La 'c¨²spide' de la DC italiana se re¨²ne hoy para tratar el tema del Banco Ambrosiano

Hoy, martes, se reunir¨¢ el comit¨¦ pol¨ªtico de la democracia cristiana italiana para analizar las explosivas declaraciones ante el Parlamento, sobre el problema Vaticano-Banco Ambrosiano, del ministro del Tesoro, el democristiano Baniamino Andreatta.La convocatoria ha sido pedida por el mismo presidente del partido, Flaminio Piccoli, irritado porque las declaraciones de su compa?ero de partido puedan enturbiar las relaciones entre la Santa Sede e Italia. Seg¨²n la primera versi¨®n de Andreatta, el Papa es el ¨²nico que puede resolver el asunto obligando al Instituto de Obras de Religi¨®n (IOR), es decir, a su banco, a pagar las deudas contra¨ªdas con Roberto Calvi, ex presidente del Ambrosiano.

El problema planteado por el ministro Andreatta a la democracia cristiana es peliagudo. Por eso, a las pocas horas de su intervenci¨®n ante el Parlamento, que tuvo gran eco en toda la Prensa italiana, su compa?ero de partido y de Gobierno, el ministro de Asuntos Exteriores Emilio Colombo, hizo una declaraci¨®n para limitar el alcance de la del ministro del Tesoro. El mismo Andreatta fue tambi¨¦n obligado a rectificar, afirmando que las frases de su declaraci¨®n ante el Parlamento no eran exactas. Y sobre esta apreciaci¨®n se bas¨® asimismo la respuesta del Vaticano.

?Qu¨¦ dijo realmente el ministro Andreatta? El titular del Tesoro hizo dos afirmaciones separadas. Seg¨²n Andreatta, el IOR, es decir, el banco del Papa, est¨¢ bajo la jurisdicci¨®n de la Santa Sede, est¨¢ en un Estado extranjero, como es el Vaticano. El Gobierno italiano no tiene poder sobre dicho banco. Lo tienen s¨®lo las autoridades vaticanas y sobre todo el Papa.

Despu¨¦s, hablando de este banco, afirm¨® el ministro que es deudor de un cierto n¨²mero de millones de d¨®lares, m¨¢s de mil millones de pesetas, al Banco Ambrosiano y, por tanto, a los acreedores italianos. Andreatta no dijo m¨¢s, pero la conclusi¨®n era evidente. Si el IOR debe todo ese dinero al ex Banco Ambrosiano, si el Gobierno no tiene poder ante dicha instituci¨®n vaticana, s¨®lo el Papa, que es la suprema autoridad de la Santa Sede, puede y debe resolver el problema. Lo que m¨¢s escuece de todo esto es que el ministro Andreatta, considerado un t¨¦cnico m¨¢s que un pol¨ªtico, adem¨¢s de ser democristiano es un cat¨®lico ferviente y practicante, formado en las filas del legendario y difunto cardenal progresista de Bolonia Giacomo Lercaro, que fue una de las figuras m¨¢s sobresalientes del Concilio Vaticano II.

Precisamente cuando semanas atr¨¢s el papa Juan Pablo II fue a visitar la ciudad de Bolonia, el encargado de recibirle por parte del Gobierno fue el ministro Andreatta, quien en su discurso cit¨® ampliamente a Lercaro, gran palad¨ªn del di¨¢logo con los comunistas.