El Instituto de Estudios Catalanes inaugura sus nuevos locales
Problema protocolario con la Generalitat en el acto de presentaci¨®n
Los locales de la Biblioteca de Catalu?a, que hab¨ªan pertenecido al Instituto de Estudios Catalanes, volvieron ayer, oficialmente, a sus leg¨ªtimos propietarios, en un acto, que gener¨® un serio problema protocolario con la Generalitat. Mientras el presidente del Instituto se quejaba de la ausencia de representantes oficiales del Gobierno catal¨¢n, la Generalitat acusaba al Instituto de haberla marginado del acto, en favor de la Diputaci¨®n de Barcelona.
El nuevo presidente del Instituto, Enric Casassas, aludi¨® en su discurso a la lamentable ausencia de representantes de la Generalitat. Sin embargo, seg¨²n el Gobierno catal¨¢n, ni Jordi Pujol ni los consellers hab¨ªan sido invitados al acto; gesto que interpretaron como una voluntaria marginaci¨®n de la Generalitat y como una maniobra para que la Diputaci¨®n pudiera capitalizar en exclusiva la inauguraci¨®n.
Un gesto de ingratitud
La base del problema parece estar en que la asistencia del presidente Jordi Pujol habr¨ªa obligado a otorgar a ¨¦ste la presidencia del acto, lugar que ocup¨® el presidente de la Diputaci¨®n barcelonesa. Los tres consellers presentes en el acto hab¨ªan sido invitados en funci¨®n de su pertenencia al Instituto de Estudios Catalanes. La Generalitat, que destina este a?o cincuenta millones de pesetas a ayudar al Instituto, considera como un gesto de ingratitud su marginaci¨®nen el acto de restituci¨®n de los l¨®cales.Ramon Aram¨®n i Serra, secretario vitalicio del Instituto, record¨® en su discurso que no era la primera vez que la entidad tomaba posesi¨®n de aquellas instalaciones. "Ya lo hicimos en 1931. Espero que esta vez sea indefinitiva". Tras la guerra civil, el Gobierno victorioso expuls¨® al Instituto de su sede hist¨®rica.
Francesc Mart¨ª Jusmet, presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona, asegur¨®que la instituci¨®n mantendr¨ªa su pol¨ªtica de apoyo al Instituto. Las obras de readaptaci¨®n de los locales, cuyo proyecto data de 1976, han costado cien millones de pesetas.
Los trabajos pendientes
Enric Casassas record¨® en sus palabras que el Instituto de Estudios Catalanes hab¨ªa recuperado su reconocimiento oficial en 1976 pero que ¨¦ste no fue acompa?ado de dotaci¨®n econ¨®mica suficiente para las tareas que debe cumplir la entidad.En su discurso record¨® los trabajos pendientes que tiene el Instituto y destac¨® la elaboraci¨®n de un nuevo diccionario de la lengua catalana.
En un momento de su discurso, Casassas expres¨® su desagrado por la ausencia de representantes oficiales de la Generalitat. Esta menci¨®n fue lo que ocasion¨® la aclaraci¨®n del Gobierno catal¨¢n. Miquel Coll i Alentorn y Heribert Barrera, asistentes al acto, acudieron como presidentes de las secciones de Arqueolog¨ªa y Ciencias del Instituto, respectivamente.
Parabienes para la Diputaci¨®n
El ex presidente de la Gener¨¢litat Josep Tarradellas estuvo presente en el acto, y fue la Diputaci¨®n la que recibi¨® los m¨¢ximos parabienes en los breves parlamentos pronunciados. El propio Casassas record¨® a los tres presidentes de la Diputaci¨®n que han estado vinculados al pro yecto de remodelaci¨®n de los locales de la Biblioteca de Catalu?a para el definitivo asentamiento del Instituto: Juan Antonio Samaranch, Josep Tarradellas y Francesc Mart¨ª Jusmet.El regreso de la instituci¨®n a su antigua sede coincide con el 75 aniversario de su fundaci¨®n por Enric Prat de la Riba; con el cincuenta aniversario de la publicaci¨®n de la obra m¨¢s importante impulsada por la instituci¨®n, el Diccionari de Pompeu Fabra, y con la renovaci¨®n de los cargos directivos,de la casa.
Pero las tareas que el equipo presidido por Enric Casassas piensa abordar inmediatamente son: la reanudaci¨®n de las tareas del diccionario normativo, avalado por la autoridad del Instituto, con la puesta en marcha de oficinas lexicogr¨¢ficas que actualicen el idioma, la creaci¨®n de nuevas secciones que permita la incorporaci¨®n de cient¨ªficos y estudiosos catalanes de primera fila, que actualmente se mantienen alejados de la instituci¨®n; la reorganizac¨ª¨®n de la estructura administrativa y directiva; su apertura a la opini¨®n p¨²blica, con la creaci¨®n de un servicio de prensa, y una mejora en la pol¨ªtica de publicaciones; la contrataci¨®n de profesprado extranjero de gran nivel cient¨ªfico, en la misma l¨ªnea del primer Instituto de los a?os de la Mancomunidad...
Las dificultades m¨¢s importantes son de tipo financiero. Hasta ahora el Instituto se ha mantenido de subvenciones, privadas durante el franquismo, y p¨²blicas en la actualidad, sin que exista una forma de financiaci¨®n permanente que le permita su total independencia de las decisiones pol¨ªticas.
Investigaci¨®n tecnol¨®gica
El Instituto actual ha iniciado ya desde su misma legalizaci¨®n bajo la Monarqu¨ªa una etapa que abre enormes posibilidades de desarrollo. Su definici¨®n como instituci¨®n de ¨¢mbito determinado por las tierras de habla y cultura catalanas, y su vocaci¨®n, expresada en los estatutos, de contribuir al desarrolo tecnol¨®gico, son considerados por sus miembros como dos principios definitorios de enormes posibilidades para su futuro.Enric Cassasas preside el Instituto desde el pasado d¨ªa 7 de octubre, cuando los miembros numerarios de la instituci¨®n dieron sus votos -dieciocho sobre veintid¨®s votantes- a este profesor de 62 a?os.
Babelia
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