Una deuda de 35.000 millones
La Caja Rural Nacional garantiza las operaciones realizadas por la entidad de Jaen, lo que evitar¨¢ la quiebra.
El desequilibrio patrimonial de la UTECO de Ja¨¦n y de la Cooperativa Agr¨ªcola Provincial puede estar cifrado en estos momentos en unos 15.000 millones de pesetas, de los que algo menos de 5.000 millones ser¨ªan imputables a la cooperativa y el resto a UTECO. Estas son las primeras estimaciones que los responsables del Banco de Espa?a y otros interesados en el tema han podido elaborar a la luz de los datos que han conocido del entramado contable de esta entidad.
En estos momentos, nadie se atreve a separar las actividades de la caja rural, nacida para financiar las necesidades de las cooperativas agr¨ªcolas de la provincia, de la propia UTECO o de la cooperativa provincial. La repetici¨®n de los mismos nombres en los principales puestos de decisi¨®n de cada una de estas instituciones hace casi imposible definir dicha diferencia.La Caja Rural de Ja¨¦n tiene concedidos cr¨¦ditos a la UTECO por valor de 14..000 millones de pesetas, aproximadamente el 120% de los recursos ajenos que dicha caja tiene; la normativa legal existente recoge que el m¨¢ximo de concentraci¨®n de riesgo que una caja rural puede tener con una cooperativa o con una "unidad econ¨®mica de riesgo" no puede superar el 5% de los recursos ajenos -que equivalen a los dep¨®sitos -captados-; con la cooperativa provincial los riesgos alcanzan casi los 5.000 rnillones de pesetas. Para conseguir cuadrar estas cifras de cr¨¦ditos a las dos principales entidades cooperativas de Ja¨¦n con las de los balances de la Caja Rural de esta prov¨ªncia es necesario sumar el endeudamiento que dicha caja ha adquirido con la Caja Rural Nacional, presidida tambi¨¦n por Domingo Sol¨ªs Ruiz, que supera los 12.000 millones de pesetas.
La mitad de la poblaci¨®n activa
Par a acabar de aproximarse a la situaci¨®n real del campo jiennense hay que considerar el volumen de efectos -letras de cambio- que la propia UTECO, la cooperativa provincial o algunas cooperativas asociadas a UTECO en concreto han librado, con aval de la caja rural y que han sido negociadas en el mercado secundario de Madrid; cifra que, seg¨²n algunos c¨¢lculos, se acerca a los 6.000 millones de pesetas. Todo ello unido da una idea aproximada del problema por el que atraviesa la agricultura de la provincia cuya fuente de financiaci¨®n b¨¢sica ha estado constituida por la actividad de la Caja Rural.La actividad agr¨ªcola vinculada al mundo cooperativo controlado por Domingo Sol¨ªs en la provincia de Ja¨¦n abarca a 110.000 socios, que viene a ser el 50% de la poblaci¨®n activa agr¨ªcola de la provincia y al 60% del valor a?adido agr¨ªcola de Ja¨¦n, unos 50.000 millones de pesetas anuales.
La propia estructura cooperativa da trabajo directo e indirecto a unas 6.000 personas y genera un volumen de negocio cifrado en torno a los 25.000 millones de pesetas.
La actividad ole¨ªcola, el 85% de la producci¨®n agr¨ªcola de la provincia, ha podido realizarse sin grandes problemas gracias a que la UTECO ha venido proporcionando fondos adelantados para financiar las campa?as de recogida de la aceituna; lo mismo ha ocurrido con las cosechas de algod¨®n, aunque ¨¦stas tienen una importancia mucho menor dentro del conjunto provincial.
Nadie en Ja¨¦n pone en duda la necesidad de mantener vivo el movimiento cooperativo ya que de otra forma se imposibilitar¨ªa la persistencia de la propia actividad agraria. Pero al tiempo se reconoce la necesidad de profesionalizar al m¨¢ximo a todos aquellos que tienen poder de decisi¨®n sobre el mismo. Y esta profe sionaliz aci¨®n implica que se reconozca cu¨²ndo van las cosas mal y cu¨¢ndo van mejor.
