Reagan pierde votos
LAS ELECCIONES llamadas de medio t¨¦rmino en Estados Unidos se han saldado con una p¨¦rdida relativa, moderada, para el Partido Republicano y para las tesis econ¨®micas y pol¨ªticas del presidente Reagan. El control dem¨®crata de la C¨¢mara de Representantes se ha acentuado de una manera considerable, y en el Senado, donde se renovaba un tercio de los puestos, la ya corta distancia entre los dos partidos se ha abreviado a¨²n m¨¢s, aunque se mantenga la mayor¨ªa republicana. Lo que estos resultados indican es que Reagan encontrar¨¢ m¨¢s dificultades para hacer pasar sus leyes econ¨®micas. Las dificultades son m¨¢s patentes sobre todo si se confirma, como parece, que el problema no va a estar ¨²nicamente en los nuevos congresistas dem¨®cratas, sino tambi¨¦n en que algunos de los republicanos elegidos en sustituci¨®n de otros de su mismo partido se distinguen por su oposici¨®n a Reagan, y no s¨®lo en lo econ¨®mico, sino principalmente en el tema de la congelaci¨®n de las armas nucleares. Un tema estrechamente ligado a l¨¢ econom¨ªa del pa¨ªs, pero que tiene tambi¨¦n una carga indudable de pol¨ªtica y sugiere una especie de resurrecci¨®n de las grandes cuestiones ¨¦ticas y morales, que van apareciendo en los Estados Unidos como en otros pa¨ªses. Reagan hizo del renacimiento de los ideales una cuesti¨®n de rearme moral en el sentido de una recuperaci¨®n de la supuesta decadencia de Estados Unidos: una moral estrechamente relacionada con la fuerza y la decisi¨®n. Se ha ido construyendo la moral contraria: el pacifismo de los pa¨ªses europeos se ha enriquecido en Estados Unidos con un amplio movimiento de congelaci¨®n de armas nucleares, que ya puso en aprieto los planes de Reagan en el Congreso anterior. Los resultados de las elecciones del martes en algunos estados acent¨²an este movimiento.La observaci¨®n de la tendencia de voto puede indicar un cierto apuro para Reagan y su partido -si persiste en la reelecci¨®n- en las elecciones de 1984. No es tanto la seguridad de que Kennedy puede volver a ser candidato, por la facilidad con que ha sido reelegido senador, sino porque se piense que el conservadurismo de Reagan no ha dado los resultados apetecibles. El aumento del paro que se ha experimentado durante su presidencia, el miedo a que su econom¨ªa peculiar ocasione destrozos irreparables o que, por lo menos, no se puedan resta?ar en muchos a?os, el aislamiento creciente de Estados Unidos en el ¨¢mbito internacional, pueden haberse dejado ver ya en esta votaci¨®n. No es m¨¢s que una tendencia, una inclinaci¨®n; pero Estados Unidos es muy sensible a estos cambios de voto, que, sin constituir de ninguna manera un corrimiento definitivo de la opini¨®n p¨²blica, son un primer aviso serio de que el pa¨ªs comienza a perder la confianza ciega que en 1980 llev¨® a Reagan al poder.
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