La dictadura del general Evren busca hoy su legitimaci¨®n

Tras dos a?os largos en el poder, la dictadura militar turca busca crear hoy su propia legitimidad al someter a plebiscito nacional un proyecto de constituci¨®n redactado seg¨²n los deseos y necesidades del r¨¦gimen y que prolongar¨¢, como m¨ªnimo durante siete a?os, el mandato del actual jefe del Estado, general Kenan Evren.Veinti¨²n millones de personas acudir¨¢n hoy a las urnas para refrendar el nuevo texto constitucional, con lo que se iniciar¨¢ la etapa de normalizaci¨®n democr¨¢tica prometida por el r¨¦gimen militar. La nueva ley fundamental que se presenta a la aprobaci¨®n popular permitir¨¢ el establecimiento en Turqu¨ªa de un sistema republicano, fuertemente presidencialista, en el que ver¨¢n prohibida su participaci¨®n tanto los grupos considerados extremistas como la totalidad de la clase pol¨ªtica anterior al golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980.

Las circunstancias en que se efect¨²a el plebiscito dejan escasas dudas sobre el resultado del mismo. Como ironizaba ayer un periodista extrajero, la ¨²nica inc¨®gnita reside en saber "cu¨¢ntos puntos por encima o por debajo del ciento por ciento obtiene el r¨¦gimen".

Las alternativas son, efectivamente, pocas. Si la mayor¨ªa vota a favor de la Constituci¨®n, el general Evren habr¨¢ conseguido su prop¨®sito de crear una democracia con galones hecha a su medida. En el improbable caso de que el plebiscito dijera no al texto constitucional, el r¨¦gimen ha advertido que lo interpretar¨ªa como un respaldo a la situaci¨®n actual y continuar¨ªa en el poder.

Pero las posibilidades de que la nueva ley fundamental sea rechazada son pr¨¢cticamente nulas. El voto es obligatorio y se ha prohibido hacer campa?a en contra del proyecto constitucional. La propaganda oficial, sin embargo, lleva meses pidiendo el voto favorable, y el propio general Evren ha hecho una campa?a electoral de diez d¨ªas como ¨²nico candidato a la presidencia de la Rep¨²blica, que ya ocupa de hecho.

Los colegios electorales se abrir¨¢n a las ocho de la ma?ana y cerrar¨¢n a las siete de la tarde, hora local (dos horas menos en Espa?a). Los votantes deber¨¢n introducir en la urna una papeleta blanca, que significa s¨ª al proyecto de constituci¨®n, o una azul, que supone un voto contrario al texto legal.