Los ocultamientos continuados en los balances de UTECO y de la Caja Rural, que se han logrado mantener por la ascendencia que se ten¨ªa sobre la Caja Rural Nacional que ha proporcionado fondos ilimitados a la de Ja¨¦n para que siguiera pagando a precios por encima de los reales, deben terminar.
Una entidad que ha llegado a tener en su momento m¨¢s ¨¢lgido un volumen de dep¨®sitos cercano a los 12.000 millones de pesetas no puede tener una deuda superior a los 35.000 millones de pesetas como tiene la Caja Rural de Ja¨¦n. M¨¢xime cuando los. problemas que aquejaban a la entidad eran conocidos desde hace tiempo.
La historia inmediata de la crisis de la Caja Rural de Ja¨¦n, y la que ¨¦sta escond¨ªa de la LTECO provincial, empieza el 10 de septiembre cuando, a ra¨ªz de una inspecci¨®n del Banco de Espa?a, se decide abrir expediente administrativo a todos los responsables de la caja y la intervenci¨®n del propio banco emisor en las tomas de decisi¨®n de la entidad. la situaci¨®n era tan grave que de otra forma la quiebra de la misma habr¨ªa sido inmediata.
Pero el conocimiento de la crisis era bastante anterior. En 1978 se hace ya una inspecci¨®n en la que salen a la luz problemas importantes como la concentraci¨®n de riesgos en UTECO. De esta primera inspecci¨®n salen directrices concretas que luego se ha visto no han sido seguidas en absoluto; se dice a los responsables de la Caja Rural de Ja¨¦n que la concentraci¨®n de riesgos no debe continuar y que se deben arbitrar m¨¦todos para que disminuya. Para ello se pide que los cr¨¦ditos que la caja conceda vayan a las propias cooperativas agr¨ªcolas y no a UTECO.
La distancia que media entre esta inspecci¨®n y la ¨²ltima en la que se decide la intervenci¨®n por parte del Banco de Espa?a no sirve para arreglar los desajustes habidos sino para complicarlos a¨²n m¨¢s. La concentraci¨®n de riesgos sigue subiendo de tal forma que llega a superar el 140% de los dep¨®sitos de la propia caja. La crisis de las ventas exteriores, motivada en parte por el envenenamiento masivo por la comercializaci¨®n para el consumo de aceite de colza, no hace sino ahondar las necesidades de financiaci¨®n de UTECO, que recurre a la Caja Rural Nacional, a trav¨¦s de la de Ja¨¦n, y a los pr¨¦stamos exteriores sin autorizaci¨®n administrativa.
Los problemas derivados del impago de los intereses y amortizaci¨®n de estos cr¨¦ditos exteriores son los que hacen que se pongan al descubierto todos los dem¨¢s existentes. En el mes de mayo pasado el partido socialista recibe el aviso de posibles irregularidades en la Caja Rural de Ja¨¦n y en UTECO; se decide, despu¨¦s de investigar la realidad de dichas informaciones no hacerlo p¨²blico y presionar ante el Banco de Espa?a para que tome cartas en el asunto.
El miedo a una quiebra generalizada, que podr¨ªa venir por la ejecuci¨®n de los cr¨¦ditos exteriores o por los que la banca nacional tiene concertados con UTECO y la Caja Rural, hace que se elija esta v¨ªa. Ello no quiere decir, seg¨²n fuentes socialistas, que haya sido gracias a ellos como se ha descubierto el agujero "pero hemos ayudado en algo", manifiestan. La importancia de las entidades en juego hace que sean cautos hasta el final.
