¨²ltimo prop¨®sito es evidente, pero, como luego dir¨¦, existen esenciales diferencias entre el golpe consumado el 23 de febrero de 1981 y el intento actual. La operaci¨®n que culmina con las detenciones que se practicaron en la ma?ana del d¨ªa 2 de octubre de 1982 es el fruto de un largo y laborioso esfuerzo que tiene su inicio varios meses atr¨¢s, con la actividad permanente de los servicios de informaci¨®n que, tras analizar los datos que iban obteniendo, establecieron la hip¨®tesis de que pudiera existir un nuevo intento involucionista coincidente o posterior a unas elecciones generales.
La convocatoria anticipada que se realiz¨® a finales de agosto del presente a?o dio la primera oportunidad de comprobar que dicha hip¨®tesis de trabajo ten¨ªa visos de realidad, y he de afirmar que se constat¨® que esa hip¨®tesis parec¨ªa hacerse realidad al comprobarse que se produc¨ªa un considerable incremento de actividades y contactos entre personas sometidas a observaci¨®n.
"Detectamos apresuramiento en la preparaci¨®n de planes"
Tal hecho determin¨® que se adoptara la decisi¨®n de concretar l¨ªneas de investigaci¨®n e informaci¨®n en dos ¨¢mbitos que, aunque pudieran mantener frecuentes conexiones, se encuentran n¨ªtidamente diferenciados: grupos civiles y miembros de las Fuerzas Armadas.
La distribuci¨®n de las responsabilidades de tales ¨¢mbitos se realiz¨® sin el m¨¢s m¨ªnimo detrimento de la necesaria y estrecha colaboraci¨®n entre los servicios del Ministerio de Defensa y los cuerpos y fuerzas de seguridad dependientes del Ministerio del Interior, que tienen su propio ¨¢mbito de competencias. Una de las l¨ªneas de investigaci¨®n, en r¨¢pido progreso, nos permiti¨® detectar la existencia de apresuramientos en la posible preparaci¨®n de planes para una eventual actuaci¨®n contra la seguridad del Estado. Se tuvieron noticias fiables de que personas, que posteriormente han sido detenidas, hab¨ªan,, presuntamente, iniciado el planeamiento de tales acciones, y que se ve¨ªan forzadas a imprimir una cierta rapidez para su culminaci¨®n, pues, por otros conductos ' y con suficiente grado de verosim¨ªlitud, nos llegaba la afirmaci¨®n de que un eventual intento, en caso de producirse, habr¨ªa de ser realizado antes del d¨ªa se?alado para las votaciones en las elecciones generales convocadas".
En este punto exist¨ªan dos caminos: uno de ellos, el de continuar profundamente y profundizando en la investigaci¨®n siguiendo un hilo conductor del intento que cre¨ªamos tener con firmeza en nuestras manos. El segundo, proceder a la inmediata detenci¨®n de un grupo de personas sobre las que reca¨ªan indicios suficientes para estimar que realizaban presuntas conductas delictivas que pod¨ªan ser probadas ante los tribunales de justicia y con ello asestar un duro golpe sobre los planes en preparaci¨®n para concluir con su desarticulaci¨®n posterior.
El factor que en gran medida condicion¨® la decisi¨®n y la inclinaci¨®n hacia la seg unda de las opciones fue el hecho de no conocer el d¨ªa exacto en que pudiera producirse el eventual intento, pues s¨®lo cont¨¢bamos con el dato a que anteriormente he aludido de que habr¨ªa de tener lugar antes de la celebraci¨®n de las elecciones generales. El sentido de la decisi¨®n se vio influido, adem¨¢s, por la observaci¨®n de las actividades que desarrollaron las personas detenidas durantes los d¨ªas 29 y 30 de septiembre y 1 de octubre, incrementando considerablemente las entrevistas entre s¨ª y con otras personas, y culminaron con la convicci¨®n de que en poder del coronel Mu?oz Guti¨¦rrez se encontraba una parte importante del plan.
