Glemp reconoce en Roma que la Iglesia dialoga con el r¨¦gimen militar polaco
"No, no, en este mundo nada se realiza definitivamente. El di¨¢logo contin¨²a". Fue la respuesta del primado polaco, Jozef Glemp, a su llegada ayer a Roma, a la pregunta de si se hab¨ªa roto el equilibrio entre Iglesia y partido comunista de Polonia (POUP). A pesar de que el arzobispo reconoci¨® que desde su ¨²ltima estancia en Roma, el pasado mes de agosto, se sent¨ªa "un poco m¨¢s pesimista", hizo grandes esfuerzos pan sonre¨ªr.
Sobre la situaci¨®n del l¨ªder sindical Lech Walesa, el primado do Polonia se limit¨® a decir: "Pobrecito, pobrecito, est¨¢ siempre solo". Subray¨® que "no existen novedades" por lo que se refiere a la visita del papa Juan Pablo II a Polonia y calific¨® de realista y no de pesimista su ¨²ltima homil¨ªa, en la que utiliz¨® tonos muy duro, contra el r¨¦gimen, ¨¦l que ha sido siempre el protagonista de la l¨ªnea blanda y del di¨¢logo como continuador de la pol¨ªtica diplom¨¢tica de su antecesor, el fallecido cardenal Stefan Wiszynski.Al salir de Varsovia, Glemp no hab¨ªa excluido que despu¨¦s de las entrevistas con Juan Pablo II pueda tener un encuentro personal con el general Jaruzelski. Y respondi¨® con un tono seco a las acusaciones hechas por la publicaci¨®n sovi¨¦tica Literaturnaya Gazeta contra la Iglesia polaca: "No pienso", dijo "que publicaciones extranjeras puedan influenciar las relaciones entre Iglesia y Estado en Polonia".
Jozef Glemp fue recibido inmediatamente en el Vaticano por el papa Wojtyla. Ambos continuaron su conversaci¨®n durante la comida y a lo largo de toda la tarde. El primado polaco ha dicho que estar¨¢ en Italia una semana, "a no ser que se agrave la agitaci¨®n en mi pa¨ªs", en cuyo caso volver¨ªa inmediatamente. Oficialmente, ha venido a recibir el Premio de la Paz que le ha concedido un comit¨¦ de Tarento.
Pero todos los observadores subrayaron ayer que estas conversaciones de Glemp con el Papa pueden revestir una enorme importancia para definir la l¨ªnea de conducta de la Iglesia polaca despu¨¦s de la grave decisi¨®n del r¨¦gimen de disolver Solidaridad y de las duras reacciones de los trabajadores, que est¨¢n dispuestos a mantener la l¨ªnea dura contra dicha decisi¨®n.
El mismo Walesa, que no comparte personalmente esta actitud del grupo clandestino de Solidaridad, ha confiado a su mujer que en este momento de represi¨®n es, sin embargo, importante demostrar en la calle que el pueblo est¨¢ en contra del r¨¦gimen. Tambi¨¦n el Papa apoya esta l¨ªnea, afirmando el apoyo incondicional de la Santa Sede en favor de "los leg¨ªtimos derechos de los hombres del mundo del trabajo".
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