Un cl¨¢sico brillante
Por un lado, las reposiciones de antiguas pel¨ªculas que quieren conectar con el p¨²blico que no las conoci¨® en su d¨ªa; de otro, la insistencia en aprovechar ¨¦xitos de algunas pel¨ªculas modernas repitiendo incansablemente su f¨®rmula en otros t¨ªtulos, Hay, como resumen, muy poca novedad en las carteleras.El cine norteamericano inventa con restricciones: Prefiere acogerse a trucos probados, a esquemas que dieron ¨¦xito previamente. Caben, como es normal, bastantes excepciones, pero el tono medio de la producci¨®n de este a?o no es especialmete renovador.
Incluso Blake Edwards, que repite entregas de La pantera rosa hasta preparar ahora otra m¨¢s con recortes de las anteriores, refunde V¨ªctor o Victoria, un cl¨¢sico de la UFA alemana que, con el mismo t¨ªtulo, se rod¨® en 1933. Una crisis, una espera de nuevos ojetivos.
Victor o Victoria
Gui¨®n y Direcci¨®n: Blake Edwards. M¨²sica: Henry Manchini. Fotografla: Dick Dush. Int¨¦rpretes: Julie Andrews, James Garner, Robert Presion, Lesley Ann Warren. Norteamericana, 1982. Comedia. Local de estreno: Amaya
Una gran comedia
Nada que ver esta teor¨ªa con el resultado final de las pel¨ªculas. En ocasiones, son mejores las segundas partes. Lo demostr¨®, por ejemplo, Richard Lester, con Superman 2, y lo repite ahora Edwards en V¨ªctor o Victor¨ªa, al realizar una de sus mejores comedias; al menos una de las mejores de los ¨²ltimos a?os.El enredo del que parte -una cantante que debe fingirse un travestido para encontrar trabajo- est¨¢ explotado con imaginaci¨®n y sentido del humor, hasta agotar sus m¨¢s divertidas consecuencias. Lo que al principio parece un simple truco pasajero, se transforma en motor de una historia que alterna la ternura con el humor, la caricatura con la poes¨ªa.
Cada secuencia abre la an¨¦cdota a nuevas perspectivas, cada frase hace progesar la acci¨®n por caniinos imprevisibles. Un filme inteligente, realizado con sensibilidad y profundo conocimiento del oficio; hay trucos obvios, pero ensartados en una narrativa brillante y jocosa.
Edwards, adem¨¢s, ha sabido encontrar en esta vieja historia cuantos elementos la hacen actual: Aunque su ambientaci¨®n se mantiene en los a?os treinta, V¨ªctor o Victoria incide en problemas a¨²n vigentes.
Que su protagonista femenina deba adoptar en el mundo el papel de un hombre incide ya en cuestiones que nos afectan; que la ambig¨¹edad resultante sea capaz de turbar a machos indiscutibles -el gangster m¨¢s peligroso de la ciudad, entre otros-, aporta lecturas m¨¢s complejas.
Entre risas, Edwards acaba relatando dos tiernas historias de amor, que luchan contra t¨®picos y encorsetamientos: Queri¨¦ndolo o sin querer, est¨¢ rozando lo subversivo.
Su ingenio para aprovechar en cada momento el ¨¢ngulo m¨¢s ventajoso no consiste s¨®lo en colocar la c¨¢mara en lugares tan adecuados como sorprendentes -en el exterior del restaurante, por ejemplo, para sintetizar la pelea provocada cuando Victoria no puede pagar la cuenta-, sino tambi¨¦n para entresacar de cada actor sus m¨¢ximas posibilidades. ?Podr¨ªa alguien haber previsto que el heroico hermano de Beau geste se transformara en la m¨¢s enloquecida y suave de las carrozonas? El trabajo de Robert Preston registra tales matices, hace tan vivo el personaje de Toddy, que contagia su creatividad a Jul¨ªe Andrews y James Garner, que quiz¨¢ realizan aqu¨ª los mejores trabajos de sus carreras.
En casos como el de V¨ªctor o Victoria compensa la referencia a un cine cl¨¢sico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.