Mu?oz y Crespo se entrevistan largamente con Milans del Bosch
La tarde del d¨ªa 1 de octubre pudo observarse que el coronel Mu?oz Guti¨¦rrez se dirigi¨® al establecimiento donde permanec¨ªa en situaci¨®n de prisi¨®n preventiva el teniente general Milans del Bosch en la Academia de Artiller¨ªa de Fuencarral, y junto con el coronel Crespo Cuspinera mantuvo una prolongada entrevista con dicho teniente general.
Para esta entrevista, y en contra de lo que se ha especulado insistentemente, el coronel Mu?oz Guti¨¦rrez no llevaba consigo ning¨²n malet¨ªn ni ninguna cartera. A su finalizaci¨®n, los dos coroneles se dirigieron a Madrid y se despidieron. S¨®lo por la noche, cuando el citado coronel Mu?oz se dirigi¨® hacia Azuqueca de Henares, pudo comprobarse que llevaba con ¨¦l un portafolios en el que se sospech¨® pudiera encontrarse documentaci¨®n relativa al intento. Por ello se decidi¨® su detenci¨®n y la de las dos personas con las que hab¨ªa mantenido m¨¢s estrecho contacto en los d¨ªas inmediatamente anteriores: el coronel Jes¨²s Crespo Cuspinera y su hermano, el teniente coronel Jos¨¦ Crespo Cuspinera.
La hip¨®tesis de trabajo que se hab¨ªa formulado y que sirvi¨® de fundamento a la l¨ªnea de investigaci¨®n seguida se vio plenamente confirmada. Se pudo comprobar que ten¨ªamos en nuestras manos un proyecto de plan contra la seguridad del Estado y sus instituciones, que habr¨ªa de ser ejecutado durante la jornada previa a la votaci¨®n: concretamente, en la ma?ana del d¨ªa 27 de octubre. Este plan -al que luego aludiremos con mayor detenimiento- incluye acciones a desarrollar en la madrugada de dicho d¨ªa y durante las horas posteriores a una eventual declaraci¨®ji del estadode guerra en el territorio de la I Regi¨®n Militar, tras hacerse con el mando de la Capitan¨ªa General.
Revela el plan un cuidadoso estudio para proteger su propia seguridad, pues, a¨²n cuando existe la constancia de varias fases en la ejecuci¨®n, no aparecen detallados determinados aspectos de algunas de ellas, que, indudablemente, y siguiendo un criterio de rigurosa compart¨ªmentaci¨®n, deber¨ªan encontrarse en poder de otras personas.
La rapidez fue decisiva para encontrar pruebas
Al mismo tiempo, la presunci¨®n que fundament¨® la decisi¨®nde detener a los ahora procesados result¨® igualmente correcta, pues se pudo confirmar que la totalidad de los documentos que se refer¨ªan al plan previsto era necesaria para llegar a una m¨ªnima comprensi¨®n de su alcance, ya que, de haberse tomado tales documentos aisladamente, nada dir¨ªa e incluso dif¨ªcilmente podr¨ªan resultar comprometedores para las personas en cuyo poder fueron hallados.
Por ¨²ltimo, debo se?alar que la rapidez de la acci¨®n fue decisiva para encontrar pruebas en Poder de los detenidos, que no dispusieron de oportunidad para ser advertidos y de deshacerse de las mismas. En este punto no creo necesario poner especial ¨¦nfasis en la considerable dificultad de probar de manera objetiva la existencia de una conspiraci¨®n, pues no olvidemos que la ley considera como tal el acuerdo simple y la resoluci¨®n entre dos o m¨¢s personas para perpetrar un determinado delito. Se trata casi exclusivamente de una pura expresi¨®n de voluntad. Probar simplemente una decisi¨®n resulta extraordinariarriente complicado, y en este caso, creo, se ha puesto a disposici¨®n judicial un conjunto de documentos muy valiosos para aclarar conductas y responsabilidades.
Fueron designados para practicar las detenciones un general y dos jefes del Ej¨¦rcito, que fueron instruidos para que, en observancia de las disposiciones legales vigentes, advirtieran de manera expresa a los detenidos del motivo de su detenci¨®n, as¨ª como (le su derecho a no contestar las preguntas que les fueran formuladas y a ser asistidos por un letrado en el momento de presentar declaraci¨®n. Los jefes militares que practicaron la detenci¨®n recibieron igualmente instrucciones de presenciar el registro que se hab¨ªa acordado llevar a efecto en el domicilio de quienes iban a detener y de autorizar con su firma la correspondiente acta de registro. Esta tarea fue realizada por funcionarios especializados del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, que acompa?aron a los jefes militares que practicaron la detenci¨®n.
