Doctor Vilardell: "Casaroli me dijo en Barcelona que hab¨ªamos hecho un buen trabajo"

"El papa Juan Pablo II no sigue ninguna dieta especial en estos momentos, ni tiene por qu¨¦ tomar medicaci¨®n espec¨ªfica", manifest¨® a este diario el doctor Francesc Vilardell Vi?as, director del servicio de Aparato Digestivo del Hospital de Sant Pau de Barcelona, que visit¨® al Pont¨ªfice tras el atentado sufrido en el mes de mayo de 1981, y que el domingo pasado volvi¨® a encontrarse con Karol Wojtyla, esta vez en el templo de la Sagrada Familia, durante la estancia del papa en Barcelona. El doctor Francesc Vilardell, presidente de la Organizaci¨®n Mundial de Gastroenterolog¨ªa, accedi¨® a hablar sobre la salud de su ilustre paciente, aunque se muestra refractario a abordar estas cuestiones por comprensible prudencia.

"Se ha dicho que el Papa estaba mal, que se le ve¨ªa cansado, sobre todo en Barcelona. En efecto, su rostro reflejaba fatiga, pero puedo dar fe de que la cara del resto del s¨¦quito tambi¨¦n estaba marcada por el cansancio. Juan Pablo Il se encuentra recuperado, aunque una agresi¨®n como la que sufri¨® afecta siempre al organismo. Pero el propio Casaroli se acerc¨® el domingo para decirme en castellano: Hicieron ustedes un buen trabajo". Francese Vilardell comenta que el Papa le salud¨® en italiano y le agradeci¨® su visita, porque el especialista conoce esta lengua y en ella se dirigi¨® a Juan Pablo II en el Policl¨ªnico Gemelli de Roma, cuando fue llamado a consulta, junto con dos m¨¦dicos americanos, uno alem¨¢n y otro franc¨¦s.En Barcelona el doctor Vilardell salud¨® tambi¨¦n al profesor Buzzonnetti, jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital cat¨®lico del Sagarado Coraz¨®n de Roma, que hace las veces de m¨¦dico particular. "Con el profesor mantenemos correspondencia desde el a?o pasado". Quien tambi¨¦n escribi¨® una amable carta al m¨¦dico catal¨¢n fue el propio Papa, una vez recuperado. "Es un texto muy emotivo, firmado de pu?o y letra, que tengo enmarcado en un lugar relevante en mi domicilio". En su despacho del Hospital de Sant Pau hay, en cambio, una foto en color de Juan Pablo II en el Pol¨ªclino Gemelli: "Es un retrato muy conocido del Pont¨ªfice en cama, que me entregaron cuando abandon¨¦ el centro".

El especialista catal¨¢n cree que el hecho de ser desde hace un a?o secretario de la Organizaci¨®n Mundial de Gastroenterolog¨ªa y el haber estado en contacto con algunos m¨¦dicos del policl¨ªnico romano en congresos internacionales, pudo ser el motivo por el que fuera llamado a consulta. "Fue impresionante quedar a solas con el papa Wojtyla; sin embargo, ambos pudimos abstraernos pronto y situar el di¨¢logo en el terreno del m¨¦dico-enfermo".

El estado de salud del Papa puede calificarse de bueno

El doctor Vilardell asegura que ¨²nicamente hubo que cortar un trozo de intestino, pero que no hubo que intervenir otros ¨®rganos del aparato digestivo. "En las primeras semanas hubo que seguir una dieta muy r¨ªgida y un proceso de recuperaci¨®n prolongado, agravado por una infecci¨®n, fruto posiblemente de las numerosas transfusiones a que fue sometido".Recientemente una cliente le pregunt¨® al doctor Vilardell si el Papa estaba delicado de salud. El especialista recuerda la insistencia de la mujer: "Yo no he vuelto a hacer un reconocimiento al Papa, pero puedo decir que la recuperaci¨®n de heridas similares de las que fue tratado Juan Pablo II se consigue casi al cien por cien. No obstante, no hay que olvidar que es un hombre de m¨¢s de sesenta a?os y que est¨¢ sometido a trabajo y viajes continuos, de hasta catorce horas, cada vez que visita una ciudad o un pa¨ªs. Pero a su favor hajugado una espl¨¦ndida forma f¨ªsica y un historial cl¨ªnico sin enfermedades ni intervenciones importantes. Creo que el Pont¨ªfice debe resentirse del atentado, pero su salud puede calificarse de buena".