El apoyo institucional
El resto es conocido. La inspecci¨®n del Banco de Espa?a hace que se intervenga la caja rural; este anuncio provoca que en dos d¨ªas los dep¨®sitos de la caja desciendan en dos mil millones de pesetas. El traslado al juez instructor del expediente abierto tiene como consecuencia inmediata el encarcelamiento de Domingo Sol¨ªs Ruiz, su hijo Felipe Sol¨ªs y de Ricardo Cruz Tu?¨®n; trescientos millones de pesetas adicionales salen de las cuentas de la caja rural al d¨ªa siguiente de conocerse la noticia.En medio de la campa?a electoral s¨®lo el partido comunista de Andaluc¨ªa decide incorporar el tema de Sol¨ªs a la misma; los dem¨¢s tratan de infundir una calma que dista de existir.
El agujero concreto de la caja rural, que en definitiva no es sino la traslaci¨®n de los agujeros parciales surgidos en el movimiento cooperativo de Ja¨¦n, tiene unas implicaciones pol¨ªticas tan claras que podr¨ªan poner en peligro a las propias cooperativas. Por ello las decisiones que se intentan tomar son prudentes.
A principios del verano Domingo Sol¨ªs realiza intentos de acercamiento al partido socialista para salir de la crisis en que ha sumido a su propia obra. Estos contactos no fructifican.
El partido socialista, a trav¨¦s de la Junta de Andaluc¨ªa, presiona a la Administraci¨®n central para que se regule la: actividad del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos de las cooperativas de cr¨¦dito y se clarifique la actuaci¨®n de las mismas. Con un Parlamento disuelto por la convocatoria de elecciones legislativas, en el Ministerio de Econom¨ªa se tiene miedo a que el decreto que recoge la creaci¨®n de este fondo de garant¨ªa encuentra problemas en la diputaci¨®n permanente de las Cortes; las conversaciones concluyen cuando el Gobierno sabe que el PSOE no pondr¨¢ trabas a dicho decreto. A partir de ah¨ª se imprime rapidez a todo el tema. La caja rural es intervenida por el Banco de Espa?a; en un Consejo de Ministros posterior se aprueba el decreto sobre fondos de garant¨ªa de dep¨®sitos para estas entidades. El decreto se convalida en la diputaci¨®n permanente y entra en vigor.
Al tiempo, se ha procedido a ordenar el ingreso en prisi¨®n y procesamiento de tres responsables del asunto. Los miedos a una posible quiebra se rompen con la decisi¨®n de la Caja Rural Nacional de garantizar los dep¨®sitos superiores al mill¨®n y medio de pesetas que haya en la caja de Ja¨¦n y con el compromiso de aquella entidad de hacer frente a los vencimientos de los efectos -letras comerciales-. Por otro lado, y a la luz de que el aceite existente no tiene una salida f¨¢cil en estos momentos, el Banco de Cr¨¦dito Agr¨ªcola decide abrir una l¨ªnea de cr¨¦dito para financiar la cosecha del a?o pasado que ya han entregado los agricultores de Ja¨¦n a UTECO y que ¨¦sta no ha pagado todav¨ªa. Si no se venden en un per¨ªodo prudencial de tiempo, el FORPPA comprar¨¢ todas las existencias al precio de referencia y se podr¨¢n reembolsar las cantidades adelantadas por el banco oficial.
El ciclo de la crisis a corto plazo parece cerrarse aunque persiste el tema de endeudamiento exterior conseguido sin autorizaci¨®n administrativa. Las posibilidades de una negociaci¨®n pr¨®xima sobre este tema y la creencia de que el mercado europeo tiende a normalizarse una vez que ha desaparecido el problema del s¨ªndrome t¨®xico abre las puertas de la esperanza a una soluci¨®n.
En cualquier caso la revocaci¨®n de buena parte dejos dirigentes de los organismos cooperativos de Ja¨¦n se va a producir. Haya habicto o no delito en sus actuaciones, lo que queda fuera de duda es que no se puede mantener un movimiento cooperativo de este tipo sin controles y profesionalidad entre los ¨®rganos de decisi¨®n.
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