Los detenidos y la documentaci¨®n que les fue intervenida fueron puestos a disposici¨®n de la autoridad judicial en la misma ma?ana del d¨ªa 2 de octubre en que la detenci¨®n fue practicada. La autoridad judicial, a la vista de los documentos aportados, orden¨® la incoaci¨®n de la causa que se sigue con el n¨²mero 200/1982 y cuya instrucci¨®n fue encomendada al juez togado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de la I Regi¨®n Militar, coronel auditor Jos¨¦ Mu?oz S¨¢nchez, que act¨²a asistido por su secretario relator, contando en todo momento con la presencia en las actuaciones del fiscal jur¨ªdico-militar de la regi¨®n.
Deseo hacer resaltar en este momento de mi intervenci¨®n el escrupuloso respeto que se ha hecho de las normas que para garant¨ªa de los detenidos y para una absoluta transparencia en el procedimiento contiene nuestra Constituci¨®n y las leyes procesales.
El plan para tomar el poder militar y civil
El proyecto, que deber¨ªa ponerse en ejecuci¨®n el d¨ªa 27 de octubre, se basaba en la realizaci¨®n de un conjunto de acciones simult¨¢neas unas y sucesivas otras, tendentes a la neutralizaci¨®n de los principales centros de poder civil y de mando militares, as¨ª como de las personas que eventualmente se hubieran opuesto a la operaci¨®n. Posteriormente se declarar¨ªa el estado de guerra y se impedir¨ªa la circulaci¨®n en Madrid, cerrando las carreteras de acceso y ocupando las estaciones de ferrocarril y el aeropuerto de Barajas.
En un breve esquema, la posible ?secuencia de los acontecimientos, de acuerdo con el plan establecido, ser¨ªa la siguiente: detenci¨®n o neutralizaci¨®n de las personas que presumiblemente pudieran oponerse al intento. Tal neutralizaci¨®n o detenci¨®n tendr¨ªa lugar en sus propios domicilios durante la -madrugada; ocupaci¨®n y neutralizaci¨®n de los m¨¢ximos ¨®rganos de decisi¨®n civiles y militares, medios de comunicaci¨®n social y sedes de partidos pol¨ªticos. Esta acci¨®n habr¨ªa de tener lugar tambi¨¦n durante la madrugada. Sincronizada con las acciones anteriores tendr¨ªa lugar la ocupaci¨®n de la Capitan¨ªa General de la I Regi¨®n Militar, neutralizando al capit¨¢n general, proclamando como tal a un teniente general que asumir¨ªa el mando de todas las Fuerzas Armadas; declaraci¨®n del estado de guerra en el territorio de la I Regi¨®n Militar, con la entrada en vigor de una operaci¨®n denominada Marte en el resto de las capitan¨ªas generales. El inicio de la operaci¨®n se producir¨ªa, por lo,que se refiere a efectivos militares, con la entrada en acci¨®n de los comprometidos que existieran en las unidades, los cuales, tras vencer la posible resistenc¨ªa que pudieran encontrar a su acci¨®n, ocupar¨ªan los objetivos ya marcados. Contiene el plan la previsi¨®n de que piezas de artiller¨ªa ocupar¨ªan asentamientos que les permitieran batir en caso necesario los palacios de la Zarzuela y de la Moncloa, as¨ª como la sede de la Junta de Jefes de Estado Mayor y los cuarteles generales de los tres ej¨¦rcitos.
-En lo que respecta a Madrid, el curso de la acci¨®n preve¨ªa la utilizaci¨®n de peque?as unidades, tipo pelot¨®n, secci¨®n, quiz¨¢ compa?¨ªa, y no forzosamente en el sentido org¨¢nico que tiene la estructura militar y que el plan califica de comprometidas o a comprometerse con la finalidad de aislar y paralizar la capital a base de tres cinturones conc¨¦ntricos.
