Los partidos liberales europeos
El partido liberal alem¨¢n ha cosechado su segunda grave derrota, que lo deja fuera esta vez del Landstag b¨¢varo, con sede en Munich. La campa?a que se viene desarrollando en toda la Rep¨²blica Federal de Alemania contra el partido de Hans Dietrich Genscher, sabiamente mu?ida por los socialdem¨®cratas de Willy Brandt tras la ca¨ªda de Helmut Schmidt y el relevo de Helmut Kohl, est¨¢ dando sus frutos. ( ... )La tendencia europea con respecto al partido liberal es de alejamiento progresivo. Resulta f¨¢cil pronosticar que los liberales de Genscher alcanzar¨¢n una m¨ªnima representaci¨®n en el Bundestag si no consiguen antes enderezar una imagen deteriorada en la ¨²ltima apuesta en favor de los democristianos. Tanto ¨¦stos como los socialdem¨®cratas cuentan con un electorado bastante fiel. Son los indecisos los que sostienen a los partidos menores, que, a su vez, pueden hacer que la balanza del Gobierno se incline en favor de Schmidt o de Kohl. El avance considerable de los verdes -extra?a amalgama donde caben todas las extravagancias pol¨ªticas y sociales, codo a codo con los ecologistas aut¨¦nticos- supone siempre una resta para el partido liberal. Ese es, al menos, el caso alem¨¢n. ( ... )
Sea como fuere, el partido liberal -tanto en la Rep¨²blica Federal de Alemania como en otros pa¨ªses occidentales- se encuentra en proceso de revisi¨®n por parte del electorado. Se ha dicho siempre que liberal se es por talante y no por partido. Mientras la opulencia y el bienestar social eran patrimonio de los pa¨ªses occidentales, un partido liberal manten¨ªa, en el plano de las ideas pol¨ªticas, una cierta raz¨®n de ser. Hoy, el electorado tiende a radicalizarse en posturas enfrentadas: una econom¨ªa gestionada seg¨²n el modelo socialista-estatalizador- o una econom¨ªa conducida de acuerdo con las leyes del mercado, con leve control estatal. El partido liberal -y estamos respondiendo a la primera pregunta- nada entre dos aguas y, lo que es m¨¢s inaceptable para un electorado que se plantea los problemas reales y, concretos, puede inclinarse hacia uno u otro modelo social sin perder el rostro. Esta evidencia est¨¢ dando los primeros resultados -y bien sonoros- en la Rep¨²blica Federal de Alemania y no tardar¨¢ mucho en darlos en los restantes pa¨ªses donde el partido liberal -incluso disfrazado de socialdemocracia, como es el caso ingl¨¦s- a¨²n tiene electores.
15 de octubre
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