Paul Biya, nuevo presidente de Camer¨²n tras la inesperada dimisi¨®n de Ahmadu Ahiyo
En una breve alocuci¨®n de tres minutos, y sin ninguna explicaci¨®n, el presidente Ahmadu Ahiyo, de Camer¨²n, anunci¨® el jueves por la noche a sus compatriotas que hab¨ªa decidido voluntariamente poner fin a veintid¨®s a?os de ejercicio del poder supremo de la naci¨®n. A las diez de la ma?ana de hoy, con una sorprendente celeridad, el primer ministro, Paul Biya, hasta ahora opacado por la personalidad de Ahiyo, tomar¨¢ posesi¨®n de la jefatura del Estado, de acuerdo con la Constituci¨®n.
El mandato de Biya ser¨¢, no obstante, relativamente corto, pues en 1985 deber¨¢ someterse a la prueba de unas elecciones generales previstas para esa fecha.Con dos a?os de diferencia con el presidente senegal¨¦s Leopoldo Sedar Senghar, que en 1980 tom¨® la misma decisi¨®n de renunciar por propia iniciativa a la presidencia, Ahmadu Ahiyo, otro de los escasos estadistas que existen en una Africa en donde la tercera parte de los presidentes llegaron al poder despu¨¦s de un golpe de Estado, desaparecer¨¢ de la escena pol¨ªtica.
Como Senghor, Ahmadu Ahiyo es uno de los l¨ªderes africanos que han ostentado la presidencia de su pa¨ªs desde la independencia, adquirida, en el caso de Camer¨²n, en enero de 1960. S¨®lo Huphulet Boigny, de Costa de Marfil, y Seku Ture, de Guinea, hab¨ªan llegado antes que ¨¦l a la m¨¢s alta magistratura de sus respectivos pa¨ªses.
?Se trata de cansancio del poder? Ninguna explicaci¨®n de este relevo se conoce todav¨ªa. M¨¢s a¨²n: el Camer¨²n que deja Ahiyo no solamente es uno de los pa¨ªses m¨¢s estables de Africa, sino uno de los pocos que pueden presentar una econom¨ªa saneada. Si el petr¨®leo (4.300.000 toneladas en 1981), explotado desde 1977, ha contribuido en gran medida a la estabilidad econ¨®mica, no es menos cierto que Camer¨²n se encuentra tambi¨¦n entre los quince primeros productores del mundo de seis art¨ªculos, entre ellos el caf¨¦ y el cacao.
La tarea de Ahmadu Ahiyo en la presidencia no fue, sin embargo, f¨¢cil. En la independencia en 1960 recibi¨® un pa¨ªs dividido, como herencia del Tratado de Versalles de 1910, que entrega al Reino Unido la costa occidental y a Francia el resto del pa¨ªs. La reunificaci¨®n de Camer¨²n s¨®lo fue lograda el 14 de mayo de 1972. La unidad del pa¨ªs, un verdadero mosaico de etnias, ha sido tal vez uno de los mayores ¨¦xitos de Ahiyo.
Ello explica, quiz¨¢, la exhortaci¨®n a la unidad nacional, lo ¨²nico verdaderamente ilustrativo en su breve mensaje de despedida.
Cuando tom¨® el poder en 1960, Ahmadu Ahiyo prometi¨® a los cameruneses duplicarles el nivel de vida en veinte a?os. Cuatro a?os antes del plazo lo hab¨ªa logrado.
A partir del a?o pasado, el presidente emprendi¨® varios viajes al exterior, que le llevaron a Canad¨¢, el Reino Unido y Estados Unidos en busca de ayuda para diversificar las relaciones comerciales de su pa¨ªs, totalmente dominadas por Francia.
El 27 de julio pasado, al recibirle en la Casa Blanca, el presidente Ronald Reagan dec¨ªa a Ahiyo: "Me alegro de que Camer¨²n haya decidido abrir sus puertas a los hombres de negocios norteamericanos". Unos meses antes, dos secretarios de Estado, de Agricultura y Comercio respectivamente, John Block y Malcom. Baldridge, hab¨ªan visitado la capital, Yaunde, y esbozado las grandes l¨ªneas de la penetraci¨®n norteamericana.
Tres grandes bancos estadounidenses se han instalado en el pa¨ªs, rompiendo as¨ª el monopolio de la banca francesa. EE UU ayuda en la financiaci¨®n de la construcci¨®n de la autopista Yaunde-Duala (capital econ¨®mica) y en varios proyectos de plantaci¨®n de palmeras de aceite y plantaci¨®n para explotar caucho natural.
Los franceses lograron, no obstante, uno de los proyectos del plan quinquenal 1981-1986: la construcci¨®n de la planta de licuefacci¨®n de Gaz de Kribi, en competencia con la firma americana Air Products.
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