Tras un an¨¢lisis de la fecha y hora m¨¢s adecuadas para llevar a cabo este conjunto de acciones se llega a la conclusi¨®n de que el mismo deber¨ªa realizarse el d¨ªa 27 de octubre entre las 8 y las 8.30 horas. La neutralizaci¨®n y ocupaci¨®n de los principales centros de poder pol¨ªtico y de mando militar, as¨ª como la neutralizaci¨®n de personalidades que presumiblemente estuvieran en condiciones de impedir o dificultar el ¨¦xito de la posible acci¨®n, habr¨ªa de realizarse por medio de. peque?os grupos de acci¨®n, como he dicho, y de comandos denominados de obediencia ciega.
?Qui¨¦nes habr¨ªan de formar parte de tales grupos? ?Militares? ?Civiles annados? No lo sabemos en este momento exactamente. En la documentaci¨®n ocupada a los detenidos no aparecen listas de personas civiles que pudieran estar presuntamente implicadas en el intento de golpe, excepto aqu¨¦llas que se indica que deben ser neutralizadas. Pero estimamos que en algunos casos se esperaba que estos grupos pudieran ser dirigidos por miembros de las Fuerzas Armadas procedentes de unidades o de centros militares distintos de las unidades operativas. Cada uno de estos grupos de acci¨®n y comandos tendr¨ªan asignado un objetivo preciso, as¨ª como en algunos casos un estudio minucioso del personal y del armamento que ser¨ªa necesario emplear para su consecuci¨®n.
"Un trabajo preparado a conciencia"
En resumen, podemos decir que el plan constituye un trabajo concienzudamente meditado y desarrollado hasta apreciables extremos de detalle. Revela un cuidadoso examen de los posibles objetivos a ocupar, contiene informaci¨®n para abordarlos y, en suma, parece contener un suficiente grado de desarrollo para hacerlo ejecutable.
La descripci¨®n del proyecto tal como lo he expuesto a sus se?or¨ªas pone de manifiesto una serie de diferenc¨ªas fundamentales con el intento de golpe de: Estado del 23 de febrero. La m¨¢s importante es que con aquella rebeli¨®n se intent¨® ocupar el poder pol¨ªtico, para desde dicho poder quebrar las instituciones democr¨¢ticas, mientras que el proyecto sometido ahora a investigaci¨®n lo que intenta es neutralizar y sustituir el mando militar, en primer lugar, e inmediatamente despu¨¦s neutralizar igualmente el poder pol¨ªtico, anularlo, para sustituirlo por la presunta rebeli¨®n triunfante. Queremos volver a insistir en este punto porque la primera prioridad del proyecto es la neutralizaci¨®n de los mandos militares, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, Jefes de los Estados Mayores de los Ej¨¦rcitos, Jefes de las principales unidades operativas de Madrid, y capitan¨ªas generales de algunas regiones militares. Estos extremos me parece esencial que queden perfectamente destacados.
Tambi¨¦n es importante insistir en que el proyectoi parece instrumentarse con peque?os grupos armados tipo escuadra, pelot¨®n, secci¨®n y quiz¨¢ compa?¨ªa, y que no se cuenta con ninguna unidad org¨¢nica u operativa. Ello hace suponer que se hab¨ªa aceptado el planteamiento de un enfrentamiento entre mandos del Ej¨¦rcito, de consecuencias indudablemente no meditadas e imprevisibles.
La mejor valoraci¨®n de lo que supone este intento se extrae de la existencia misma del auto de procesamiento dictado por el juez instructor y que supone la constataci¨®n de la existencia de indicios racionales suficientes de que los procesados pretend¨ªan llevar a cabo una acci¨®n de tal naturaleza.
Parece evidente que los detenidos no son los ¨²nicos que presuntamente se encuentran implicados en la operaci¨®n planeada y que se han de descubrir a los implicados en los distintos niveles de la operaci¨®n proyectada.
