Acci¨®n popular para investigar el presunto suicidio de un preso en Valencia
Dos abogados, Crist¨®bal Fern¨¢ndez Garc¨ªa y Virgilio Latorre Latorre, han ejercitado la acci¨®n popular, prevista en el art¨ªculo 125 de la Constituci¨®n, al haberse constituido en parte para solicitar que se investiguen judicialmente las circunstancias de la muerte de Juan Antonio Garc¨ªa Aci¨¦n. Se trata de un recluso de diecinueve a?os de edad que fue encontrado ahorcado en una celda de aislamiento de la c¨¢rcel Modelo de Valencia el pasado 31 de octubre. Seg¨²n el acta del levantamiento del cad¨¢ver, la celda carec¨ªa de luz el¨¦ctrica y natural y de ventilaci¨®n, lo que contraviene el vigente reglamento.
Otras presuntas irregularidades podr¨ªan concurrir en torno a la muerte del recluso. Mientras su madre afirma en su declaraci¨®n que el cad¨¢ver ten¨ªa signos de violencia, el informe forense no habla de ellos, salvo en lo que respecta a las se?ales del ahorcamiento. Garc¨ªa Aci¨¦n fue trasladado la noche anterior al d¨ªa en que fue encontrado ahorcado a la c¨¢rcel de Valencia desde el Instituto Penitenciario de J¨®venes de Liria, donde cumpl¨ªa condena de dos a?os por un delito de robo.
Fianza simb¨®lica
La acci¨®n popular ya fue ejercitada por un grupo de ciudadanos para investigar la existencia de malos tratos a reclusos en la c¨¢rcel de Herrera de la Mancha. En aquella ocasi¨®n, el juez fij¨® para ello el pago de una fianza de tres millones de pesetas. En el caso de Crist¨®bal Fern¨¢ndez y Virgilio Latorre, la cantidad ha sido sensiblemente menor, pues tuvieron que pagar quinientas pesetas cada uno como fianza para constituirse en parte de cara a la investigaci¨®n judicial.Los dos abogados, que ejercitan la acci¨®n popular como ciudadanos e independientemente de su condici¨®n profesional, solicitaron hacerlo ante el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero ocho de Valencia el pasado d¨ªa 3 de noviembre.
Seg¨²n Crist¨®bal Fern¨¢ndez, que fue funcionario de prisiones con anterioridad a ejercer la abogac¨ªa, "en las instituciones penitenciarias hay much¨ªsimas irregularidades que, por desgracia, en muchas ocasiones desembocan en hechos de este tipo, como suicidios o muertes. Sin una m¨¢s atenta investigaci¨®n para la determinaci¨®n de las causas y circunstancias, y sin la adopci¨®n de medidas para restringir la posibilidad de que estos hechos se repitan, se les suele dar carpetazo".
"Tratamos", a?ade el abogado, "de que, por una sola vez se analicen en profundidad las causas y se depuren las oportunas responsabilidades en su caso, a la vez que sirva como precedente para la adopci¨®n de medidas cautelares".
Juan Antonio Garc¨ªa Aci¨¦n hab¨ªa nacido el 18 de julio de 1963, en Alhend¨ªn (Granada), aunque resid¨ªa en El Egido (Almer¨ªa). La pena de dos a?os que cumpl¨ªa por robo correspond¨ªa al sumario 123/81 del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero dos de Granada. Comenz¨® a cumplirla el 14 de abril del presente a?o y estaba previsto que la concluyese el 6 de septiembre de 1983.
En el Instituto Penitenciario de Liria ingres¨® el 3 de agosto de 1982. Y el d¨ªa 20 del mismo mes se le inco¨® expediente de libertad provisional para que cumpliese en este r¨¦gimen la tercera parte de la condena. Hab¨ªa disfrutado de varios permisos, durante los que hab¨ªa ido a su casa.
El d¨ªa 31, y tras un altercado con uno de los funcionarios del centro, es trasladado a la c¨¢rcel de Valencia. Seg¨²n el parte del traslado, ¨¦ste se produce "en base a la posible comisi¨®n de una falta muy grave consistente en la agresi¨®n a un funcionario", lo que el recluso habr¨ªa realizado mostrando "extrema agresividad".
El d¨ªa 31 es trasladado a Valencia e ingresado en una celda de incomunicaci¨®n por la noche. A las 17.30 del d¨ªa siguiente su cad¨¢ver es hallado por un funcionario al abrir la celda. Seg¨²n la descripci¨®n que hace el juez en el acta de levantamiento del cad¨¢ver, la estancia, en concreto la celda n¨²mero cinco, "carece de ventanas, sin luz" y su suelo mide unos nueve metros cuadrados. Los ¨²nicos objetos que hab¨ªa eran una manta, dos pitillos y varias revistas. El recluso fue encontrado colgado de una cancela situada tras la puerta de madera de la celda con un jir¨®n de la manta.
Seg¨²n el vigente reglamento de prisiones, "el aislamiento se cumplir¨¢ en el compartimento que habitualmente ocupe el interno y, en los supuestos de que lo comparta con otros, o por su propia seguridad o por el buen orden del establecimiento, pasar¨¢ a uno individual de semejantes medidas y condiciones".
Igualmente el reglamento estipula la necesidad de un informe del m¨¦dico del establecimiento, lo que parece que tampoco se cumpli¨®.
En cuanto a la posible existencia de malos tratos, la madre se?ala, al identificar en el dep¨®sito de cad¨¢veres el cuerpo de su hijo, que tiene sendas heridas en el lado derecho de la cara y en el brazo. Un recluso de una celda pr¨®xima asegura en su declaraci¨®n que los funcionarios le fueron pegando por todo el pasillo cuando lo conduc¨ªan a la celda, que pudo o¨ªr c¨®mo le pegaban tambi¨¦n en el interior de ella y c¨®mo posteriormente lloraba Juan Antonio Garc¨ªa al quedarse solo.
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