Todo es importante, hasta las ausencias
Resulta sorprendente que a la hora de destacar alguna figura en un festival de jazz dicha tarea resulte pr¨¢cticamente imposible. Aun contando con la sustituci¨®n de Freddie Hubbard por el grupo del bater¨ªa Louis Hayes, el elenco que se presenta en el Festival Internacional de Jazz de Madrid es de tal calibre que muy pocos nombres pueden ser elevados sobre los dem¨¢s. La selecci¨®n de figuras es antol¨®gica y realizada con un cari?o patente. Podr¨ªa argumentarse que falta algo de jazz tradicional, comentarse la ausencia de una gran orquesta y, lo que ya es m¨¢s grave, la ignorancia que en nuestro pa¨ªs se mantiene hacia los jazzmen europeos.En cualquier caso, un festival no es una enciclopedia de jazz, aunque el presente de Madrid se le acerque bastante. Si hemos de atender a las figuras del festival, los a?os veinte fueron especialmente propicios para el parto de m¨²sicos. Por lo menos Percy y Jimmy Heath, B. B. King, Sonny Rollins, Max Roach, Elvin Jones y Oscar Peterson, entre otros va rios, nacieron en tan portentosa d¨¦cada. Lo m¨¢s joven que veremos es el Art Ensemble of Chicago, cuya m¨¢xima figura, el trompetista Lester Bowie, s¨®lo tiene 41 a?os. Por suerte, hay m¨²sicos entre los espa?oles que abrir¨¢n cada d¨ªa, cuya edad no se cuenta por decenios sino todav¨ªa por a?os. Algo es algo.
Por estilos la cosa es sencill¨ªsima, por mucho que hoy los estilos no parezcan tan claros. Puede decirse que la gran mayor¨ªa de los participantes son hard-boppers de educaci¨®n, aunque luego sus caminos se hayan hecho de lo m¨¢s divergentes.Y puede tambi¨¦n afirmarse que, a excepci¨®n del Art Ensemble of Chicago y de Max Roach, los estilos que escucharemos tienen por lo menos dos d¨¦cadas de antig¨¹edad.
Todo este criticismo debe ser entendido m¨¢s como una consideraci¨®n respecto a la situaci¨®n del jazz en nuestro pa¨ªs que como una queja. Y esto porque es seguro que si vinieran Albert Mangelsdorf, John Surman, Derek Bailey, Annette Peacock, laus Doldinger, Sonny Sharrock o Ralph Towner (incre¨ªbles m¨²sicos todos ellos), la asistencia al Palacio de los Deportes ser¨ªa tan lamentable como la obtenida con ocasi¨®n del concierto que este mismo a?o dio en Madrid Jack de Johnnette (y eso que Jack ven¨ªa rodeado de una just¨ªsima fama).
Evidentemente, no se trata de ser chaf¨®n porque, como queda indicado al principio, este festival es sencillamente magn¨ªfico. Sin embargo, y para quienes con gran alegr¨ªa ven en hechos como ¨¦ste la redenci¨®n definitiva del jazz en Espa?a, es bueno recordar nuestro actual estado y que ese proceso de normalizaci¨®n es una larga marcha que habr¨¢ de ser cubierta con tanto entusiasmo como conciencia de donde estamos. Una cosa no quita la otra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.