Los servicios de seguridad del Estado vienen desde hace tiempo prestando especial atenci¨®n a una serie de personas pr¨®ximas o integradas en lo que pudiera llamarse grupos involucionistas, que podr¨ªan en su momento asumir tareas de direcci¨®n, organizaci¨®n o financiaci¨®n, sin que hasta el momento se hayan podido reunir pruebas suficientes para formular contra ellas la oportuna acusaci¨®n. Tambi¨¦n es verdad que la necesidad de mantener una extremada prudencia para no perjudicar el ¨¦xito de toda la investigaci¨®n e informaci¨®n posterior nos limita considerablemente, a¨²n a riesgo de originar una determinada sensaci¨®n de insatisfacci¨®n en quienes pudieran esperar toda la informaci¨®n sobre estos hechos.
En estos momentos la investigaci¨®n sobre el caso se est¨¢ llevando en paralelo y coordinadamente por el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa. Por lo que se refiere a los Servicicios de Informaci¨®n del Ministerio de Defensa, su labor se desarrolla a pleno rendirniento. Tambi¨¦n se est¨¢ investigando desde el punto del Ministerio del Interior las actividades de determinado grupo pol¨ªtico de muy reciente creaci¨®n, por si sirviera de organizaci¨®n o pantalla para cubrir actividades involucionistas de algunos de sus miembros.
Por otra parte, en cada regi¨®n militar se est¨¢ desarrollando por el manido militar una cuidadosa investigaci¨®n. Cuando esta ¨²ltima concluya adem¨¢s de ponerla en conocimiento de la autoridad judicial y del ministerio fiscal para su incorporaci¨®n a los procedimientos judiciales iniciados o que puedan iniciarse, se adoptar¨¢n las medidas administrativas, o disciplina nas que procedan.
Porque la investigaci¨®n est¨¢ en marcha por las,cuatro l¨ªneas que he se?alado; porque se conoce el proyecto y no cabe la sorpresa, y la justicia, el Gobierno y el mando militar est¨¢n actuando, es por lo que podemos afirmar que la situaci¨®n est¨¢ bajo control, pero adem¨¢s puedo asegurar a sus se?or¨ªas que la rotunda declaraci¨®n del Consejo Superior del Ej¨¦rcito recoge la indignada, a la par que entristecida, repulsa de la inmensa aplastante mayor¨ªa de los generales, jefes, oficiales y suboficiales del Ej¨¦rcito espa?ol que contemplan con inquietud la irresponsable actuaci¨®n de algunos pocos de sus compa?eros, que pudiera extender una sombra de duda sobre su intachable lealtad a la Constituci¨®n, a las instituciones, al Gobierno leg¨ªtimo y al jefe supremo de las Fuerzas Armadas, su majestad el Rey.
Hoy m¨¢s que nunca las Fuerzas Armadas son una firme garant¨ªa de la permanencia y desarrollo de las instituciones democr¨¢ticas en Espa?a; de esta Monarqu¨ªa parlamentaria que nos iguala y nos une a los pa¨ªses del mundo libre con los que estamos y queremos seguir estando. Hoy m¨¢s que nunca la voluntad soberana del pueblo espa?ol, libremente emitida a trav¨¦s de las urnas, se funda en la repulsa de los que quieren amordazarle con el sentimiento de la inmensa mayor¨ªa de los que visten el uniforme de los ej¨¦rcitos de Espa?a; que ni la torpe conspiraci¨®n, ni la mala voluntad, ni la ligereza intenten enturbiar esta profunda unidad. Debo, por ello, afirmar y pedir que no se atribuya injusta e indiscriminadamente a la totalidad de las Fuerzas Armadas la irresponsabilidad de algunos que poco o nada representan frente a quienes acreditan d¨ªa a d¨ªa de modo sobresaliente sus virtudes castrenses, su competencia profesional y su entrega a la carrera de las armas, que act¨²an y actuar¨¢n con los h¨¢bitos de disciplina, de lealtad y de confianza en sus mandos, y que tienen la firme voluntad de asumir solidariamente la defensa del prestigio de Espa?a y que han rechazado con indignaci¨®n esta conspiraci¨®n contra la libertad y la dignidad de los espa?oles".
Por ¨²ltimo el ministro de Defensa afirm¨® que la actuaci¨®n del Gobierno se ha inspirado en el deseo de evitar que nada entorpeciera el proceso electoral.
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